La observación de las aves en la ciudad

Bióloga Gabriela Meza Márquez

Coordinadora de Monitoreo Ambiental Participativo de Aves de la Remuceac

Correo electrónico: [email protected]

Introducción

¿Cuántas veces no te has molestado porque te despierta el canto de las aves? Sin embargo, imagina cómo sería no volver a escucharlo; imagina que en lugar de sus cantos, en nuestra ciudad sólo se escuche el ruido de los camiones y los coches circulando. No sería agradable ¿verdad? Tal vez no tenemos conciencia de lo afortunados que somos al poder escuchar en esta gran ciudad una hermosa sinfonía elaborada con los melódicos cantos de las aves silvestres urbanas.

A lo largo de la historia de la humanidad, la hermosura y el colorido de las aves ha representado diversas cosas para el hombre. La relación que tenemos con ellas es tan cercana que han sido usadas como símbolos de paz, de poder y opulencia, religiosos, de buen y mal augurio o de inteligencia; palomas, águilas reales, colibríes, zopilotes, buitres y búhos asumen estas representaciones entre muy distintas y variadas culturas.

 
Chupaflor pico grueso  

Además son muy cercanas al ser humano pues, por ejemplo, los canarios, pericos y loros son capaces de hacernos compañía como mascotas; las gallinas, pavos, codornices, patos y palomas nos alimentan con su carne o sus huevos; y por si fuera poco sus hermosos cantos y algunos de sus comportamientos asombran a la humanidad.

Han contribuido de forma muy peculiar a nuestra civilización. Su mayor contribución consistió en proveernos de plumas para la escritura, también, éstas han sido usadas para guiar el vuelo de las flechas de los cazadores; mientras que las plumas largas y coloridas has servido para adornar penachos, yelmos de caballería y sombreros; de la misma manera, nos ayudan para enfrentar las bajas temperaturas pues el plumón de pato, ganso y cisne se utiliza para rellenar edredones, ropa, almohadas y colchas.

En términos ecológicos, las aves juegan un papel importante dentro de la cadena alimenticia ya que al consumir insectos y roedores actúan como controladores naturales de estos animales. También participan en la dispersión de las semillas frutales y en la polinización de las plantas y contribuyen a la agricultura, puesto que su guano es utilizado como excelente fuente de abono y fertilizante.

Las aves y la ciudad

La cuenca de México, en donde se ubica el Distrito Federal y su área metropolitana, es la sede de uno de los mayores complejos urbanos del mundo y uno de los más notorios fenómenos de concentración urbana. A pesar de ello, en nuestra ciudad como en muchas otras, aún es posible encontrar gran variedad de fauna como ardillas, mariposas y aves. Estas últimas representan el grupo con mayor diversidad, ya que especies residentes y migratorias han encontrado en los deportivos, parques, jardines y panteones el refugio necesario para su protección, alimentación y descanso. Por tanto, en estos lugares es posible encontrar aves típicas de zonas urbanas como palomas, gorriones, zanates, tortolitas, carpinteros y colibríes.

Otros sitios de refugio son los humedales, que dentro de la ciudad de México están representados por cuerpos de agua ubicados en zonas como Xochimilco, Texcoco y Tláhuac, además de vasos reguladores, ciénegas, embalses y lagos artificiales en donde pueden encontrarse aves denominadas acuáticas, representadas por diversas especies de patos, gansos, garzas, gaviotas, zambullidores y aves llamadas playeras, por sólo mencionar algunas.

Al igual que otros grupos de animales y plantas, las aves sufren por la pérdida de sus hábitats pues éstos se han reducido o transformado en zonas de cultivo, pastoreo y obras públicas; aunado a esto, la mancha urbana se ha extendido provocando la desaparición o disminución de muchas poblaciones de aves. Como consecuencia se han visto obligadas a adaptarse a las condiciones de las ciudades, cambiando sus hábitos alimenticios y conducta general para sobrevivir en cercanía al hombre.

 
Tortolita  

Todos sabemos que las ciudades no son los lugares más recomendables para observar fauna. Sin embargo, en estas áreas podemos observar gran variedad de avifauna que nos dice mucho acerca de la salud de los ecosistemas ya que muchas especies son susceptibles a los contaminantes que hay en el aire y el agua por lo que se consideran excelentes indicadores de la calidad del ambiente.

Por ello es fundamental conocer a las aves con las que convivimos. Solo así sabremos lo que significa tenerlas a nuestro alrededor y, además, podremos brindarles protección.

La observación de las aves

La observación de las aves es muy popular en varios países; millones de personas dedican tiempo y dinero a estos hermosos animales, ya sea comprando material para su observación o para alimentarlas.

Las aves han sido apreciadas desde siempre por la belleza de su plumaje y de su canto. Además de esto, la sola idea de escuchar y observar la vida silvestre nos confiere, en la mayoría de los casos, una sensación de tranquilidad y emoción.

Podemos observarlas solas o en grupo, alimentándose, volando o cantando. Si es época de reproducción, las podemos ver desarrollando varias conductas de cortejo, apareándose, acarreando ramas y hojas para construir su nido y, con un poco de suerte, hasta alimentando a sus polluelos.

Son muchas las cosas que podemos apreciar de las aves. Como su plumaje, sobre todo en época reproductiva, pues durante esta temporada presentan plumas llamativas y coloridas que les sirven para atraer a la pareja.

Qué se necesita para su observación

Lo único que necesitas para identificarlas es tener paciencia y observarlas cuidadosamente. Es muy importante que lleves una libreta para escribir tus observaciones. En ella deberás anotar la fecha, hora, lugar y condiciones ambientales del lugar. Si te es posible, también puedes llevar contigo unos buenos binoculares. Los más recomendables son aquellos que tengan un buen aumento del lente (7, 8 o 9 aumentos) y con una adecuada entrada de luz (35, 40 o 50). Una buena guía de campo te ayudará a identificar y conocer las aves que observes.

Durante las observaciones es recomendable caminar despacio, no hacer mucho ruido y estar pendiente de cualquier sonido y movimientos en la vegetación. Además es muy importante evitar el uso de ropa llamativa ya que los colores brillantes resultan muy atractivos a las aves y por tanto delatarán nuestra presencia más fácilmente.

En donde y cuando las podemos observar

Prácticamente en cualquier lugar y a lo largo de todo el año podemos observarlas. Comienzan sus actividades muy temprano, generalmente al amanecer. Su actividad disminuye al medio día y cuando llueve. Al atardecer se reanuda cuando regresan a "su casa" para pasar la noche.

Cuando camines o vayas de paseo a algún lugar, observa con atención a las aves; puedes encontrarlas en el suelo, entre la vegetación, en los bosques, parques, jardines, panteones, cuerpos de agua e incluso en camellones y lotes baldíos. Pon atención a lo que hacen y te darás cuenta de que desarrollan diferentes conductas al alimentarse o asearse.

También podrás ser testigo de lo melódico y complicado que puede ser su canto. Comienzan a cantar al inicio de la primavera, indicando así el comienzo de la época de cría. La mayoría de las aves cantan durante las primeras horas de la mañana, aunque algunas, como las tortolitas, lo hacen todo el día; otras, como la primavera real, cantan al atardecer. A lo largo del día emiten llamadas para avisar que encontraron alimento, para alertar sobre la presencia de depredadores, para defender su territorio o simplemente para comunicarse entre sí.

Existen muchos lugares en donde podemos observar la avifauna. Algunos sitios de interés en nuestra ciudad son los siguientes: Parque Ecológico de Xochimilco, ciénaga de Tláhuac, canales de Xochimilco, el Ajusco, bosque de San Juan de Aragón, bosque de Chapultepec, viveros de Coyoacán, parque de los Venados, parque Naucalli, la Alameda, bosque de Tlalpan, parque Tezozomoc, parque Hundido, Desierto de los Leones, por mencionar algunos.