Anatomía
del mood
Para Le
en Sorocaba
En
un texto a propósito de la pasión, Paulo Leminsky señala
que el amor es un invento de los poetas provenzales del siglo XII.
Y sin duda, la aparición de la práctica de sport cortés
en la cartografía de cultura occidental marca un cisma entre el
episteme clásico y aquel otro que se irá propagando más
allá de los escenarios caballerescos hasta llegar, infelizmente,
hasta nuestros días. Esta aproximación no niega la poesía
previa a la artesanía verbal de Arnaut Daniel, Guido Cavalcanti,
Guilhem de Peitieu, Vogelweide... Sin embargo, un poema grecorromano "de
amor" es siempre resultado directo de la voluptuosidad y los sentidos;
de lo mismo pensamos en Marcial: "A mais fermosa entre as fermosas,/ A
mais sacana entre as sacanas,/ Só quero voce, Catula,/ Menos bela
ou menos puta." O en Catulo: "assim que o aspirar, implore aos céus/
que o transformen, inteiro, num nariz."
En el pliegue inventivo de la poesía de Provence se inauguran dos cosas. Por un lado, el rechazo a la banalidad constructiva de la frase hecha y por tanto, muerta. Ese Motz el son (palabras y sonido) es la herencia de una estética sónica que comprende, en seguida, que el propósito para transmitir la musicalidad de un poema no está en la retórica sino en la música. Ecuaciones verbales melopeicas, sonidos claros y opacos: Sols sui qui sai lo sobrafan que´m sortz/ Al cor, d´amor sofren per sobramar ("solamente sé el sobreafán que siente/ el corazón sufriente de altamar") y, por el otro, da resultado a algo así como un meta-amor: chiamato amore/ doi para que eu trove. Se cumpla o no la empresa amatoria, en adelante, lo que vale es quién-qué provoca la detonación, el derrumbe y, mejor aún, el altar no al amor sino a la idea de la idea del amor. De Dante: "Ed eran due in uno, ed uno in due" a Pound: "Dawn enters with little feet/ like a gilded Pavlova,/ And I am near my desire./ Nor has life in it aught better/ Than this hour of clear coolness,/ the hour of waking together." Y de Elegy, Going to bed y/o Extasie, de Donne: ("thought he knew not which soule spake, because both meant, both spake the same") a Augusto de Campos: e v o c e u ma s ó p e s s o a Sin importar la tradición poética a la que se pertenezca, agrego ciertas evidencias primero materiales que "temáticas" pues, tal como dice Décio Pignatari: hombre hombre hombre
Observe el lector cómo Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924) logra poner en jaque las convenciones del concepto mismo de escritura mediante una suerte ritualizadora y aditiva casi quipu que sustrae el signo, pero presentifica la cosa: "porque tu cuerpo es de tierra/ y mi cuerpo es de tierra/ de qué sirve la tierra sin tu cuerpo/ de qué sirve la tierra sin mi cuerpo/ de qué sirve mi cuerpo sin tu cuerpo/ y mi cuerpo y tu cuerpo de qué sirven/ si tu cuerpo y mi cuerpo son de tierra". En una poética sin interferencias posibles, otro peruano, José Watanabe, anota en "Cosas del cuerpo": "Ayer/ me acerqué por tus espaldas/ y deslicé mis manos/ bajo tus axilas/ hasta tocar tus senos. De pronto/ sentí el temblor de una restitución". En "Errar", Eduardo Milán: "soy lo que utilizo ¿utilizo tu cuerpo?/ soy tu cuerpo" Y así, valga la elipsis para llegar a Frederico Barbosa, poeta brasileiro nordestino que se reconoce bien en estas coordenadas y entrega un libro inusitado de "poemas de amor" bajo el nada inocente nombre de Cantar de amor entre os escombros: "meu céu/ sua boca jorro mel/ porra louca". El rigor de Barbosa es una doble victoria; replantea con congruencia la visión höelderliana en Tübingen: "vivir es aferrarse a una forma". r p o s o b o c o r p o o s s o p r o s d o s p o r o s s o b p o r o s Batalla compleja de alfil en este tiempo
del Not gonna get us y de pura dictadura de la apariencia:
"branca/ segura a saia/ surpreendente e mínima/ como quem não/
se sabe mostrar// no calor/ desacostumada/ insegura/ atravessa a rua/ revela-se
quase/ sem querer// beleza ZL// descolada/ fingida pedra/ desce da penha/
retrô querendo-se moderna// o vento/ leva-lhe a quase/ saia/ e vê-se
a jóia/ surpresa lapidada// que desaparece na boca quente/ do metrô".
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