La Jornada Semanal,   domingo 29 de febrero  de 2004        núm. 469
Jesús Coss

Anatomía del mood
o this funny thing

Para Le en Sorocaba
En un texto a propósito de la pasión, Paulo Leminsky señala que el amor es un invento de los poetas provenzales del siglo XII. Y sin duda, la aparición de la práctica de sport cortés en la cartografía de cultura occidental marca un cisma entre el episteme clásico y aquel otro que se irá propagando más allá de los escenarios caballerescos hasta llegar, infelizmente, hasta nuestros días. Esta aproximación no niega la poesía previa a la artesanía verbal de Arnaut Daniel, Guido Cavalcanti, Guilhem de Peitieu, Vogelweide... Sin embargo, un poema grecorromano "de amor" es siempre resultado directo de la voluptuosidad y los sentidos; de lo mismo pensamos en Marcial: "A mais fermosa entre as fermosas,/ A mais sacana entre as sacanas,/ Só quero voce, Catula,/ Menos bela ou menos puta." O en Catulo: "assim que o aspirar, implore aos céus/ que o transformen, inteiro, num nariz."

En el pliegue inventivo de la poesía de Provence se inauguran dos cosas. Por un lado, el rechazo a la banalidad constructiva de la frase hecha y por tanto, muerta. Ese Motz el son (palabras y sonido) es la herencia de una estética sónica que comprende, en seguida, que el propósito para transmitir la musicalidad de un poema no está en la retórica sino en la música. Ecuaciones verbales melopeicas, sonidos claros y opacos: Sols sui qui sai lo sobrafan que´m sortz/ Al cor, d´amor sofren per sobramar ("solamente sé el sobreafán que siente/ el corazón sufriente de altamar") y, por el otro, da resultado a algo así como un meta-amor: chiamato amore/ do’i para que eu trove. Se cumpla o no la empresa amatoria, en adelante, lo que vale es quién-qué provoca la detonación, el derrumbe y, mejor aún, el altar no al amor sino a la idea de la idea del amor.

De Dante: "Ed eran due in uno, ed uno in due" a Pound: "Dawn enters with little feet/ like a gilded Pavlova,/ And I am near my desire./ Nor has life in it aught better/ Than this hour of clear coolness,/ the hour of waking together." Y de Elegy, Going to bed y/o Extasie, de Donne: ("thought he knew not which soule spake, because both meant, both spake the same") a Augusto de Campos:

e u
e v
o c
e u
ma
s ó
p e
s s
o a
La poesía que no se practica sobre el cuerpo del lenguaje, simple y sencillo, no es poesía. El paso de la razón al espíritu (con Fichte, Schelling) y su consiguiente renacimiento simbólico en el arte, ya sea vía lado nocturno de la naturaleza y el alma por Novalis (Tierische Natur der Flamme) o, visionado después con Rimbaud –oisive jeunesse–, trastoca el orden de lo profano y lo divino, para ejercer un nuevo motor: "Toute lune est atroce et tout soleil amer:/ L’âcre amour m’a gonflé de torpeurs enivrantes".

Sin importar la tradición poética a la que se pertenezca, agrego ciertas evidencias primero materiales que "temáticas" pues, tal como dice Décio Pignatari:

hombre  hombre  hombre
hambre          hembra
hambre
hembra  hembra  hambre


el poeta –como se ve en e.e. cummings– es un designer del lenguaje: "i like to feel the spine/ of your body and its bones, and the trembling/ -firm-smooth ness and which i will/ again and again and again/ kiss, i like kissing this and that of you,/ i like, slowly stroking the, shocking fuzz/ of your electric fur, and what-is-it comes/ over parting flesh . . . . And eyes big love-crumbs,// and possibly i like the thrill// of under me you quite so new".

Observe el lector cómo Jorge Eduardo Eielson (Lima, 1924) logra poner en jaque las convenciones del concepto mismo de escritura mediante una suerte ritualizadora y aditiva –casi quipu– que sustrae el signo, pero presentifica la cosa: "porque tu cuerpo es de tierra/ y mi cuerpo es de tierra/ de qué sirve la tierra sin tu cuerpo/ de qué sirve la tierra sin mi cuerpo/ de qué sirve mi cuerpo sin tu cuerpo/ y mi cuerpo y tu cuerpo de qué sirven/ si tu cuerpo y mi cuerpo son de tierra".

En una poética sin interferencias posibles, otro peruano, José Watanabe, anota en "Cosas del cuerpo": "Ayer/ me acerqué por tus espaldas/ y deslicé mis manos/ bajo tus axilas/ hasta tocar tus senos. De pronto/ sentí el temblor de una restitución". En "Errar", Eduardo Milán: "soy lo que utilizo ¿utilizo tu cuerpo?/ soy tu cuerpo"…Y así, valga la elipsis para llegar a Frederico Barbosa, poeta brasileiro nordestino que se reconoce bien en estas coordenadas y entrega un libro inusitado de "poemas de amor" bajo el nada inocente nombre de Cantar de amor entre os escombros: "meu céu/ sua boca jorro mel/ porra louca".

El rigor de Barbosa es una doble victoria; replantea con congruencia la visión höelderliana en Tübingen: "vivir es aferrarse a una forma".

n o c o
r p o s
o b o c
o r p o
o s s o
p r o s
d o s p
o r o s
s o b p
o r o s
Lúcido, este magmático constructo de escombros imantados (deserto inquieto repleto completo) hallan en el poema los rastros de esa invasión del cuerpo de lo infinito en la finitud del lenguaje; beijocheirocheiocorpointeiroamor… que desaparece en la boca caliente del metro. No en balde desexistir es un referente caro a su obra previa. Barbosa sorprende a voluntad y en la velocidad del encanto recuerda el sitio de la Putidoncella, de Rojas, aquella de muslos largos como acordes lascivos hasta dignificar, por cuenta propia, uno de los tópicos más manoseados en la literatura y la poesía de todos los tiempos. Pero, además, pega tiro de gracia a la estulticia de la crítica que, aun dentro de Brasil, sigue sin comprender que –por propio desmarcaje– su trabajo no es ni ha sido nunca concretista, visualista, cultista, shoppista o como sea que los secuaces de aulas y jornales intenten ajustar: "Lá// Ela era linda e loira/ e me visitava às tardes./ Fumava maconha/ contra a minha vontade.// E eu, careta,/ chapava.// Era só larica,/ na sua malícia,/ irracional/ idade."

Batalla compleja de alfil en este tiempo del Not gonna get us y de pura dictadura de la apariencia: "branca/ segura a saia/ surpreendente e mínima/ como quem não/ se sabe mostrar// no calor/ desacostumada/ insegura/ atravessa a rua/ revela-se quase/ sem querer// beleza ZL// descolada/ fingida pedra/ desce da penha/ retrô querendo-se moderna// o vento/ leva-lhe a quase/ saia/ e vê-se a jóia/ surpresa lapidada// que desaparece na boca quente/ do metrô".