México D.F. Sábado 28 de febrero de 2004
Documentan que los 4 mil 400 pederastas fueron
encubiertos
Sacerdotes católicos de EU abusaron sexualmente
de 10 mil menores
AFP Y REUTERS
Washington, 27 de febrero. Unos 4 mil 400 sacerdotes
abusaron sexualmente de más de 10 mil menores durante un periodo
de 50 años en Estados Unidos y en muchas ocasiones intentaron encubrirlo,
según dos informes que publicó este viernes la Iglesia católica
estadunidense, inmersa en un escándalo por pedofilia.
Los supuestos abusadores trabajaron de cerca con la comunidad,
como pastores, sacerdotes y maestros, y llevaron a cabo sus fechorías
sobre todo en la residencia sacerdotal o en la iglesia, según datos
recogidos por los investigadores.
Más
de la mitad de los 4 mil 400 sacerdotes señalados tuvieron sólo
una víctima, aunque un grupo más reducido abusó de
miles de jóvenes, según el estudio del colegio John Jay de
Justicia Criminal, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
Los investigadores reportaron que unos 149 sacerdotes
fueron responsables del abuso de casi 3 mil menores, casi una cuarta parte
de todos los casos documentados.
El estudio, esperado desde hace tiempo y que documenta
la magnitud del escándalo de pedofilia que ha sacudido a la Iglesia
católica estadunidense, agrega que los abusos empeoraron durante
la década de los 70 y tuvieron su pico en 1980.
Funcionarios eclesiásticos estaban al tanto de
una tercera parte de los casos antes de 1993, según el informe,
pero no fue sino hasta 2002, tras una serie de escándalos públicos,
que la Iglesia decidió poner "la casa en orden".
En una conferencia celebrada en Dallas, en junio de 2002,
los sacerdotes estadunidenses redactaron un documento con su política
de cero tolerancia a los abusos, que prohibió a los sacerdotes
abusadores ejercer su trabajo, y creó un panel de revisión
que debía asegurar su cumplimiento.
El panel también debía estudiar las raíces
del escándalo de pederastia.
En ese estudio de "causas y contexto", también
publicado este viernes, el panel citó una cultura de secreto, miedo
al litigio y deseo de proteger a los sacerdotes del mal manejo de los escándalos
por parte de los obispos. "Algunos obispos y otros líderes de la
Iglesia a menudo pusieron lo que erróneamente creían era
una preocupación institucional de la Iglesia local sobre las preocupaciones
de la Iglesia universal", indicó el reporte. "El miedo al escándalo
provocó que practicaran el secreto y el ocultamiento", agregó.
El encubrimiento, específicamente reubicando a
los sacerdotes abusadores, perpetuó el problema, concluyó
el informe.
A los delincuentes, con "dolorosa frecuencia se les permitió
permanecer donde cometieron los abusos, fueron reubicados en otras parroquias
dentro de la misma diócesis o se les permitió vivir en otras
diócesis donde representaban más amenazas contra los niños
que predeciblemente se materializó en incidentes adicionales de
abuso".
Sobre los sacerdotes en sí, el informe concluyó
que los estándares de admisión para ejercer el ministerio
eran muy laxos.
Más de 350 sacerdotes y obispos han sido removidos
de sus puestos a consecuencia de los escándalos, mientras el coste
legal, de compensación a víctimas y tratamiento para los
sacerdotes, asciende a unos 500 millones de dólares, según
los dos estudios.
En San José, Costa Rica, un tribunal sentenció
a 12 años de prisión a un sacerdote católico por abusar
sexualmente de un niño de 11 años que lo ayudaba en sus labores
de la iglesia. De acuerdo con la sentencia, el sacerdote Orlando Robles
García cometió, a mediados de 2000, tres delitos de abuso
contra el niño que hacía labores de monaguillo, cuando era
párroco en Cot de Cártago, unos 30 kilómetros al este
de San José.
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