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México D.F. Lunes 23 de febrero de 2004

La frontera México-EU es tan larga, es una vida diferente, violenta, peligrosa, expresa

En el cine el sueño está hecho y en la novela lo crea el lector: Gifford

"Me gusta hacer guiones complicados, como pesadillas", señala el escritor y compositor

Prepara dos proyectos que serán filmados en la República Hoy ofrecerá conferencia magistral

JUAN JOSE OLIVARES

El guionista, novelista, poeta, biógrafo, compositor y productor de cine estadunidense Barry Gifford -autor de historias llevadas al cine, como Salvaje de corazón (película clásica dirigida por David Linch, que ganó en Cannes en 1990), Perdita Durango y Lost highway, está en México como invitado del Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México y para impartir una conferencia magistral este lunes 23 a las 18 horas en el hotel Habita de Polanco.

Gifford ha ganado varios premios y sus novelas han sido editadas en 23 lenguas. Es coautor de una biografía de Jack Keruac y una de sus obras recientes lleva por nombre The Sinaloa story, historia de amor entre un mecánico y una prostituta sinaloense. Es todo un personaje abstraído y sencillo, que dice que sus mejores amigos no son escritores o artistas, sino bomberos, mecánicos, médicos y entrenadores de caballos.

En charla con La Jornada, Barry Gifford, nacido en Chicago, quien dice interesarse mucho por la vida en la frontera México-Estados Unidos ("un país diferente", afirma), adelanta que tiene dos proyectos en puerta para dos películas que serán filmadas en México. Una es The old days, basada en un cuento que escribió, "que en realidad sucede en Cuba, pero que probablemente será rodado en Veracruz"; sobre los gánsters de otros tiempos. Para este proyecto dice que aún no tiene director, pero él producirá. El otro es Black sunrising, basado en una historia verdadera sobre los seminoles negros de Coahuila; "es un western; es realmente un proyecto muy personal, muy del corazón, porque crecí en Florida, cerca de niños seminoles indios y es una terrible historia de la construcción de las vías del ferrocarril, en la que participaron estas personas".

Y no sólo son éstos; el inquieto Gifford, que comenzó a escribir a los 11 años, comenta que también tiene ya un guión para un filme llamado Portovero (en Italia), pero será rodado en inglés en Inglaterra y Alemania el próximo verano. "El director es Daniel Smith, un buen amigo mío. Tengo una ópera de nombre Madrugada, que hizo con Toru Takemitsu y será estrenada en Moscú el año que viene. Y otra ópera basada en Lost highway, cuyo estreno será en Austria en un festival de música vanguardista."

"Un país diferente"

A Gifford se le pregunta por su interés en la literatura de la frontera y responde: "Me gusta hablar de la frontera porque creo que es un país diferente. Estoy interesado en todas las fronteras, pero en especial en la de Estados Unidos y México, porque para mí tiene algo de especial una tan larga. Es una vida diferente, violenta, peligrosa; es un lugar difícil para la gente, a la cual no le importa vivir entre dos países. Es esa comunidad violenta, que crea sus propias reglas, la que me ha encantado".

-En muchas de sus historias se registra un interés por una actitud humana muy subjetiva.

-Seguro, pero estoy interesado en algo individual. Mis modelos desde joven, cuando comencé a escribir, fueron Jack London, Joseph Conrad, personas como ésas, individuos inmersos en una gran sociedad. Todo lo que hago comienza en el personaje. Estoy interesado en la curiosidad de esas personas, y cómo navegan por su vida.

-¿Cuál es la principal diferencia entre la forma narrativa de la novela y la de los guiones para cine?

-Lo único diferente que veo en el caso de los guiones es que la ficción tiene sentido común, pero son lenguajes diferentes; el del cine es el de la historia en la pantalla; el de las novelas es el uso total de la imaginación. En el cine todo está hecho para uno, todo está plasmado en una pantalla, y esa es una de las razones por las cuales cuando uno ingresa a una sala de cine entra como a un sueño, que cuando es bueno todo se vuelca en ti, pero si es malo, tiene la alternativa de despertar en el momento que quiera. Por eso me gusta hacer guiones complicados que sean como pesadillas. Leer es más interactivo, hace a uno más participativo, el lector tiene que construir su propio sueño, el lector tiene la imaginación, las descripción de las cosas. En el cine no pueden cambiar las cosas, pero en los libros sí.

-Algunos consideran que el cine tiene cierta deuda con las novelas porque han inspirado grandes cintas.

-No estoy de acuerdo. Son formas diferentes. Me gusta el cine y todas sus formas. Creo que el cine es una forma narrativa muy directa. Es la forma de arte más popular.

-Alguna vez dijo que en cierto modo parte de la literatura se estaba acabando y que las artes visuales serían una forma artística de comunicación más solicitada.

-Es sencillo. La gente más joven está más interesada en lo que pueda ver en la televisión o en una gran película. Eso sin contar con la facilidad del uso de videocámaras. Te ejemplifico con la televisión, la cual tiene un gran potencial de desarrollo.

-Pero, ¿no es peligroso?

-Todo tiene su peligro. William Borroughs decía: "cualquiera que pueda tener una pluma corre el riesgo de morir".

No hay duda de que los escritores de la generación beat han inspirado a Gifford. "Conocí a gente cercana a Allen Ginsberg. Cuando era muy joven Jack Keruac fue de mis grandes inspiradores, no necesariamente en el estilo de escribir, pero creo que sí en el sentido de la libertad creativa, en el desafío a lo establecido. Eran escritores naturales.

Los trabajos pesados enriquecieron su formación

Gifford señala que la mayoría de su verdaderos amigos no tiene relación con el arte. "Mis mejores amigos son un bombero, un plomero, un médico, un entrenador de caballos. Realmente no fui mucho tiempo a la universidad (excepto para jugar beisbol). Mis trabajos han sido fuera de la academia, como de conductor y otros muy pesados que enriquecieron mi formación intelectual."

Y no se considera un escritor, como se dice en el lugar común, de culto, como es para muchos de sus seguidores. "Creo que hago lo que quiero. La gente me dice: por qué no escribes esto o lo otro. Sólo puedo hacer lo que hago. No trabajo muy bien, pero la gente viene a mí. No escribo cosas espectaculares. Lo que pasa es que los directores o productores con los que he trabajado vienen a mí y me dicen que les gustaría que escribiera esto o aquello.

"Con David Linch fue sólo hacer una historia que fuera como un sueño. Confié en un director como David porque pudo dar una dimensión extra a la historia. Fue un completo confidente porque hizo lo que yo jamás hubiera pensado, y eso es importante porque las películas son la definición de un director; ellos mandan, deciden."

(La conferencia magistral de Barry Gifford será a las 18 horas en el hotel Habita, en Mazaryk casi esquina Arquímedes. Cien pesos. Boletos en Cinemex Mazaryk Casa de Arte, en Plaza Mazaryk.)

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