Cuando juegas se te olvida que estás en el bote, dicen

Libera el futbol americano a reos del Reclusorio Oriente

Los Gladiadores perdieron por defaul la semifinal del año pasado porque no lograron el permiso para ir de visitantes

AGUSTIN SALGADO

La temporada pasada perdieron la semifinal debido a que les tocaba jugar de visitantes y no "les fue permitida la salida"; entre sus líneas se encuentra el líder de anotaciones de la Organización Mexicana de Futbol Americano (OMFA) y la única limitación que aseguran tener es que durante sus juegos no hay ni puntos extras ni patadas de despeje debido a la extensión de su campo que se encuentra limitada por el área de visita conyugal.

El equipo Gladiadores -conformado por internos del Reclusorio Oriente-, ganó el partido de pretemporada que disputaron ayer a los Jaguares de Coacalco. El marcador final fue 8 a 6.

Los primeros en pisar la zona de anotación fueron los de casa. Su mariscal de campo -sobre quien pesa una acusación por robo de automóvil-, completó un pase de 30 yardas con el ala derecha. El receptor, de apellido Pantoja, de inmediato fue a celebrar el touchdown con sus hijos, Gonzalo y Claudia de 11 y 8 años, respectivamente, que se encontraban en el graderío. Pero el festejo fue efímero ya que la anotación fue anulada por "bloqueo por debajo de la cintura", explicación que no fue comprendida por los menores provenientes de la colonia Doctores.

Al término del encuentro el arbitro principal, Sergio Avila, explicó: "aquí, como el campo es pequeño, no hay patadas, entonces cuando se trata de una anotación no hay punto extra sino conversión y en lugar de patadas de despeje nos recorremos 10 yardas. Por la categoría en la que se juega, que es Masters, no se permiten los bloqueos de la cintura para abajo".

Al medio tiempo el marcador favorecía al equipo de los reclusos por dos puntos, producto de una captura en la zona de anotación.

A un lado de la tribuna se encontraban los familiares de los internos y frente a ellos los jugadores provenientes "de la calle".

Acusado por privación de la libertad, el Cuatro por cuatro -quien con 48 puntos fue quien más anotaciones consiguió durante 2003-, además de haber sido nombrado el jugador más valioso del partido, aprovechó los momentos en que el equipo de reclusos se encontraba a la defensiva para atender a su hijo Diego, de 12 años, que cada vez que hay partido acude a ver a su papá: "cómo no voy a venir, si aquí mi jefe es el más chingón de todos. Eso es para presumirse".

En algo coincidieron los Gladiadores: "cuando se juega a uno se le olvida que está en el bote". En tanto, en la tribuna, tanto familiares como reclusos aprovechaban cualquier circunstancia para festejar: al ala izquierda, a quien apodan el Guajolote, después de que fue incapaz de completar un pase durante el segundo cuarto le gritaron a coro: "deja de jugar y métete al mole".

Los Gladiadores entrenan diario de 8 a 10 de la mañana; hoy lunes les toca practicar "jugadas en corto". Para la población del Reclusorio Oriente que acude cotidianamente a los partidos el hecho de que el año anterior hayan perdido por defaul se debe a que Los Jefes -equipo al que en aquella ocasión tendrían que haber enfrentado- "no tuvo los pantalones suficientes para ganarse su pase a la final en el campo".

La única ocasión en que los Gladiadores han jugado como visitantes fue contra el equipo del Penal de Santa Martha Acatitla.