![]() Germaine Gómez Haro LAS ANATOMÍAS VOLUPTUOSAS
Tras una larga ausencia en el circuito de las galerías capitalinas, Venegas exhibe en la Galería Florencia Riestra su trabajo realizado en los últimos seis años, una serie de pinturas y esculturas en torno al desnudo femenino, Afroditas postmodernas que son un mero pretexto para dar rienda suelta a sus investigaciones plásticas. Se trata de una selección muy cuidada de una extensa producción que no ha salido del estudio del artista salvo una que otra pieza, en contadas ocasiones. El conjunto curado por Florencia Riestra es una muestra puntual y coherente del magnífico trabajo que Venegas ha desarrollado en los últimos años, alejado de los reflectores y exigencias del mainstream comercial. El erudito historiador del arte Kenneth Clark señala que el cuerpo humano desnudo no es un tema del arte, sino una "forma" del arte en sí, "un modo de realización del ideal artístico". Tal pareciera que Venegas ha seguido esa premisa para dotar a cada una de sus obras de un carácter formal distinto, único y original. Algunas pinturas remiten a los desnudos femeninos de Picasso y Matisse, creadores de dos de las obras revolucionarias que inauguran la vanguardia del siglo pasado: Las señoritas de Aviñón y Desnudo azul. Recuerdo de Biskra, ambas realizadas en 1907. De ellos, Venegas retoma la libertad total en el uso del color y en la aplicación de la pintura, dispuesta a base de pinceladas sueltas y gestuales que se disparan como fulminantes hacia toda la extensión del lienzo.
El vitalismo dionisiaco de su pintura corresponde al regodeo volumétrico de sus esculturas en madera, hermosísimas piezas que revelan el proceso de indagación formal que ha llevado a cabo Venegas en los últimos años. En ellas se intuye la fuerza expresiva de nuestros modernistas Mardonio Magaña y Germán Cueto, la sensualidad de las diosas hindúes con sus pechos turgentes y caderas serpenteantes, y la economía de formas de Brancusi y de la escultura negra, manifestación minimalista avant la lettre. Germán Venegas, más conocido para muchos como escultor, se presenta aquí como un extraordinario pintor que toma riesgos y se atreve a cavilar sobre su oficio y a romper sus propios patrones para explorar nuevos léxicos. Es de esperar y desear que esta excelente muestra sea la piedra de toque para que algún museo capitalino organice una exhibición más amplia de su muy versátil trabajo realizado a lo largo de esta última década. |