Es investigado en su país por corrupción y lavado de dinero, entre otros delitos

Oculto en México, Alfonso Portillo, ex presidente de Guatemala; hoy iría a GB

No hay pedido de extradición: SRE; el ex mandatario alega falta de pruebas en su contra

BLANCHE PETRICH, GEORGINA SALDIERNA, TRIUNFO ELIZALDE, ALFREDO MENDEZ Y AFPX

Alfonso Portillo, ex presidente de Guatemala, llegó a México el pasado miércoles, luego de perder su inmunidad como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen) y quedar expuesto a ser juzgado por desfalco, corrupción, lavado de dinero y alteración del orden público, entre otros delitos.

En declaraciones a Afp, explicó que decidió salir de su país porque lo quieren "condenar sin pruebas". Aseguró: "No tienen nada. Todo es un caso político". Portillo se comunicó por teléfono con la oficina de la agencia informativa en Guatemala, a la que aseguró estar en México, sin precisar en que lugar del país se halla.

Agregó que todas las pruebas en su contra "son periodicazos". Señaló: "no me dan oportunidad de defenderme. (...) A todas las instituciones las tienen intimidadas. Ahora sí están viendo en Guatemala a un verdadero gobierno autoritario, que quiere imponer su poder sobre todos".

En México, la Secretaría de Relaciones Exteriores señaló que no tiene ninguna petición de extradición del ex presidente, mientras la embajada de Guatemala aseguró que ni siquiera hay orden de aprehensión en su contra.

Sin embargo, la estancia de Portillo podría no ser prolongada, pues en la sección de aduanas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se tiene registro de que partiría a Gran Bretaña a más tardar este viernes por la tarde.

El ex mandatario, contra quien pesan ocho averiguaciones previas -les llaman antejuicios en su país-, huyó de Guatemala hacia El Salvador, por el paso fronterizo de Valle Nuevo, la madrugada del miércoles, y abordó el vuelo 288 de Mexicana de Aviación en el aeropuerto salvadoreño de Comalapa a las 12:40 del mismo día.

Según testimonio de agentes de migración salvadoreños, Portillo presentó su pasaporte diplomático, por ser diputado del Parlamento Centroamericano, como documento de viaje; mientras, en el AICM se tiene registro de que ingresó como turista, lo que le permitiría permanecer en el país hasta 90 días. El ex mandatario se hospedó en un hotel de la Zona Rosa, que abandonó ayer a mediodía.

Apenas el martes, la Corte de Constitucionalidad retiró la inmunidad diplomática de que gozaban tres implicados en el llamado caso conexión Panamá: Portillo, el ex vicepresidente Francisco Reyes López y el hijo de éste, Francisco Reyes Wyld.

Ese mismo día, después de una reunión con el presidente Oscar Berger, el fiscal general, Carlos de León Argueta, anunció que solicitaría orden de arraigo contra Portillo y cinco implicados más. Esto puso al ex funcionario sobreaviso, lo que le permitió huir.

El mismo miércoles, la Corte de Constitucionalidad falló en favor de dos recursos de inconstitucionalidad presentados el 6 y 9 de enero, respectivamente, pocos días antes de que el ex mandatario concluyera su periodo presidencial.

Para prevenir ser arrestado por las causas abiertas en su contra, ya para esa fecha había tramitado su acreditación como diputado del Parlacen, lo que le otorgaría fuero ante la justicia de cualquier país del área, incluido el suyo. Este fuero dejó de tener vigor con el dictamen de la Corte que le quitó la inmunidad.

Un antecedente similar lo sentó el ex presidente de Nicaragua Arnoldo Alemán, también acusado antes de concluir su mandato por diversos delitos de fraude y abuso de poder. Para evitar la acción de la justicia, Alemán se hizo elegir diputado del Parlacen y se acogió a ese fuero al salir de la casa presidencial, hasta que un amparo de los demandantes lo privó de la inmunidad. Alemán fue juzgado y encontrado culpable por malversación de 8 millones de dólares en Nicaragua y purga una sentencia de 20 años de cárcel.

Como el ex presidente fugitivo tiene varios citatorios pendientes ante el tribunal de justicia de su país, Guatemala podría invocar el tratado de extradición bilateral para que México lo entregue a la justicia guatemalteca.

Hace apenas un mes, los días 16 y 17 de enero, en una reunión bilateral en Guatemala a la que asistió el canciller Luis Ernesto Derbez, los dos países refrendaron compromisos de cooperación mutua que por años -en particular a lo largo de la administración portillista- se habían mantenido al más bajo perfil.

La nueva etapa de la relación entre los dos vecinos incluye un compromiso para que el presidente Vicente Fox concrete una visita de Estado el próximo 23 de marzo a su homólogo Oscar Berger, cuyo partido, coincidentemente, también es el PAN.

A mediados del año pasado, Portillo, Reyes López, Reyes Wyld y el secretario privado del presidente, Julio Girón, fueron acusados por las autoridades fiscales de abrir cuentas bancarias en Panamá por 50 millones de dólares con recursos del Estado.

Esas cuentas están relacionadas con la creación de una serie de empresas consideradas de "fachada". En Panamá, la Unidad de Análisis Financiero de ese país confirmó la existencia de cerca de 14 cuentas bancarias relacionadas con estos funcionarios guatemaltecos, dedicadas, presuntamente, al lavado de dinero.

En su momento, el sistema judicial guatemalteco, controlado por el hombre fuerte del oficialista Frente Republicano Guatemalteco (FRG), Efraín Ríos Montt, bloqueó las investigaciones.

El Ministerio Público encargado del caso cerró el expediente por falta de pruebas, y la Fiscalía contra la Corrupción, también dominada por el eferregismo, archivó el caso. Varios amparos fueron presentados ante la Corte Suprema de Justicia, que finalmente optó por reabrir las investigaciones, una vez que Portillo -popularmente llamado Pollo ronco- dejó de ser presidente.

Al recambio de gobierno, el nuevo procurador guatemalteco, Carlos García Regás, ordenó reabrir la investigación en Panamá, mientras la Controlaría General de Cuentas de la Nación inició otro expediente para establecer el origen del dinero trasladado a los bancos panameños.