Documentos de ambos países abren líneas de investigación

Nuevos testimonios sobre el papel de Perú y Ecuador en la Operación Cóndor

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 15 de febrero. La cooperación de Perú y Ecuador con las dictaduras del Cono Sur en la Operación Cóndor (una coordinadora para la represión ilegal, el secuestro y la desaparición de disidentes políticos a nivel continental), entrará en una nueva fase de investigación en los juicios locales ante nuevos testimonios y documentos que llegan desde ambos países.

Un documento desclasificado del Departamento de Estado estadunidense que figura (desde 2002) en los juicios contra Cóndor en Argentina, daba cuenta de que la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires supo anticipadamente que iban a secuestrar a argentinos en Perú en 1980. Entre ellos, la madre de Plaza de Mayo Noemí Gianetti de Molfino, plagiada en Lima en junio de 1980 y llevada en un periplo de muerte a Bolivia, Argentina y España donde fue asesinada.

Un cable recibido desde la embajada estadunidense en Buenos Aires informaba sobre el operativo en el que además fueron secuestrados junto a Molfino, María Inés Raverta y Julio Ramírez. Antes, el 12 de abril de 1977 fue secuestrado y luego asesinado Carlos Alberto Maguid, refugiado en Perú. En este caso habrían participado los capitanes del ejército peruano Héctor Matta Rosingana, David Bravo Castrillón, el comandante de la policía Julio Vargas Martínez y José Vivero Arias coronel y jefe del operativo. Esto surgió en la investigación de datos realizada por esta corresponsal para el libro sobre la Operación Cóndor.

Otro cable fechado el 19 de junio de 1980, recibido por el embajador estadunidense en Buenos Aires, Raúl Castro, reportaba que "cuatro argentinos serán retenidos en Perú y expulsados a Bolivia" para luego ser devueltos a su país de origen, del que habían huido. Pero también se informaba que los secuestrados iban a ser interrogados en Argentina y desaparecidos en operativos supuestamente comandados por el Batallón de Inteligencia 601 del ejército.

Gianetti de Molfino había realizado numerosas denuncias ante la Organización de Naciones Unidas por el secuestro de varios de sus familiares y había viajado a Perú en busca de ayuda. Su cadáver apareció en julio de 1980 en Madrid y el caso está dentro de la investigación del juez español Baltasar Garzón por "genocidio y terrorismo de Estado", y también en las causas en Argentina.

Desde Perú llegan también los testimonios de Susana Villarán, quien menciona que los hechos que llevaron a la desaparición de Molfino se precipitaron en junio de 1980 "en vísperas de la trasmisión del mando presidencial, para lo cual se esperaba la presencia del dictador Jorge Rafael Videla".

En este operativo fueron acusados en Perú el jefe del Servicio de Inteligencia, Martín Martínez Garay, el ex comandante Oswaldo Hernández Mendoza y el capitán de Sanidad José César Gutiérrez. Como responsable político figura el ex presidente de Perú, general Francisco Morales Bermúdez. Se acusa también a los jefes de las fuerzas armadas de Argentina y Perú, el ya desaparecido Leopoldo Fortunato Galtieri y el general peruano Pedro Richter Prada. Como prueba contundente existe un comunicado del Ministerio del Interior de Perú en el que se hace entrega a las autoridades bolivianas de los tres ciudadanos argentinos.

La acción del ex embajador de Ecuador en Argentina, Germánico Molina, quien provocó un escándalo político-diplomático, que le valió su destitución, al llevar en su atomóvil al general Guillermo Suárez Mason, una figura clave de Cóndor, detenido en prisión domiciliaria por crímenes de lesa humanidad, tendría como telón de fondo este mismo escenario de la coordinación criminal del pasado.

Martin Almada, descubridor de los Archivos del Terror en Paraguay en 1992 y Premio Nobel Alternativo 2002, recordó la presencia en Ecuador de Guillermo Suárez Mason en misiones de la CIA, y dijo que la participacion de los militares ecuatorianos también fue bastante activa en la Conferencia de Ejércitos Americanos que se realizó en Bariloche (Argentina) en noviembre de l995. Al recordar que el ex dictador chileno Augusto Pinochet fue agregado militar en Quito durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva en Chile, dijo que ya se había denunciado en medios periodísticos en agosto de 1978 que el servicio de inteligencia estadunidense envió a sus principales embajadas en Sudamérica la siguiente advertencia: "La Operación Cóndor es un esfuerzo cooperativo de inteligencia y seguridad entre muchos países del Cono Sur para combatir el terrorismo y la subversión. Los miembros originales incluían a los servicios de inteligencia de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, mientras que Perú y Ecuador se integraron recientemente".

También organismos de derechos humanos de Ecuador respaldan esta aseveración de la participación de ese país en el Operativo Cóndor, tal como lo denunció el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel a esta corresponsal, después de haber sido detenido en Quito durante una reunión con autoridades religiosas en los tiempos de las dictaduras.