MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Las preguntas a Usabiaga que quedaron sin respuesta

Las finanzas de Vamos (aclarando) México

NO SERIA LA PRIMERA vez que quede en entredicho la pulcra legalidad presumida por el gobierno del "cambio" aquel 3 de septiembre de 2001, a la hora de anunciar y justificar la expropiación de 27 ingenios azucareros.

DESDE ENTONCES, VARIAS han sido las demandas que sobre el particular ha perdido la administración foxista, no obstante las muestras de "confianza" de uno de los abajo firmantes del decreto expropiatorio, el secretario de Agricultura y conexos, el carismático Javier Usabiaga.

QUE SIGA CONFIADO, junto con el inquilino de Los Pinos. Es su derecho, pero ayer le recetaron más de lo mismo: el Grupo Azucarero Mexicano (GAM), por medio de la Bolsa Mexicana de Valores informó que el Poder Judicial falló definitivamente a su favor en el caso de los ingenios que "por causa de utilidad pública y en beneficio de la nación" le expropió en la fecha citada.

EL DULCE CONSORCIO HIZO público que "el Poder Judicial de la Federación, en plena autonomía de sus atribuciones y facultades, ha concedido al Grupo Azucarero México, por segunda y definitiva ocasión, la razón jurídica por la expropiación de sus bienes. De acuerdo con la resolución publicada por el octavo Tribunal Colegiado, a GAM le ha sido favorable la respuesta a los recursos de revisión que interpuso el gobierno federal sobre la sentencia de juicio de amparo que la empresa solicitó por la expropiación de sus ingenios. El grupo se congratula por la actuación en todo momento imparcial y apegada a derecho con que el Poder Judicial Federal se ha conducido. Las partes, GAM y el gobierno federal todavía no conocemos a detalle los términos de la resolución emitida por el octavo Circuito Colegiado de Distrito, pero nos comprometemos a darla a conocer en cuanto le sea notificada, para así poder ampliar la información sobre este importante fallo".

USABIAGA PUEDE MANTENER su sonrisa y presumirse como un exitosísimo empresario agroindustrial, que posee una fortuna nada despreciable y que el campo mexicano, como el país, es una maravilla, pero debe ser prudente y humilde a la hora de hacer el balance de su gestión -dicen algunos enterados- al frente de la Sagarpa.

CUANDO EL GOBIERNO notificó su decisión de expropiar 27 ingenios azucareros (45 por ciento del universo) que "funcionaban" en el país, el jovial Rey del Ajo aseguró que en un plazo máximo de 18 meses tales centrales serían lavadas, remendadas, planchadas y retornadas a manos privadas, con lo que -dijo- no se afectaría a la industria, ni mucho menos a los consumidores.

LO CIERTO ES QUE HAN transcurrido casi 30 meses desde aquel histórico compromiso, y lejos, muy lejos, están Usabiaga, la Sagarpa y el heroico gobierno del "cambio" de cumplir aquel compromiso, aunque a estas alturas del partido ello no debe sorprender a nadie.

TAMPOCO DEBE SORPRENDER la "reacción" de la Secretaría de Agricultura y conexos, tras conocerse el comunicado del dulce Grupo Azucarero Mexicano: "la Sagarpa no ha recibido una comunicación oficial sobre la resolución del tribunal".

MUCHAS PREGUNTAS quedaron sin respuesta aquel 3 de septiembre de 2001, cuando se le cuestionó a Usabiaga y amigos que los acompañaban (el apocalíptico doctor Gil Díaz, secretario de Hacienda, y el futuro promotor de su parentela en la diplomacia nacional, Luis Ernesto Derbez, a la sazón secretario de Economía) sobre el futuro inmediato de la industria azucarera nacional.

EN AQUELLA OCASION los tres funcionarios, baluartes del "cambio", dijeron sentirse tranquilos y satisfechos no por la insana decisión en un gobierno de derecha de engrosar la nómina de empresas paraestatales, sino porque la expropiación de los 27 ingenios azucareros no le costaría prácticamente nada al erario nacional: de mil a 3 mil millones de pesos, cuando mucho, en los 18 meses referidos.

HAN TRANSCURRIDO 29 meses y los ingenios azucareros se mantienen en manos gubernamentales, amén de que los juzgados no han beneficiado a la administración del "cambio" y a ciencia cierta nadie sabe -aunque todos los suponen- quién ha pagado los platos rotos y las abultadas deudas de los susodichos ingenios, mismas que, desde luego, rebasaban por mucho el valor de sus activos.

AL MOMENTO DE LA expropiación, los dueños de los ingenios azucareros del país (60 en total) mantenían una deuda por alrededor de 3 mil millones de dólares con el gobierno federal: 2 mil millones con Financiera Nacional Azucarera; 650 millones con la Comisión Nacional del Agua y el Instituto Mexicano del Seguro Social, y cerca de 350 millones en créditos no cubiertos a instituciones públicas como el Banco Nacional de Comercio Exterior, FIRA (del Banco de México) y Banrural, sin considerar los pasivos con la banca privada ni 4 mil 500 millones de pesos adeudados a los productores cañeros. Esas son las cuentas que casi 30 meses después nadie sabe, nadie supo.

AHORA QUE SI DE CUENTAS y limpieza se trata, quien debe sacar la calculadora y el trapito es el inquilino de Los Pinos, tras el punto de acuerdo, "de urgente y obvia resolución", aprobado por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en el sentido de "revisar de forma exhaustiva la aplicación de los recursos de la Presidencia de la República, para determinar si con ellos se apoya de manera directa o indirecta a la fundación Vamos México", que preside Marta, capullito de rosa, como gusta que le canten.

LAS FINANZAS DE VAMOS (aclarando) México, pues, tendrán que pasar por el tamiz de la Auditoría Superior de la Federación, organismo al que tanto cariño y respeto le tiene el consorte de Marta Sahagún, toda vez que, como señaló Manuel Camacho Solís, el Congreso no tiene facultades para investigar las actividades de una fundación privada, "pero sí la obligación de cuidar la aplicación estricta de los recursos públicos, conforme a lo establecido en el presupuesto".

Las rebanadas del pastel:

ššPOR FAVOR DETENGAN LA tortura sicológica que promueve la Secretaría de Educación Pública en contra de la niñez mexicana!!: "Carteles con frases del presidente Vicente Fox que aluden a los símbolos patrios, así como a la geografía y los recursos naturales de México, serán pegados en los 829 mil salones de clase de las escuelas primarias públicas y privadas del país antes de que concluya el ciclo escolar"... Que intervenga Derechos Humanos.

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