319 ° DOMINGO 1 DE FEBRERO DE 2004
Libro: Cárteles protegidos. Droga y sangre en México.
Un vistazo a las actividades de los narcotraficantes

El problema del narcomenudeo
en el país

En el estado de México, en 2000, cuando competía por el Partido de la Revolución Democrática para la presidencia municipal de Nezahualcóyotl, Héctor Bautista López conoció el enorme problema de inseguridad que enfrentaban los habitantes, en especial el producido por el llamado narcomenudeo, que entonces parecía un asunto poco relevante para las autoridades federales y estatales

ANA SALAZAR


 Tan pronto asumió la alcaldía, el hoy diputado federal pidió a la ciudadanía que colaborara con él proporcionándole de manera anónima el domicilio de todos los puntos de venta de cocaína. La gente respondió con casi 500 denuncias que ofrecían datos de la ubicación de las tienditas que comercializaban cocaína a precios muy accesibles, de hasta 50 pesos por grapa. Tras una investigación, 300 reportes parecían firmes, por lo que se entregaron a la Procuraduría General de la República (PGR).


Héctor Bautista, ex alcalde de Nezahualcóyotl, quien durante su
periodo denunció la existencia de narcomenudeo en el oriente
del estado de México.

Grande fue la sorpresa de Bautista López cuando la Fiscalía Especializada de Atención de Delitos contra la Salud de la PGR desestimó las denuncias.

En mayo de 2001 presentó una denuncia pública en el entorno nacional contra la venta de cocaína en ese municipio –principalmente por parte del conocido cártel de Neza–, sin siquiera imaginar que pondría al descubierto el submundo y las relaciones del narcotráfico, la manera en que éste aplica sus propias leyes y su actividad bajo la protección de una parte de las estructuras policiacas.

No había marcha atrás. El pronunciamiento estaba hecho y la integridad física del alcalde quedó expuesta; pero se había cumplido con el cometido de llamar la atención nacional.

La respuesta de las autoridades federales y estatales fue, en apariencia, enérgica hasta llegar al punto de detener a los principales cabecillas del cártel de Neza.

Al parecer, la autoridad había tenido una actuación exitosa, pero meses después del desmantelamiento del cártel de Neza, uno de tantos gatilleros de esta organización contó detalles de cómo habían operado, cuánta gente reclutaron, a cuánto ascendían sus ganancias, cómo lavaban el dinero producto de la venta de cocaína, quiénes supuestamente los protegían y que las tienditas seguían operando.

Los relatos fueron cotejados con la información publicada durante tres años en los medios de comunicación: había coincidencias.

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Producto de los testimonios del gatillero, de la recopilación de notas periodísticas y otros informes publicados, así como de algunos puntos de vista de expertos en la materia y, por supuesto, del testimonio del principal protagonista de la lucha librada contra el narcomenudeo en Nezahualcóyotl, Héctor Bautista, se elaboró el libro: Cárteles protegidos. Droga y sangre en México, del reportero José Antonio Caporal, Premio Nacional de Periodismo 2003, otorgado por el Club de Periodistas de México.

El texto fue presentado hace unos días en la ciudad de Toluca, capital mexiquense. En encuentro con reporteros, el diputado Bautista expresó que "el aporte más valioso de este libro consiste en presentar una visión real y cruda de la organización de los cárteles dedicados a la distribución y venta de drogas, su relación perversa con las corporaciones policiacas de este país, la protección que recibían de las mismas, al igual que de funcionarios de la Procuraduría General de la República, de ministerios públicos y jueces".

Al mismo tiempo –dijo– "da un panorama desconocido para el común de las personas, las cuales apenas saben de un cártel de narcotráfico mediante mensajes de cinco minutos en noticiarios y fotografías de desconocidos golpeados. La situación cambia cuando leemos el nivel de crueldad en los actos de venganza de sus integrantes; de niños torturados frente a sus padres que se atrevieron a desobedecer a los jefes del cártel; de personas asesinadas de manera brutal sólo por haber presenciado alguna acción comprometedora, o por el mero hecho de cruzar el mismo camino que un miembro del cártel.

"Conocer la historia del cártel de Neza nos muestra esta realidad que se repite en las ciudades más importantes de nuestro país y nos obliga a actuar pronto contra el consumo de drogas y venta al menudeo."


Portada del libro publicado por Ediciones Gato Azul

Recordó cómo durante su gestión impulsó la creación de los grupos Sérpico, Relámpago, Centauro y Bengala de la policía municipal y aumentó el número de policías, de 300 a cerca de mil, a los cuales otorgó salarios dignos, los proveyó de 250 patrullas y combatió la corrupción hacia el interior.
El legislador mexiquense por el sol azteca reconoció que una de las fallas más importantes en el combate a la delincuencia es la poca o nula colaboración y coordinación entre los tres niveles de gobierno. "Quien se mete en esos asuntos generalmente no sale vivo", fue el comentario que recibió de funcionarios federales.

Ahora, empapado del tema, Bautista López ofrece más datos. Señala que, luego de analizar un documento elaborado por la Oficina Nacional para Políticas Antidrogas (ONCP, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos, "se puede calcular que en el país se contabilizan más de 30 mil tienditas distribuidas en el territorio nacional, y cada una comercia en promedio unas 36 mil 400 dosis de cocaína al año, con ventas equivalentes a 11 mil 700 millones de pesos y ganancias de hasta 15 mil 675 millones de pesos anuales.

Crítico, afirma que "el problema del narcotráfico en el país no sólo se debe limitar a ubicar los caminos a través de los cuales la droga se traslada a Estados Unidos, también es necesario atender el mercado interno, aceptar que México es un país consumidor de drogas, con cerca de 600 mil adictos".

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Para Héctor Bautista su cargo de diputado federal es continuación de algo iniciado cuando fue presidente municipal de Nezahualcóyotl. Ahora es integrante de las comisiones de Seguridad Pública y de Justicia en el Congreso de la Unión con el propósito de que se emprendan las modificaciones legales necesarias y sustanciales para terminar con el tráfico ilegal de drogas.

Al compartir sus experiencias el diputado perredista comenta: "La delincuencia organizada no paga impuestos, pero sí el precio de la corrupción de innumerables funcionarios policiacos de todas las categorías. Y, si bien el crimen organizado no abarca la delincuencia en su totalidad, constituye un poder dominante en ella, que es un Estado dentro de otro Estado. Este ambiente es propicio gracias a un gobierno incapaz de dar respuestas integrales, adecuadas y oportunas a las demandas de muchos de los sectores sociales, e incapaz de dar cumplimiento a la ley".

Concluye: "Es muy común que en los países subdesarrollados se vea a la delincuencia como consecuencia de la marginación, corrupción de las autoridades responsables o más aún como una de las patologías sociales propias de las sociedades contemporáneas. Por lo que cada uno de estos aspectos debe formar parte de un análisis crítico acerca de la delincuencia, para abordar de manera adecuada las modificaciones a la legislación destinada a controlar el tráfico de drogas".