2004, año crucial para la filarmónica

Este 2004 es un año determinante para la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), reconocen la Secretaría de Cultura del Distrito Federal y sus atrilistas.

Será en estos 12 meses cuando se nombre al director titular de la agrupación, cargo vacante desde hace un año tras la salida de Jorge Mester, que se ha cubierto con batutas huéspedes.

Es muy probable -informa el secretario de Cultura, Enrique Semo- que el proceso de selección necesite todo el año, y el elegido provendrá de aquellos directores que actúen o hayan actuado con la orquesta como huéspedes.

La filarmónica empieza el año acéfala también de director operativo, luego de la salida del músico Francisco Viesca. Ese hecho, empero, no significa que la agrupación esté a la deriva y sin proyectos.

Viesca dejó armada lo que será la primera temporada del año, que comienza el 24 de enero, y el secretario de Cultura encontró ya a quién ocupará dicha plaza.

Semo hará público el nombramiento el miércoles 14, adelanta a La Jornada, y manifiesta que se decidió por una persona que asegurará la continuidad del proyecto estructurado de manera conjunta entre la secretaría, la dirección operativa de la orquesta y sus músicos.

Resolver rezagos administrativos y laborales de la OFCM desde hace 25 años es otro de los pendientes para este 2004. Cabe recordar que desde hace más de año y medio, esos problemas motivaron protestas públicas de los atrilistas.

Para los músicos de la filarmónica y para Enrique Semo se ha superado la confrontación, aunque los primeros están a la espera del fallo de la demanda que interpusieron ante el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.

El ambiente que viven los atrilistas es de tensión e inclusive se han suscitado divisiones, de acuerdo con el violista Gabriel Castorena, quien las atribuye al incumplimiento de demandas como el nombramiento de músicos con puesto de base y no de confianza, pero también al proceso de renovación de la comisión representativa de la orquesta.

ANGEL VARGAS