Nos divertimos y, si resultamos campeones, qué bien: Manuel Vidrio

El Pachuca vive la final con normalidad, dice el técnico Víctor Manuel Vucetich

JORGE SEPULVEDA MARIN ENVIADO

Pachuca, Hgo., 15 de diciembre. Un día después de obtener el boleto para disputar en dos capítulos la final del torneo Apertura 2003, en la Universidad del Futbol, casa del Pachuca, el plantel vive con tranquilidad la espera. Le agrada no ser considerado favorito.

"Todo normal, como siempre, no veo por qué deba ser diferente. No veo por qué debamos cambiar algún hábito", confirmó el director técnico Víctor Manuel Vucetich, quien trabajó con el equipo a puerta cerrada a partir de las 17 horas de ayer.

Explicó que Tuzos apenas tiene cinco meses de trabajo y quizá por eso no se le impone la obligación de ganar, como sí le ocurre a Tigres, que ya cumple un trabajo de casi tres años.

Sin amuletos ni cábalas terrenales, humilde, Vucetich comparte con la directiva y los jugadores lo que se ha logrado; la clave, apuntó, ha sido "la calidad de los jugadores y que han sido colocados en las posiciones pertinentes, además de su disposición".

En prolongado desfile de lujosos vehículos, uno a uno fueron llegando los Tuzos. Manuel Vidrio, siempre afable y protagonista de otras finales ya dirimidas con el plantel, comentó que si Tigres ve esta etapa como una revancha, "nosotros nos estamos divirtiendo jugándola, porque esa es la filosofía de la institución; divertirnos en momentos importantes y dar el cien por ciento, que es lo principal.

"Y si a consecuencia de eso se nos da otro campeonato, pues bienvenido, y si no ni modo, no era para nosotros", explicó y estimó que, sin demeritar a sus compañeros, Tigres "tiene un gran plantel, en lo individual y en lo colectivo. A mí me gusta mucho ese equipo (...) por lo que tiene la obligación de ganar."

El ex cruzazulino Marinho Ledesma se felicitó por haber fichado con Tuzos y ahora estar a punto de disputar la final, y apuntó que de alguna forma beneficia a los hidalguenses no ser marcados como favoritos, porque eso les quita mucha presión, además de mostrar su desacuerdo con la prensa local, lo cual señaló que en ocasiones han jugado con un futbol de "arroz y frijoles".

Sergio Santana, otra de las figuras claves del plantel, expresó su deseo de ser comisionado de nueva cuenta para marcar a Tigres, como en la final de hace un par de años.

Uno de los héroes en la eliminación del Atlante, al anotar el primer gol, el brasileño Claudio da Silva, se mostró satisfecho de "llegar a una final, porque para eso se trabajó durante todo el torneo. Ahora esperamos que el equipo se mantenga igual para ser campeón".

Acompañado de uno de sus hijos, a quienes con cariño llama "mis amuletos de la buena suerte", el sudamericano recordó que aún le deben dinero del desaparecido Colibríes, pero lo más importante ahora "es que si anoté un gol, es porque siempre estoy allí, para trabajar por este equipo.

"Y eso es importante, nos da confianza para seguir esforzándonos (...) porque lo que quiero es que salgamos campeones", agregó con amplia sonrisa.

El otro verdugo de Potros, el argentino Gabriel Caballero, destacó que si bien ambos cuadros son muy experimentados en estas lides, corresponde a los hidalguenses hacer todo lo mejor posible, aunque no sean considerados favoritos, para ganar otra vez el título y agregarle la tercera estrella a su escudo.