La última parte de El señor de los anillos será estrenada mundialmente mañana

La fuerza de El retorno del rey está en la historia emocional de los personajes: Jackson

JORGE CABALLERO

El director Peter Jackson es preciso cuando dice dónde radica la importancia de la tercera y última parte de El señor de los anillos: "Además de las grandiosas batallas, se encuentran las historias íntimas de los personajes... su historia emocional; en ella recae la mayor fuerza de El retorno del rey".

La última parte de la épica, basada en el libro de aventuras fantásticas El señor de los anillos, de J.R.R. Tolkien, se estrena mundialmente mañana miércoles; en México será colocada en 650 pantallas. También resultó la preventa más lucrativa en nuestro país el día de su estreno y prestreno para la cadena de cineplex Cinemex, que vendió el total de sus localidades, 11 mil y 5 mil respectivamente, en unos cuantos días. Además, se vendieron todos los boletos, unos 2 mil, para el maratón que para hoy organizó la mencionada cadena, en el que se proyectarán las tres partes de El señor de los anillos, con 10 horas de duración.

La saga, que ya era considerada un clásico de la literatura fantástica, hoy es pieza seminal del cine mundial, cimentada por el aplauso unánime de los admiradores y crítica en el mundo.

El primer corte de El retorno del rey quedó en 4 horas y media, pero finalmente la película es de 3 horas 20 minutos. Comienza con un recuerdo de Sméagoul, cuando se transforma en el monstruo Gollum por la malsana influencia del anillo único. En su último ataque a la humanidad, la armada de Sauron embiste la capital de Gondor y las Minas Tirith, protegidas por un envejecido administrador, pero llega Aragorn para convertirse en rey y levantarse para encontrar su destino. Mientras, Gandalf moviliza las quebrantadas fuerzas de Gondor. El rey Théoden reúne a los guerreros de Rohan para unirse a la batalla. Sin embargo, pese a su valor y apasionada lealtad, el ejército de los hombres no es rival para el enjambre de legiones enemigas que llueven por el reino. La comunidad del anillo se vuelve a reunir y con los guerreros sobrevivientes de la batalla de Tirith se dispone a distraer a Sauron para dar a Frodo la oportunidad de completar su misión. Finalmente, éste debe confiar más y más en Sam y Gollum, mientras el anillo continúa poniendo a prueba su lealtad y calidad humana.

Yuxtaposición de lo íntimo y lo inmenso

El señor de los anillos: El retorno del rey, conclusión de los fascinantes viajes en el corazón de la venerada Tierra Media, está producida, coescrita y dirigida por Peter Jackson; es la yuxtaposición de lo íntimo con lo inmenso y la resonancia emocional del final del viaje que conecta la novela clásica de Tolkien con el corazón del espectador y lo dota de un poder perdurable.

En las notas de producción Jackson declara: "Más que cualquier otro capítulo en la saga de El señor de los anillos: El retorno del rey ilumina los temas de fondo de la novela de J.R.R. Tolkien. Todas las historias que hemos seguido, los viajes que los personajes hacen, de lo que tratan, por lo que están luchando, nos llevan a esta película. Ninguno de los personajes saldrá de esta historia sin haber cambiado. Nunca volverán a ser los mismos. El retorno del rey es la más emotiva de las tres cintas".

En la realización del guión, los escritores Boyens, Jackson y Fran Walsh constantemente recordaban los principios de la existencia humana. "Estos son temas muy cercanos a lo que vivimos todos los días", explica Boyens. "¿Cómo te sientes con la gente que quieres? ¿Qué hay más allá de esta vida? ¿Cómo decir adiós? Todas esas emociones están escritas de forma poderosa en la historia del profesor Tolkien. La eterna naturaleza de la lucha del bien contra el mal es retratada en pequeñas hilazas plateadas que se entrecruzan con la historia, como Sam, quien, mientras Frodo duerme, mira a los industriales cielos de Mordor y observa una estrella.

"Es el humanismo de los personajes lo que recompensa al lector. Esperamos que hayamos podido traducir esto para las audiencias de la película", dice por su lado Fran Walsh.

Paralelismo con el mundo político real

A pesar de haber sido escrita medio siglo atrás, El señor de los anillos es aún una historia relevante que agita al lector; en 2000 se realizó una encuesta y el público británico eligió la trilogía como su libro favorito, sin importarle que fuera fantástica o no. Muchos de los lectores, particularmente, durante tiempos de oscuridad en el mundo, creían que Tolkien hablaba de la guerra y del comportamiento militar en su libro. "No puedo ser el único de mi generación, que nació en 1939, que piense que había una especie de paralelismo con el mundo político real en que Tolkien vivía. El escritor sirvió durante la primera guerra mundial y escribió El señor de los anillos durante la segunda, mientras su hijo combatía en el norte de Francia. No creo que haya Saurons hoy día por ahí, pero en 1939 había uno, sentado en medio de Europa. Una araña que quería controlarlo todo, y el mundo se unió en una poderosa coalición para derrotarlo", menciona Ian McKellen, quien interpreta al mago/sabio Gandalf.

Durante siglos la mitología ha pintado claramente los arquetipos humanos que aparecen recurrentemente desde la época de los griegos, los romanos y los nórdicos, desde las culturas de Oriente y la ideología judeo-cristiana, desde las obras de William Shakespeare. La verdad humana contenida en estas experiencias es lo que las hace universales, no el tiempo o el lugar. "Los mitos -como la religión- están muertos a menos que los sigan revigorizando y reaplicando. Pienso que lo que hizo Tolkien con algunos de los elementos de la saga y las leyendas celtas que conozco fue forjar algo nuevo, reinventar muchas de estas historias arquetípicas y personajes de su generación. Ahora Peter Jackson realiza esa labor para nosotros", dice Viggo Mortensen, quien encarna al rey Aragorn.

Desde los primeros desarrollos hasta el estreno de las dos películas anteriores de la trilogía, y la continua producción de la final, Peter Jackson ha puesto todo su empeño y corazón para que cada uno de los aspectos de la realización de El señor de los anillos fuera posible. "Era como un inmenso rompecabezas que teníamos que unir y terminar con algo digno del título El señor de los anillos, y que al mismo tiempo funcionara como película", comenta Jackson.