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México D.F. Domingo 30 de noviembre de 2003

Monjas coronadas permanece abierta hasta marzo en el Museo Nacional del Virreinato

Una mirada a los conventos novohispanos

La exposición busca reivindicar esos espacios como motores económicos de la época

ERICKA MONTAÑO GARFIAS ENVIADA

Tepotzotlan, Mex., 29 de noviembre. La exposición Monjas coronadas. Vida conventual femenina en Hispanoamérica es punto de partida para abandonar el prejuicio de que las monjas sólo hacen rompope, chocolate y galletas. En la época virreinal los conventos estaban entre los principales motores económicos, y el estudio de los aspectos cotidianos en esos espacios es una ventana para entender el funcionamiento de la sociedad de la época.

La muestra, que se inauguró el jueves en el Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlán, incluye 170 obras, de las cuales 54 son retratos de monjas coronadas y el resto son piezas que ayudan a comprender cómo era la vida de los conventos. Al finalizar su temporada en el recinto mexiquense, en marzo próximo, la exposición viajará a Colombia y posiblemente a España.

En las órdenes de monjas existe un ritual conocido como coronación. Este ocurre en el momento de profesar y "morir para el siglo", es decir, al tomar los votos definitivos, o bien, al morir si habían llevado una vida ejemplar. Existen otros dos actos en los que una monja era coronada: al ser nombrada priora del convento o al cumplir 25 y 50 años de vida religiosa. Esta práctica se mantiene vigente en algunos pueblos de provincia, donde se corona a bebés y niños.

En la época virreinal se trataba de ceremonias en las que las mujeres que iban a tomar los votos entraban al convento ataviadas con vestidos lujosos y joyas, y después eran despojadas de todo ello, sinónimo de su abandono de las posesiones terrenales. Entonces eran engalanadas con coronas de flores, de distintos grados de suntuosidad, velas decoradas, palmas y ramos de flores, imágenes del niño Dios o crucifijos. En ese momento eran retratadas, al menos las que tenían familias pudientes, y esos son los cuadros que se exhiben ahora. En la actualidad se mantiene el rito de la coronación, aunque ya son actos más sencillos.

Algunos de los retratos provienen de Colombia, de colecciones de conventos y del Banco de la República, y salen por primera vez de ese país sudamericano. Otras provienen de España y acompañan a la colección perteneciente al Museo del Virreinato: 21 piezas que llegaron al recinto hace 25 años por donación presidencial. Se presentan además obras de museos mexicanos, como Nacional de Arte, Franz Mayer, Nacional de Historia, Amparo y de Arte Religioso ex Convento de Santa Catarina, localizado en Puebla. Fueron pintados en los siglos XVIII y XIX; algunos llevan firma, pero la mayoría son anónimos, aunque la tradición de la coronación data del siglo XVI.

Los retratos de las monjas coronadas ''plasman momentos definitivos en la vida de las religiosas y son un aspecto fundamental", explica Alma Montero, quien durante seis años realizó la investigación que da como resultado esta muestra, en la que también se recurre a video y computadoras para acercar más al visitante a la vida conventual. Asimismo, se podrá escuchar la música que se tocaba en las ceremonias y conventos durante el virreinato o tocar la tela de los hábitos de las monjas.

El tema de las monjas coronadas, agrega la investigadora, ''había sido trabajado desde el punto de vista estético, y aunque ese aspecto se retoma en la exposición, ahora los retratos son una ventana para conocer la vida conventual y la situación de las mujeres que ingresaban a los conventos. A partir de la obra expuesta se presenta una visión más amplia".

Los cuadros o "retratos de un matrimonio místico" indican si la monja pertenecía al grupo de las calzadas, cuyos conventos eran pequeñas ciudades, con celdas amplias y asistencia de criadas; o si eran descalzas, quienes se caracterizaban por su austeridad. Los conventos, recuerda Montero, "eran espacios de resguardo habitados no sólo por monjas y tienen una fuerza económica importante, ya que las monjas eran las principales prestamistas de ese entonces".

Con la exposición Monjas coronadas comienza en el mismo recinto el seminario de estudios de los virreinatos de América Latina. A la par de la muestra se realizarán talleres, visitas guiadas, obras de teatro y un concurso de pintura infantil. El Museo Nacional del Virreinato se localiza en Plaza Hidalgo 99, Tepotzotlán, estado de México (www.munavi.inah.gob.mx)

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