Denuncian que líderes se valieron de policías y hasta del Ejército para intimidar

Disidentes del STPRM impugnan legalmente comicios seccionales

PATRICIA MUÑOZ RIOS

La Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros inició la impugnación legal ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en contra de los comicios seccionales que se llevaron a cabo en todo país, debido a que estos procesos resultaron ilegales y no cumplieron con ninguno de los ordenamientos jurídicos, señaló.

La dependencia no puede otorgar la toma de nota a líderes ilegalmente electos, ya que el proceso fue sucio y amañado, y se violentaron los estatutos del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, de lo que fueron testigos oficiales los representantes de la STPS, según consta en oficios y videos, indicó la organización.

Expuso además que las impugnaciones se presentaron legalmente ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, así como ante la STPS, por lo que se espera una respuesta en los próximos días.

"Los funcionarios que han estado enterados de las inconformidades de los trabajadores petroleros por las elecciones fraudulentas en las 30 secciones sindicales en cuestión son: José Fernando Franco González Salas, subsecretario del Trabajo, así como María de las Mercedes Martínez Barrera, directora de la Dirección General del Registro de Asociaciones", señaló la coalición ayer en un comunicado de prensa.

También indicó que desde la perspectiva de la disidencia petrolera, en 90 por ciento de las secciones se violó flagrantemente el acta constitutiva y los estatutos generales del sindicato; entre el 20 de octubre pasado y el 15 de noviembre, que duró el proceso, se reforzó la campaña de hostigamiento y presión hacia grupos democráticos que buscaron contender con el propósito de buscar democratizar el gremio.

En su alegato, estos trabajadores reiteran que, para hacer valer el fraude, los líderes seccionales salientes, con apoyo del secretario general, Carlos Romero Deschamps, hicieron uso de la policía preventiva de los estados, de la ministerial y rural en diversas entidades federativas, y hasta del Ejército mexicano, con el propósito de imponer el miedo y evitar la participación y la presencia de los grupos democráticos contendientes.