México D.F. Lunes 24 de noviembre de 2003
El fenómeno, durante el mes de diciembre:
funcionario
Invasión hormiga de suelo de conservación,
en Xochimilco
Crea la delegación programa para frenar las invasiones
MIRNA SERVIN VEGA
Xochimilco, una de las delegaciones con mayor extensión
de suelo de conservación, se ve afectada cada año por construcciones
irregulares que se realizan habitualmente en diciembre debido a la entrada
de dinero en las familias por concepto de aguinaldo.
Sólo durante 2003 aparecieron 20 nuevos asentamientos,
que se suman a los 9 mil 300 habitados por más de 22 mil personas
registradas en 15 pueblos de la demarcación, y se espera el inicio
de nuevas construcciones para el mes entrante.
Frente
a este problema, a partir de mañana cada uno de los 132 funcionarios
de todas las áreas de la delegación verificarán semanalmente
un asentamiento para reportar construcciones nuevas o alguna extensión
de las ya existentes, así como cualquier intento de venta de terrenos
en la reserva ecológica.
"El combate a los asentamientos irregulares y fraccionadores
es tan complicado que incluso recibimos amenazas contra nuestra familia
y nuestra persona, pero la consigna de la actual administración
es verificar todas la construcciones nuevas y proceder a su clausura y
demolición, para detener las invasiones de manera definitiva", explicó
Nelson del Valle, subdirector de Tenencia de la Tierra en Xochimilco.
El programa "adopta un asentamiento", que funcionará
a partir del 25 de noviembre, considera la revisión de predios irregulares
a partir de los censos existentes en la delegación, los cuales reportan
que del total, 7 mil 62 se encuentran habitados, lo que significa que más
de 5 mil familias ocupan un terreno en forma irregular.
Esto ha sucedido a partir de la invasión continúa
de la tierra ejidal o de zona ecológica mediante el "fenómeno
hormiga", por el cual un familiar trae a los demás a levantar
una construcción, aun cuando no se habite de inmediato, lo que año
con año contribuye a la urbanización de zonas ecológicas,
explicó en entrevista Nelson del Valle.
Durante este año, el aumento de invasiones fue
de 10 por ciento, pero, reconoce el funcionario, cada año aumenta
la proporción.
Por ello, agregó, el propósito de este programa
es tener presencia de la delegación -por medio de los funcionarios-
en los predios para inhibir el crecimiento y las construcciones. Asimismo
se llevan a cabo programas paralelos para que no crezcan asentamientos
en estas fechas, como la repartición de trípticos en los
accesos principales a Xochimilco, que explican que si existe el deseo de
comprar un predio para vivienda, se informen en la delegación si
su uso de suelo es habitacional.
También, refirió Del Valle, se cuenta con
la ayuda de la Comisión de Recursos Naturales (Corena) para evitar
que se tire cascajo en estas zonas o entre material de construcción.
En este sentido, dijo que ya se han clausurado casas de materiales de construcción
que se encuentran dentro de los mismos asentamientos. Hasta ahora, explica,
se han encontrado alrededor de 40 locales de este tipo.
El funcionario sostuvo que con los asentamientos recientes
no se ha establecido ningún compromiso, por lo que se aplicarán
los procedimientos administrativos hasta el final, es decir: verificación,
clausura y demolición.
Con los asentamientos que tengan cierta antigüedad,
indicó, se estudia la posibilidad de llevar a cabo los programas
parciales, a los cuales se les somete a diagnósticos para ver qué
posibilidades hay de cambiarles el uso de suelo, porque ya es imposible
que se lleven acciones de demolición o reubicación por el
grado de consolidación que presentan.
Sin embargo, Del Valle acepta que en otros predios, como
El Aguacate, donde las construcciones son recientes, temporales y no hay
ningún tipo de acuerdos, se podrán tomar medidas drásticas,
como el desalojo ocurrido en Amalacachico el 4 de octubre de 2002.
Las autoridades de Xochimilco señalaron que el
objetivo es llegar a acuerdos por medio del convencimiento, pues en general
los ocupantes de esos terrenos son compradores de buena fe, que llegan
ahí por necesidad de vivienda.
No obstante, "necesitamos ser implacables con el ejemplo
de no permitir la expansión de las construcciones", pues en la actualidad
20 por ciento de la zona de conservación de Xochimilco está
invadido por asentamientos irregulares, finalizó.
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