Un paro equivaldría a dar azúcar al diabético, opina

Condena Abascal amagos de huelga contra reformas

Asume que no ha eliminado su discriminación a la mujer

PATRICIA MUÑOZ RIOS

El secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, definió que el "paro nacional" que anunciaron diversos sindicatos para impedir la aprobación de las reformas sería como "dar una cucharada de azúcar a un diabético", porque lo que el país requiere es empleo y no acciones que lastimen a la planta productiva, sobre todo porque al cierre del año el nivel de desempleo alcanzará casi 4 por ciento.

El funcionario participó en el primer Encuentro Nacional de Empresarias, en el que Patricia Espinoza, directora del Instituto Nacional de las Mujeres, expuso que la población que ella representa "no sólo debe buscar el poder político, sino también el de las cámaras industriales".

En este contexto, Abascal pidió cordura y serenidad a los líderes sindicales que amagaron con huelga nacional para impedir que se concreten las reformas constitucionales que promueve el gobierno, y los convocó a "atenerse a la democracia".

De nueva cuenta dio cifras optimistas en materia de empleo, al sostener que este año hay 50 mil nuevas plazas en el Seguro Social y que al cierre de octubre se tenían inscritos a más de 110 mil trabajadores formales en esta institución.

No obstante, tuvo que reconocer que este año ha sido particularmente difícil en materia de generación de empleo y que para 2004 necesariamente se tendrán que reforzar las acciones para recuperar todas las plazas perdidas.

Todavía confió en que se podrán impulsar las reformas, y sostuvo que los grandes acuerdos "pendientes" son el energético, el fiscal y, por supuesto, el laboral, todos factibles de ser aprobados por el Congreso. Dijo que también falta crear un conjunto de políticas públicas en materia social, "con el que se enseñe a pescar y no a dar el pescado", así como en salud, educación y sector agropecuario.

El secretario del Trabajo reconoció que fue un error de gobiernos anteriores creer que el mercado internacional beneficiaría automáticamente al país, porque "la realidad no es esa, apenas Estados Unidos tuvo una crisis y aquí se cayeron las exportaciones y el empleo. Muchas familias sufren, el ingreso se estancó, las oportunidades de desarrollo se limitaron". A México le afectó depender sólo de una economía, sintetizó.

En un giro total de lo que había planteado en otras ocasiones, en este encuentro se comprometió con las empresarias a "abrirles los espacios, los asientos necesarios", y se manifestó por "un México en el que no haya, nunca más, esa discriminación contra la mujer, que tanto debe avergonzarnos a quienes no hemos todavía sabido eliminarla".

En el acto, Patricia Espinoza propuso la creación de una red nacional de empresarias "para buscar su avance en las fábricas, las cámaras, los sindicatos y el sector público", lo que fue avalado por casi 420 dueñas de negocios asistentes al foro.

Convocó a las empresarias a pelear por el poder en las cámaras, luchar por el acceso equitativo a los puestos de dirección y de toma de decisiones, donde hasta el momento tienen un espacio muy limitado. Puso como ejemplo la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, la Concanaco, en la que se concentra 88.3 por ciento de las mujeres de negocios del país, pero no ha tenido puestos directivos, o bien la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, donde el porcentaje se acerca a 20 por ciento, pero sin acceso a las dirigencias. Ya ni decir de la Coparmex, donde "el número de mujeres es mínimo".

Adelantó que desde esta nueva red se buscará el establecimiento de programas integrales para las microempresarias, así como asistencia técnica, capacitación y asesorías, así como nuevos marcos jurídicos y fiscales de fomento para ellas.

Se trata de dar paso a una nueva cultura de equidad y solidaridad, para crear nuevos escenarios laborales en plena igualdad de oportunidades con los hombres. En esta década se buscará una representación política más equitativa, la disminución sustancial de la violencia familiar y el poder en las cámaras, aseguró.

En este acto, Carlos Abascal recibió una pregunta peculiar, que contestó en el mismo tono:

-Señor, Ƒpor qué la Secretaría del Trabajo entiende la capacidad de amar de las mujeres?

-Porque hay que humanizar la economía, no podemos mirarla sólo desde la perspectiva de la competencia o de las utilidades o de la competitividad, como hoy se le llama, sino desde un ángulo profundamente humano.