Califica de "politiquería" la insinuación de David Jiménez de destituirlo del cargo

"Pónganse a trabajar", insta el Ejecutivo a senadores priístas

En la sesión del martes cuestionaron la actitud del GDF frente a los sucesos del 2 de octubre

Ese órgano aprobó que no se castigara a los responsables de la matanza del 68, les recordó

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

Con una respetuosa exhortación a los senadores para que se pongan a trabajar en iniciativas que tienen pendientes, como la que prohíbe a los legisladores litigar en favor de particulares contra el interés general, o la que reduce la pensión a los ex presidentes de la República, respondió el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, a la insinuación del grupo parlamentario del PRI en dicho órgano legislativo sobre la posibilidad de destituirlo del cargo por los hechos del 2 de octubre pasado.

"šQué barbaridad!", exclamó el mandatario local al conocer la reacción de los priístas, hecho que calificó, también "con todo respeto", de "politiquería", y recordó que fue el Senado el que aprobó una reserva y una declaración interpretativa en el decreto de la Convención Interamericana sobre Desapariciones Forzada de Personas, que impide sancionar a los responsables de la matanza de estudiantes en 1968.

"Entonces, que no se metan, lo que tienen que hacer es dedicarse a trabajar, a desquitar el sueldo, con todo respeto."

En la sesión del martes, en el último punto del orden del día que abordaron los senadores, el priísta David Jiménez González subió a la tribuna para fijar la postura de su partido respecto de las "manifestaciones sociales". Ahí afirmó que los actos de vandalismo ocurridos durante la marcha del 2 de octubre "alteraron la vida de la capital", y acusó al gobierno de la ciudad de permitir que "se den estados muy peligrosos de ingobernabilidad que están a un paso de caer en la anarquía".

En el debate, el senador Jiménez -uno de los principales opositores a la reforma política del Distrito Federal- fue más allá, al advertir que esta situación cumplía los supuestos señalados en el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal para que la Cámara de Senadores solicite la remoción del mandatario.

Al respecto, Andrés Manuel López Obrador advirtió que "hay por ahí quienes tienen espíritu represor y quisieran que provocáramos una confrontación con un movimiento legítimo", pues no todos los que se manifestaron actuaron con desorden ni cometieron ilícitos, sino al contrario, la mayor parte de la gente fue a la manifestación, actuó con seriedad por el significado que tiene el 2 de octubre en la historia del país.

"Los senadores lo que deben hacer es ponerse a trabajar, o sea... con todo respeto. Ahí tienen iniciativas pendientes, tienen una muy importante que deben aprobar: que diputados y senadores (y subrayó senadores) no se dediquen a litigar en beneficio personal, en contra del interés general, respetuosamente ahí tienen esa iniciativa para que la aprueben."

Recordó también la propuesta para reducir la pensión de los ex presidentes, que de igual manera está en la congeladora.

"Entonces, que se dediquen a eso y nos dejen a nosotros trabajar", apuntó.

Los priístas advirtieron en la citada sesión senatorial al jefe de Gobierno: "no se le olvide que este Senado de la República está pendiente de lo que sucede en el Distrito Federal, ésta es la sede de los poderes federales, es la capital de la República".

Aludieron, de hecho, a lo que horas antes había señalado el mandatario local al proclamar a su gobierno como "políticamente indestructible", lo que Jiménez González consideró "un acto de soberbia, de prepotencia, de autoritarismo".

Esto, López Obrador lo consideró no sólo un ataque de "politiquería", sino de nervios: "están nerviosos, los perturba el 2006, se ofuscan", sentenció.

Lo cual no impidió que reiterara que cuando se actúa con honestidad, con apego a principios y se mantienen los ideales, "se es políticamente indestructible".