Marinero
sin mar
Sophia de Mello
Lejos el marinero tiene
una serena playa de manos
duras
pero perdido camina en las
oscuras
calles de la ciudad despiadada
Todas las ciudades son navíos
cargados de perros aullando
a la luna
cargados de enanos y muertos
fríos
Y él va oscilando
como un mástil
en sus hombros se apoyan
las esquinas
va sin aves ni olas repentinas
solamente sombras nadan
en su rastro
A las confusas redes de su
pensamiento
se prenden oscuras medusas
muerta cae la noche con
el viento
Y asciende por ocultas escalinatas
y regresa por calles sin
nombre
por la misma oscuridad conducido
con pupilas transparentes
y de vidrio
Va por los continuos corredores
donde los polvos de la sombra
lo estrangulan
y las luces como peces voladores
lo alucinan
Porque él tiene un
navío pero sin mástiles
porque el mar se secó
porque el destino borró
su nombre de los astros
porque su camino se extravió
su triunfo vendido
y él tiene las manos
pesadas de desastres
Y es en vano que él
se yergue entre las señales
buscando la luz de la madrugada
pura
clamando por el viento que
hay en el muelle
Ningún mar lavará
el asco de su rostro
las imágenes son
eternas y precisas
en vano llamará por
el viento
que derecho corre por las
playas lisas
Él morirá sin
mar y sin navíos
sin rumbo distante y sin
mástiles esbeltos
morirá entre paredes
grises
fragmentos de brazos y restos
de cabezas
flotarán en la penumbra
de las madrugadas lentas
Y al Norte y al Sur
y al Este y al Poniente
los cuatro caballos del
viento
sacuden sus crines
Y el espíritu del
mar pregunta:
"¿Qué se hizo
de aquel
a quien yo guardaba un reino
puro
de espacio y de vacío
de olas blancas y hondas
y de verde frío?
Él no dormirá
en la arena lisa
entre medusas, conchas y
corales
Él dormirá
en la podredumbre
y al Norte y al Sur
y al Este y al Poniente
los cuatro caballos del
viento
exactos y transparentes
lo olvidarán
Porque él se perdió
de lo que era eterno
y separó su cuerpo
de la unidad
y se entregó al tiempo
dividido
de las calles sin piedad
Traducción
de Miguel Ángel Flores
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