Nulos avances en ambos rubros durante la primera mitad del gobierno de Fox, dicen

Severas críticas de diputados a la política interior y a la diplomacia

Basados en el Informe presidencial, legisladores del PAN defendieron al régimen El Ejecutivo no convence con sus declaraciones de gobernabilidad democrática: Zebadúa

ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO

La política interior y la diplomacia mexicana fueron objeto de severas críticas en la tribuna de la Cámara de Diputados. Mientras el PAN defendió al gobierno con todo tipo de argumentos fundados en el tercer Informe de Vicente Fox Quesada, la oposición a ese partido consideró que en la primera mitad de la administración federal no ha habido resultados en esos rubros.

Como parte del análisis del Informe presidencial, el diputado del PRD Emilio Zebadúa consideró que el jefe del Ejecutivo no convence con sus declaraciones de gobernabilidad democrática y de respeto formal al estado de derecho. ''Ahora sabemos, sencillamente, que no hay plan político ni proyecto concertado para resolver desde el Ejecutivo las demandas más apremiantes de la sociedad. La reforma del Estado se ha dejado a la deriva y ahora se reduce a una serie de planteamientos utilitarios que busca el gobierno para fortalecerse'', dijo.

El mandatario pareciera ser otro hombre, considera Camacho

A la crítica se sumó el ex regente de la ciudad de México, Manuel Camacho Solís, quien recordó que hace tres años el país necesitaba un líder político que entendiera su responsabilidad histórica, que llamara con generosidad a la reconciliación y con audacia compartiera los objetivos del cambio. Ahora, expuso, ''en su tercer Informe el Presidente pareciera ser otro hombre: no tiene un plan político, dice que desea privilegiar la política y los acuerdos, pero comete un nuevo error que echa por tierra su propia oferta; sostiene que el país debe cambiar a partir de 2006''.

El también diputado perredista fue directo en su comentario y recomendó a la administración foxista resolver dos prioridades: la económica y la democrática, y cortar el estancamiento de la generación de empleos. Por ello lanzó una serie de interrogantes al Presidente de la República: ''ƑPor qué después de un compromiso tan grande con el cambio durante tres años no hubo reforma del Estado? ƑPor qué el gobierno le dio más importancia a la apertura del sector eléctrico que a la consolidación de la democracia? ƑPor qué en lugar de abrir el Fobaproa, como lo ofreció, terminó defendiendo a los banqueros con una controversia constitucional contraria al interés público? ƑPor qué después de tantos discursos a favor de la transparencia, la PGR no ha concluido en más de tres años la averiguación de Amigos de Fox, cuando sabemos que tiene toda la información?''

Después, Jesús González Schmal, de Convergencia, abordó el tema de la diplomacia mexicana. Acusó al foxismo de emprender una política exterior ''para hacernos creer que, con un activismo internacional oportunista, se obtienen ganancias para el país. Se vale de la doble cara de ser el candil de la calle y oscuridad de su casa''.

Conocedor del tema, el legislador recordó que el prestigio de la doctrina mexicana, que preserva la soberanía de las naciones más débiles de la injerencia de las grandes potencias, se trastocó de forma absurda. El desapego conceptual e histórico en la política exterior es evidente, dijo el diputado.

Por el contrario, el panista José Antonio de la Vega alabó la diplomacia foxista, porque ''observamos cómo la presencia de México en el exterior ha transitado hacia una política proactiva. Nuestro país ha reiterado su vocación pacifista y respondió al interés nacional de construir un mundo con reglas claras''.

Alfredo del Mazo, diputado priísta, más tibio que los otros opositores se limitó a criticar la ''expectativa desproporcionada'' -impulsada por el ex canciller Jorge G. Castañeda- de un acuerdo migratorio integral con Estados Unidos.

En otro momento de la larga sesión de ayer en San Lázaro, otra vez la fracción parlamentaria del Partido Verde levantó una ola de críticas, porque propuso -y así fue aprobado por la mayoría, excepto el PRD- exhortar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que, en sus resoluciones, respete siempre la definitividad de las distintas etapas de los procesos electorales.