México D.F. Viernes 12 de septiembre de 2003
La negociación se fraguó desde
el pasado miércoles entre Creel, Gordillo y Barrio
Ayudado por Castro, el PRI logra bloquear el desafuero
de Aldana
''Ustedes quieren que haya intocables en este país'',
advierte Pablo Gómez a priístas y panistas
ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ
El Partido Revolucionario Institucional, con la ayuda
del presidente de la mesa directiva, Juan de Dios Castro, y el apoyo de
las fracciones del Partido del Trabajo y de Convergencia -salvo Jesús
González Schmal-, logró echar abajo la sesión del
17 de septiembre donde se decidiría retirar el fuero constitucional
al senador priísta Ricardo Aldana Prieto, involucrado en el desvío
de 500 millones de pesos de Petróleos Mexicanos al partido que anoche
utilizó todos los recovecos legales para salvarlo.
Con una inusual asistencia de 484 legisladores, 245 votaron
a favor de revocar la decisión asumida por Castro Lozano en la sesión
del jueves pasado; 238 lo hicieron en contra y uno, Pedro Vázquez,
del PT, se abstuvo. Ayer, como se preveía, Convergencia y petistas
inclinaron la balanza a favor del PRI, a pesar de que Gonzalo Yáñez
juró que su fracción votaría a favor de continuar
el proceso de desafuero para evitar que su decisión se interpretara
como una alianza más con el salinismo. A la negociación con
los diputados priístas se sumaron cuatro legisladores de Convergencia,
encabezados por Jesús Martínez Alvarez.
Esos
ocho votos fueron los que le dieron al tricolor la posibilidad de
que Aldana Prieto continúe gozando del fuero constitucional, que
impide a la Procuraduría General de la República ejercer
acción penal en su contra. Al definir esa actitud, el coordinador
de los diputados del Partido de la Revolución Democrática,
Pablo Gómez, les soltó a los panistas, priístas y
sus nuevos aliados: ''¡Ustedes quieren que haya intocables en este
país! Esta noche, aquí, hubo una pelea callejera, arreglada,
entre el PRI y el PAN''.
Y es que la negociación entre esos dos partidos
se fraguó la noche del miércoles entre el secretario de Gobernación,
Santiago Creel, y los coordinadores de esas bancadas, Elba Esther Gordillo
y Francisco Barrio. Parte fundamental de la negociación -indicaron
fuentes legislativas- consistía en que Juan de Dios Castro modificara
los términos de su decisión del jueves pasado. Y así
fue.
El presidente de la mesa reconoció su error, con
el argumento de que no consultó con el pleno camaral su decisión,
y tomó por buena la solicitud del diputado priísta Miguel
Angel Yunes, con objeto de revocar la convocatoria ''o turnarla a la Comisión
Jurisdiccional''. Para eso era necesario que la noche del jueves, como
marcan los artículos 18 y 19 del reglamento de la Cámara,
a la petición de Yunes se adhirieran dos legisladores más,
hecho que no sucedió.
Y ayer, Juan de Dios Castro desempeñó el
papel de facilitador de las exigencias del PRI, porque aceptó que
los dos priístas que intervinieron después de Yunes, Emilio
Chuayffet y Héctor Gutiérrez de la Garza, fueran tomados
como ''adherentes'' y no como oradores, papel que en realidad jugaron ese
día.
La actitud del presidente de la mesa se explicó,
luego de que uno de los coordinadores parlamentarios le mandó preguntar
su posición sobre la votación. La respuesta fue: ''Estoy
presionadísimo. No puedo hacer nada''.
Así que no sólo permitió la votación,
sino que inclusive turnó el expediente de Aldana a la Comisión
Jurisdiccional, cuando ésta se integre, y no lo reservó en
la mesa directiva, como exigió el PRD.
Desde la mañana y al enterarse en los pasillos
de San Lázaro del acuerdo entre Creel, Gordillo y Barrio, Pablo
Gómez intentó convencer al panista que era necesario abandonar
la sesión para romper el quórum y llegar de esa forma directamente
al miércoles 17, con objeto de desaforar a Aldana.
Primero, Barrio le respondió: ''Lo vamos a considerar''.
Después evadió la solicitud de Gómez Alvarez y éste,
en una tercera ocasión, fue acompañado por más de
30 diputados del PRD hasta la curul del coordinador panista para exigirle
una respuesta. Lacónico, Francisco Barrio Terrazas les contestó:
''Vamos a permanecer en el salón de sesiones, porque es decisión
de la bancada''.
Con ese argumento se selló el desenlace de la votación,
porque desde las 15 horas los legisladores perredistas y panistas sabían
que por número perderían la votación. Desde entonces
se tuvo noticia de que el PT y Convergencia se sumarían al PRI.
Todavía, Pablo Gómez denunció la
reanudación del maridaje PRI-PAN, que se consolidó
''en forma de albazo''. Afirmó que ambos partidos pretendieron
''enmascarar su acuerdo de la manera más ruin y vergonzosa''. Ante
lo que ya se había armado, soltó: ''Aquí habrá
un salpicadero de estiércol, pero caerá del lado de la derecha''.
Los
90 perredistas finalmente decidieron quedarse en el salón para dar
la batalla. ''Sería absurdo salirnos; nadie conspira sobre sí
mismo'', delimitó el coordinador de la bancada perredista.
La denuncia de Gómez provocó la respuesta
inmediata del PAN. Desencajados, Francisco Barrio y Juan Molinar Horcasitas
se enfrentaron a los duros cuestionamientos de los reporteros, porque argumentaron
una supuesta defensa del procedimiento de Castro Lozano en una votación,
aun si la perdían.
El ex contralor adujo que no se someterían a los
"chantajes, chicanas y movidas" que, según él, pretendía
Pablo Gómez. Rechazó el rompimiento del quórum como
un procedimiento parlamentario, cuando su partido lo ha utilizado desde
1988 para evitar que la primera minoría -la priísta- impusiera
sus condiciones.
-¿Nos está diciendo que prefiere perder
una votación, que por segunda vez se le vayan a usted los "peces
gordos", antes que ir a un acuerdo con el PRD?
-Yo lo que digo es que no nos prestaremos a estas maniobras,
ni ahora ni después. Hoy nos lo propone el PRD, mañana yo
no sé quién; no vamos a aceptar ese tipo de maniobras.
Por la noche, antes de la votación, Pablo Gómez
definió la verdadera actuación de Acción Nacional:
"No importa cómo se negoció, el hecho es que el PAN acepte
pagar el costo frente al chantaje del PRI".
Truena Roberto Campa contra La Jornada
Un día antes, en la plenaria del PRI, un diputado
le preguntó a Elba Esther Gordillo si -como publicó este
diario- al aprobar el martes el acta de la sesión del jueves los
priístas habían convalidado la convocatoria de Juan de Dios
Castro. La maestra guardó silencio, pero Roberto Campa Cifrián,
uno de sus legisladores incondicionales, respondió por ella: "Eso
es un problema que tiene La Jornada con el PRI; ese periódico
ha publicado información para dividirnos, debemos tener cuidado
y ser cautelosos. Pero La Jornada tiene un problema con el PRI".
|