La Jornada Semanal,   domingo 31 de agosto del 2003        núm. 443
Cuando escribía poemas

Juan Domingo Argüelles

Para Hugo Gutiérrez Vega

Cuando escribía poemas, tenía tiempo de quejarme
en todo aquello que escribía de todo aquello que leía.
Hoy me quejo todo el tiempo pero no tengo tiempo
de escribir poemas. Chantajeado por las ocupaciones
decidí que al fin y al cabo ya tendría tiempo
–hay más tiempo que vida– de escribir otra vez poemas.
Y hay que ver cómo ha sido la cosa.
Escribir poemas no es asunto fácil,
aunque en las altas o en las bajas horas
se siente uno a escribir poemas (esto es prueba de ello)
y produzca renglones y renglones
que hasta parecen poemas
porque fueron escritos como si fueran poemas.

Cuando escribía poemas
sentía que escribirlos era necesidad y era pecado,
y no dejaba de escribirlos sino hasta el alba.
Hoy resulta que escribir poemas
es una ocupación de gente con corbata
que para escribir poemas primero traza un cronograma
y está pensando incluso cuándo le pagan.

Cuando escribía poemas
tenía la certeza de la incertidumbre.
Hoy lo que tengo es poemas, muchos poemas,
una obra enterita totalmente de poemas.
Ya ni siquiera sé cuándo escribía poemas.
Lo único que sé es que esos poemas
fueron escritos hace tanto tiempo
que cuando doy lectura a uno de ellos
me sorprende saber que un día escribí poemas.