.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas

E S P E C T A C U L O S
..

México D.F. Lunes 18 de agosto de 2003

Fundada hace 10 años, es un negocio igual a cualquier otro, "sólo que vende placer"

Gold Dreams sacó a las sexshops de la clandestinidad: Ramón Lamas

"Dar una personalidad atractiva, discreta y profesional", el reto del también cirujano dentista

Al principio sólo surtía a sus amistades, pero descubrió que la demanda era generalizada, expresa

RAMIRO GOMEZ LUENGO ESPECIAL

Anaqueles repletos de las mejores películas triple equis, lencería fina en materiales que van de la seda a la piel, pasando por una amplia variedad de lubricantes, esencias exóticas, tarjetas, revistas, condones de todos los tamaños, colores y aromas posibles, sin olvidar un vasto repertorio de juguetes, entre ellos dildos (vulgo consolador), vaginas electrónicas y muñecas inflables, conforman la artillería pesada del arsenal erótico de Gold Dreams, sexshop fundada hace más de 10 años por Ramón Lamas Guzmán, quien cataloga su giro como un negocio igual a cualquier otro, "nada más que en vez de comercializar tomates o automóviles yo vendo placer".

Tras una fachada azul con vidrios polarizados, enmarcada por un letrero luminoso que reza: Gold Dreams, el número 78-A de la calle Ezequiel Montes cobró notoriedad en la colonia Tabacalera casi desde un principio, puesto que en su primera semana de funcionamiento congregó la friolera de 60 inspectores de todos los calibres, quienes, argumentando que estaba prohibido negociar ese tipo de mercancía que "incitaba a la perversión", se dejaron pedir cantidad de dinero para evitar una clausura o incluso la incautación del material.

"Así funcionamos por un tiempo, venía un inspector sepa de qué carajos y le daba un poco de dinero, y a la media hora se presentaba otro que alegaba que era ilegal, que no estaba permitido en este país y también le dábamos para su refresco. Luego me salieron con el derecho de uso de suelo e incluso uno de ellos se ofreció a tramitarlo y resulta que toda la colonia es comercial, así que no hay que tramitar nada, sino simplemente pedirlo, pero cuando uno es dentista, pues lo toman desprevenido, pero siempre alegaban que era cosa difícil, que no estaba permitido."

Cirujano dentista, así como director y editor de las publicaciones Galería erótica, Atractivo, Adanes (cómic) y La otra guía, Ramón Lamas confiesa que se metió en este rollo de manera casi accidental, ya que debido a sus constantes viajes a Estados Unidos muchos conocidos le encargaban Poppers, que en esa época (entre 1992 y 1993) estaban prohibidos en ese país, por lo que habían desaparecido también de Tepito, que siempre ha sido en México el lugar por excelencia para conseguir este tipo de artículos.

Interesante, ofrecer un producto que no había en el barrio bravo

"Me pareció interesante ofrecerles un producto que no había en ese momento en el barrio bravo, por lo que hice un viaje especial a Nueva York para conseguirlos y dárselos a mis amistades, es decir, nunca con el afán de que esto fuera un negocio como tal, sino simplemente con el deseo de complacer las necesidades de los conocidos. Yo tenía mi consultorio en este local y un día en que apremiaba la situación económica y tenía esos productos aquí guardados para cuando viniera algún conocido, se me ocurrió ir a ofrecérselos a la gente de Tepito y cuando lo vieron dijeron guau, porque según ellos aquello ya no existía, y me compraron toda la mercancía de un jalón.

"Como los frascos tenían mucha demanda empecé a surtirles, pero era un ambiente en el cual no me sentía cómodo, y como ya tenía una lista de clientes que además de los Poppers también me encargaban juguetes me dije: bueno, qué tengo yo que andar haciendo viaje tras viaje y llevando cosas tan poco cómodas para meterlas en maletas y luego pasando pena con los aduaneros que las revisan enfrente de toda la gente; así es que decidí invertir los papeles y empecé a proveerme con los mismos a los que yo les vendía."

Lamas recuerda que empezó a publicar pequeños anuncios en Tiempo Libre y sólo hacía entregas a domicilio para evitar cualquier malentendido con las autoridades, pero de 10 llamadas que recibía al menos tres eran bromas de personas que le daban el domicilio de algún convento o de otras que en realidad querían tener sexo con los mensajeros.

Videos, según el tema

Un recorrido por la tienda revela de inmediato que si bien los juguetes, ropa y accesorios tienen una sección especial donde son exhibidos de manera muy atractiva, el plato fuerte son los videos, casi todos de producción estadunidense, los cuales se dividen según su tesitura en gays (la sección principal), straighs (heterosexuales), de lesbianas, transexuales (diablo con vestido azul) y otras diversas especialidades como el bondage, fetish, fisting y demás tendencias inherentes al genoma humano.

"La gente no quería juguetes, quería videos, por lo que me fui con mis cuates de Tepito, quienes me consiguieron cosas de aquí y allá con las cuales llené anaqueles en una sección separada del consultorio, pero con la misma entrada, por lo que a veces me confundía y no sabía si el cliente venía de compras o a consulta."

Lamas, quien se define como una persona que siempre ha estado del lado erótico, tanto por sus revistas como por sus tiendas, pero desde un punto de vista sensitivo y literario, recuerda mucho que un amigo le preguntó si no le daba verguenza, teniendo dos carreras y siendo catedrático, dedicarse a este giro, "a lo que respondí que una vez que ya había logrado lo que quería, ahora mi reto era sacar adelante este proyecto.

"Me gustaría recalcar que esta sexshop tiene sus orígenes mexicanos en Tepito, donde era un negocio ya viejo y conocido por mucha gente, pero muy clandestino, y fue al ver esa situación, al saber que había una demanda muy generalizada, muy natural y muy universal, que dije: vamos a formalizar esto. Sabía que las autoridades me iban a venir a buscar y que hallaría cantidad de problemas, pero era un reto que valía la pena: sacar a la sexshop del barrio bravo y traerla a la ciudad para darle personalidad propia, atractiva, pero sobre todo discreta y profesional."

Ramón Lamas señala que los que disfrutan esta alternativa de vida son por lo general personas muy preparadas y por ende muy exigentes, puesto que tienen el dinero para pagar productos que jamás han sido ni serán baratos, razón por la cual tuvo que viajar a Estados Unidos para establecer sus contactos y surtirse directamente en materia de videos, "debido a que la demanda cada día era más especializada".

En EU se resintió el paso de Giulianni

Al contrario de lo que pudiera pensarse, la industria del erotismo está prohibida en la gran mayoría de las ciudades estadunidenses, salvo muy honrosas excepciones como Los Angeles, Chicago y Nueva York, la cual resintió de manera muy especial el paso de Mr. Tolerancia Cero, Rudolph Giulianni, "quien gracias a una sarta de disposiciones que envidiaría el Santo Oficio acabó prácticamente con las sexshops, cines y cabarets de la calle 42, donde se podían conseguir los mejores estrenos y accesorios, así como el mayor volumen.

"Considero que el mejor concepto de sexshop es el que se maneja en Canadá, sobre todo en Toronto y Montreal, pero aun así me fui a dar mi vuelta por Europa, que representó una sorpresa a medias, ya que si bien Holanda es la vanguardia, en términos generales ofrece, al igual que Francia y España, exactamente lo mismo que se ve en el resto del mundo: películas, juguetes y lubricantes hechos en Estados Unidos, es decir, no sabemos qué fue primero: si el huevo o la gallina."

Molones por naturaleza, en promedio un paisano por semana, afirma Lamas, llega a decirles que tanto esta casa matriz como las sucursales en la Zona Rosa (Hamburgo-164) y el Centro Histórico (Eje Central 23-C) no le llegan ni a los talones a las que han visto en otras ciudades, "pero vienen a hacer el ridículo, ya que por el simple hecho de estar en el negocio tenemos la obligación de ir al día y nadie nos va a sorprender en ese sentido.

"Viajamos bastante para actualizarnos, pero además cada cuatro meses vamos a Las Vegas, donde se concentran las exposiciones relativas tanto a videos como a juguetes y lencería, aunque la verdad es que ya es muy poco lo que se puede innovar en este tema."

Sacudió a una colonia tradicional

Aunque para muchos vecinos la existencia de la sexshop pasó desapercibida durante años, su irrupción en la Tabacalera sacudió un poco a una colonia céntrica y tradicional que, pese a sus atractivos, como el Monumento a la Revolución, la Academia de San Carlos e incluso el mismísimo Frontón México (en sempiterna huelga), se ahogaba en el olvido, por lo que ahora sus calles lucen más iluminadas y sus edificios, muchos devastados por el terremoto del 85, han sido reconstruidos para dedicar sus plantas bajas a giros como cafés, tiendas y restaurantes.

Consciente de haber horrorizado a una que otra alma pía, Ramón Lamas destaca que su giro es exactamente lo mismo que si vendiera jitomates o automóviles, es decir, un negocio como cualquier otro, "pero, como siempre estamos expuestos al morbo, lo hice de la manera más discreta para no dar pie a ninguna clase de problema.

"Y es que muchos medios de comunicación optan por la satanización generalizada, sin ubicarse en la época y en la dimensión vivencial de lo que es la sexualidad; por eso siempre han buscado aquello que se presta a cierta crítica, a cierto amarillismo, sin saber que son ellos los que crean con su actitud el morbo y el rechazo. De igual modo, hay muchos providas que me han cuestionado, y les digo que me vale sombrilla y les contesto como debo, y me gustaría decirles otras cositas, pero no soy dueño de la verdad absoluta."

A diferencia de Tepito, donde los juguetes, afrodisiacos y lubricantes se venden sin ninguna explicación, ya que a este nivel se supone que el cliente sabe perfectamente qué es lo que anda buscando y para qué lo quiere, destaca la actitud afable y conocedora de los dependientes, quienes contestan sin el menor asomo de chacota todas las preguntas que se les hacen, desde cómo funciona un dildo eléctrico, si ya llegaron los condones musicales o si tienen la nueva versión de las Abuelitas insaciables.

-¿Quiénes vienen?

-Quien tiene más necesidad de estos servicios; uno que está casado, no creo; el chamaco que está estudiando, puede ser, pero no tiene los recursos económicos; la mujer que puede ir a un bar o al box, sola, con el nivel que tenemos de cultura y machismo en México, mucho menos. Entonces vienen los que quieren, sí, vienen aquellas personas que se han superado en relación con su cultura, su tendencia y vida sexual, y que tienen el dinero para pagar.

"Tengo clientes discapacitados, así como señores y señoras de más de 70 años que me compran películas y accesorios al mismo nivel que cualquier persona de 18 a 40, y esto es algo que me intriga, porque más de una vez me he preguntado cómo le harán para disfrutar a tope su sexualidad, si usarán Viagra o algo por el estilo. Recuerdo mucho a las madres de unos niños que ahora son estrellas de la cantada y la actuación y cuyos nombres no revelo porque son bastante famosos, que me compraban muñecas y vaginas para sus chamacos cuando andaban en gira, me imagino que tendrían miedo de que fueran a contagiarse de sida o ya de perdis de una gonorrea."

El derecho a divertirse es de todos

Si bien fue la comunidad gay la que impulsó en el mundo el concepto de la sexshop, debido a que muchos homosexuales son personas de altos ingresos y disfruta su vida sexual sin tapujos, la tienda no está enfocada exclusivamente a este sector, razón por la cual no cuelga en la entrada ninguna bandera del arcoiris, pues podría interpretarse como un acto discriminatorio hacia los heterosexuales, quienes, acota Ramón Lamas, "también tienen derecho a divertirse".

Agrega: "A pesar de que este mercado es tan diverso como lo permite la mente de cada ser humano en el ejercicio libre y soberano de su sexualidad, el éxito o fracaso de la empresa está sujeto a los mismos vaivenes que podrían regir los destinos de un puesto de tacos, es decir, depende de la ubicación, la calidad del producto y el bolsillo del cliente".

Siendo un país tercermundista, se supondría que todo lo relativo al sexshop tendría que manejarse como lujo, pero Ramón Lamas asume su negocio con sentido social y por eso los precios están a la mitad que en la competencia, "porque más que hacerme rico de la noche a la mañana prefiero tener muchos clientes, algo que me satisface mucho más.

"Debido a la nuevas disposiciones aduanales, lo cual se traducirá en una fuerte alza de precios, decidí lanzarme a diseñar y fabricar yo mismo los juguetes, y no es por nada, pero éstos tienen una calidad tanto en materiales como acabados que no le piden nada a los de Estados Unidos."

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email