Tocará hoy junto con Francisco López y Zbigniew Paleta en El Café de Nadie

"Para gozar de Piazzolla más que entendimiento se necesita sensibilidad", señala César Olguín

ARTURO CRUZ BARCENAS

Hoy, a las nueve de la noche, César Olguín (bandoneón), Francisco López (bajo eléctrico) y Zbigniew Paleta (violín) ofrecerán el concierto De Piazzolla en trío, que a su vez es el título del disco número 9 de la carrera de 25 años de músico de Olguín (Río Cuarto, Argentina), en El Café de Nadie, lugar cuyo administrador, Ilya de Gortari, promueve la cultura del aromático desde hace 14 años.

En entrevista, Olguín invitó al público a su concierto, en un sitio como El Café de Nadie, "de los pocos que permiten sin condición alguna mostrar nuestro trabajo. Además de la música tratamos de dejar en la concurrencia anécdotas, historias, una imagen más redonda de nuestra conducta como músicos".

Es un espectáculo sin canto, "tan sólo música de Astor Piazzolla", dijo, con modestia sorprendente. En hora y media, el trío interpretará la obra del máximo tanguero argentino. Para gozar de Piazzolla, precisó, "más que entendimiento se necesita sensibilidad, para dejarse llevar por la parte emocional".

Dijo que el tango en su país "pasa por una reminiscencia de buena época, sobre todo en materia de la danza, no coreográfica. Creo que está, desde hace unas décadas, en busca de un nuevo idioma musical que permita acercarlo mucho más a los jóvenes. Su etapa es de búsqueda y experimentación".

Tiene 49 años y se ha dedicado a profundizar en el tango "picando piedra; rimo diariamente para encontrar el camino". Eso lo muestra en El Café de Nadie, al que considera "espacio vital, esencial, en las dimensiones cultural y artística. Es de los pocos sitios que hay en la ciudad donde desde el escenario se oye música diferente, al margen del dial comercial.

"Escucharán, básicamente, lo que grabamos en el cidí De Piazzolla en trío (Quindecim Recordings), con piezas como Tango del ángel y Milonga para tres", agregó Olguín, quien tiene grabada obra propia.

Para el maestro bandoneonista, Piazzolla es "creador de un estilo intensamente personal, único; le dio a la música ciudadana un aire renovador, revitalizador. Su música es el lenguaje del Buenos Aires contemporáneo; es el idioma de los que no vivimos la secta del cuchillo y el coraje".

Ilya de Gortari comentó que a El Café de Nadie no lo ve como negocio. "Aquí se llama El Café de Nadie porque es de todos. Así le llamaban los estridentistas al lugar donde se reunían.

"Pienso en la cultura del café como algo que abre puntos de encuentro, de conversación. Aquí hay conciertos, lecturas y exposiciones, tanto de autores desconocidos como ya de cierto prestigio. Aquí trabaja gente como Olguín, Jaime López y Nina Galindo, quienes están fuera del entramado mercantil. Más que presentar, yo digo que comparto, porque para mí es un gusto. Lo disfrutable, como la música, es mejor en compañía."

Su clientela no es de la que tiene mucho dinero. Unos llegan y se toman su cafecito de 10 pesos o quesadillas o empanadas, que él prepara. Hay vino y cerveza. "No quiero ser rico; no lo soy, sino afortunado. Ojalá no me falte el dinero para continuar con esto."

La casa que ocupa El Café de Nadie, en San Luis Potosí 121, esquina Jalapa, colonia Roma, tiene la distinción de haber sido ocupada por Xavier Villaurrutia. "El Café de Nadie estuvo ocho años en el pasaje El Parián, en Alvaro Obregón. Un día, caminando, vi esta casota y desde entonces la rento." Recomienda hacer reservación al teléfono 5264-3420. Para el concierto de hoy de Olguín y compañía se cobrará un donativo -"la palabra cóver me saca ronchas"- de 80 pesos. El sitio labora de martes a sábado. Cierra a eso de las 12 de la noche. (Mañana se presenta Salamandra, a las nueve de la noche. Donativo: 50 pesos.