Magdalena Núñez Monreal

Grave explotación de las mujeres migrantes

ROBERTO GARDUÑO

Las mujeres migrantes enfrentan una notable desigualdad en el trabajo, porque reciben menos de 30 por ciento del salario que perciben los hombres, y además son objeto de violencia, abuso sexual y prostitución, aseguró la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Magdalena Núñez Monreal.

Al revelar su intención de contender por la candidatura de su partido para la gubernatura de Zacatecas, la legisladora advirtió que la proporción de mujeres que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos se ha incrementado, por lo que actualmente de los 390 mil ciudadanos migrantes que por año viajan en busca de fuentes de trabajo, 53.9 por ciento son hombres y 46.1 son amas de casa y jóvenes.

"Ya se dijo que la pobreza se feminiza, entre las más pobres están las mujeres, y no tiene que ver con que trabajen menos. Las razones por las que las mujeres emigran tienen que ver con la situación económica, hay cada vez más madres solteras que tienen que afrontar la responsabilidad de ser cabeza de familia. Hace tres años la proporción de mujeres que emigraba era de 44 por ciento, ahora, el dato más reciente que tenemos es que esta diferencia se acorta entre ambos géneros".

Cifras del Consejo Nacional de Población reflejan que 86.4 por ciento de los hombres de origen mexicano en edad de trabajar se ubican en el segmento de la población económicamente activa, y sólo 47.6 por ciento de las mujeres.

Al comentar que Zacatecas forma parte del grupo de siete estados más pobres del país, Núñez Monreal manifestó que en su entidad escasean las opciones de ocupación, porque los usos y costumbres de las comunidades rurales contribuyen a ello, y además, se suma la ausencia de respuestas gubernamentales.

"Tenemos que reconocer que falta organización de los productores, se sigue trabajando de manera empírica, y el gobierno debe ser el facilitador en beneficio de los productores, además hay redes de acaparadores que no tienen intención de resolver el problema. Y no es fácil que con esa cultura, de que hago las cosas así porque así me lo enseñaron, se puedan resolver los problemas. El gobierno no debe renunciar a su obligación de resolver esos problemas".

Impulsora de una nueva cultura del derecho de género, la diputada informó que en la percepción de salarios, la mujer migrante es objeto de la discriminación.

"Hasta 2002, los migrantes obtuvieron un salario promedio mensual de mil 686 dólares, pero hay diferencias por género; en el caso de los hombres el salario promedio mensual es de mil 957 dólares; en el caso femenino, el promedio es de mil 360 dólares. Los hombres se desempeñan en 10.7 por ciento, en el sector primario, básicamente agricultura, y a partes casi iguales en el sector secundario (industria) con 42.9 por ciento, y en el terciario (comercio y servicios) un 46.5 por ciento. Las mujeres, por su parte, participan en 3.1 por ciento en las actividades primarias, 20.1 en secundarias, y se concentran, con 76.8 por ciento en el sector terciario. Además, 94.5 por ciento de los hombres que trabajan lo hacen de tiempo completo, y las mujeres lo hacen en un porcentaje de 80.1".