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P O L I T I C A
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México D.F. Lunes 11 de agosto de 2003

ASTILLERO

Julio Hernández López

Roble que cae y Aguila que releva

Del fuego amigo al amigo Godoy

ROSARIO ROBLES SE fugó hacia adelante: renunció antes que enfrentar, acusó antes que explicar, denunció fuego amigo cuando de su pradera ya sólo cenizas quedaban, se negó a ser la rehén de las corrientes que, sin protestar, ya era desde su propia elección; alegó prendas éticas frente a dudas financieras, fue irrevocable para dimitir como no lo había sido para cumplir sus promesas electorales vigesimales, y así la aritmética perredista regionalmente festiva del 6 de julio quedó en división más que en suma, en resta más que en multiplicación, en un presente viscoso, lleno de apenas contenidas ambiciones futuristas que exhiben al sol azteca como un cuerpo decadente, entrampado en sus permanentes pleitos sin salida, atenido a que lo salven los mismos caudillos y tribus que le han postrado: fracaso y desesperanza cuando más se necesita una alternativa popular y de izquierda a la resurrección del autoritarismo priísta (Salinas, Madrazo y Elba Esther como factores de la nueva aurora) y al derrumbe del foxismo imperito.

ROSARIO DE ERRORES que llegaron a un desenlace necesario: la presidenta nacional del PRD emergió de un pantano de irregularidades deslegitimadoras que la instalaron en una silla tambaleante, para cuya ocupación hubo de doblegarse ante tribus y corrientes (sobre todo la de los Chuchos, que impuso a Carlos Navarrete como personero); luego, ya instalada, jugó con la tesis de las aperturas democráticas y las alianzas sociales, agitando sin proyecto ni operación políticas algunos avisperos (entre ellos el del aliado original, Cuauhtémoc Cárdenas), de donde luego salieron las primeras críticas fuertes y directas, anunciadoras del desmoronamiento de las Roscas. Fuego amigo, guerra sucia, argumenta el roble que cae, sin apuntar en esa bitácora bélica el bombardeo propio, las bajas producidas por sí mismo, como la desmesura en el flanco más débil, el más impugnado, el del manejo del dinero: Publicorp ya le había impreso desde los tiempos del gobierno chilango el tatuaje (políticamente visible e imborrable, así fuera injusto) del cochinito personal, y ahora, con persistencia increíble, digna de mejores causas, volvió a tropezar con la misma piedra contratista que no puede ser borrada con cartas exculpatorias (en política lo que parece es, reza una máxima política famosa). Fuego amigo salido también de los flancos netamente internos: de las relaciones personales que no pudieron mantenerse como tales porque el empresario favorito del PRD Ahumaba la necesaria transparencia de la dirigente: proyectos periodísticos independientes, conflictos futbolísticos de escándalo, contratos delegacionales suspendidos por la honestidad valiente y también revanchista. Rosario sin asideras, sin aliados, aislada, aferrada a un discurso de vano triunfalismo, sonrisa escenográfica única entre ceños estructurales fruncidos.

AL RELEVO (SUPUESTAMENTE para poner fin a esta crisis causada por las corrientes, según el postrero análisis rosarista) llega Leonel Godoy, representante inequívoco de la corriente cardenista. Corriente mata corriente, sobre todo si es la del jefe que quiere ser candidato presidencial por cuarta ocasión, o cuando menos abrir el paso al hijo que, a la vez, era todavía ayer el jefe del nuevo líder sin pecado faccioso o grupal concebido: San Leonel de los Michoacanes, quien siempre ha sido fiel servidor de la causa familiar. Godoy impulsado hacia un interinato (cargable en sus posibles desastres a la cuenta de los Cárdenas) por el mismísimo San Andrés Jefe de Redacción (que en su ignorancia del periodismo cree que esos jefes, y no los de Información, son los que instruyen diariamente a los reporteros para que den seguimiento a determinadas notas: la conocida intolerancia de quien aplaude a la prensa si coincide con su pensamiento y propósitos, pero que la critica o quiere corregir si disiente de su visión iluminada de la realidad). Los Acuerdos de San Andrés Macuspana, quien no quiso impulsar a los propios (Encinas y Batres) y prefirió darle carta abierta a quien se ha asumido como su presunto principal adversario por 2006: Godoy emergido de la corriente suprema, la de los gobernadores perredistas, que así ponen a disposición del ingeniero la estructura partidista para que haga lo que crea conveniente.

PLEITOS INTERNOS, REBATIÑAS personales, mientras el mismísimo PAN le pide al presidente Fox, en voz del secretario general Manuel Espino, que redefina urgentemente la línea política antes que se hunda el barco blanquiazul por falta de resultados en la empresa anunciada de convertir al país en paraíso de cambios recobrados. Los panistas también hacen crujir sus andamiajes, pero mantienen todavía la figura, expertos en aparentar que asuntos como el Fobaproa pueden ser resueltos imparcialmente aun con la presencia del abogado Diego, que en sus ratos libres despacha como senador y líder partidista a la sombra.

MARCOS, MIENTRAS TANTO, regatea su presencia física y retoma estrategias mediáticas del Presidente de los quince minutos: mensaje radiofónico que podría llamarse Sub contigo, Sub ¿bien vivo? Caracolas, más que Caracoles, mediante las cuales se difunde al mundo la buena nueva de que el zapatismo se ha puesto nuevamente de pie, aprovechando la notabilísima debilidad del foxismo. Por lo pronto, se levantan los retenes y se suspende el pago de impuestos de guerra, pero ya le han instalado al esposo de la señora Marta las juntas de buen gobierno, el territorio autónomo. Zapatismo redivivo, dispuesto a cobrar el silencio y el inmovilismo en que hubo de mantenerse mientras el subpresidente se encargaba de sabotear su propia viabilidad histórica: si Fox se declara en huelga y llama a los interesados a que ocupen ya la silla virtualmente vacante, entonces también es tiempo ya de reiterar demandas, de reactivar movimientos, de adelantar el reloj de un sexenio perdido. Eso sí, el cardenal en jefe de la Iglesia católica mexicana, Norberto Rivera, provoca encabezados de presuntas insurgencias políticas cuando advierte que la resurrección del EZLN no debe verse manipulada por monos blancos ni primeras damas, aunque luego se lee que el veto al activismo político no se refiere a la presidenta de Vamos México, sino a figuras francesas extranjeras de poderes pretéritos.

Fax: 5605-2099 [email protected]

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