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México D.F. Miércoles 23 de julio de 2003

En 2002 lo obtuvo por La nena y la mar y este año por Los elementos del jazz

Malpica, ganador por segunda vez del premio de novela Rosario Castellanos

Construir un recuerdo en la memoria de un niño, tesis central de su nueva obra

JAVIER MOLINA ESPECIAL PARA LA JORNADA

San Cristobal de las Casas, Chis., 22 de julio. Antonio Malpica obtuvo el Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 2003 con su libro Los elementos del jazz. También consiguió ese galardón en 2002 con su novela La nena y el mar.

Llama la atención que en ambos casos los miembros del jurado: Gerardo de la Torre, Fernando Solana Olivares y Alberto Vital en 2002, y Adriana Jiménez, Daniel Sada y Mauricio Carrera este año, hayan esgrimido exactamente las mismas razones para otorgarlo: ''Capacidad narrativa, dominio del lenguaje, habilidad para construir personajes y escenarios convincentes, así como una muy apreciable voluntad de incidir en tensiones y contradicciones de la condición humana en el México de nuestros días".

Dejar la inocencia infantil

Antonio Malpica Maury (Distrito Federal, 1967) participó dos veces, porque ''no estaba estipulado en la convocatoria, por eso me animé", explica de manera sencilla.

Ahora bien, en cuanto a su novela Los elementos del jazz afirma: ''La tesis es la construcción de un recuerdo. Es la memoria de un niño de ocho años y el mundo adulto con el que interactuó en la época de los años 70; básicamente es eso".

-Proust recuerda el sabor del té y afirma que, sobre una gota puede construirse ''el enorme edificio del recuerdo".

-Aquí es como la construcción artificial de un recuerdo. Esto se devela al final del libro. Para no evitarle la sorpresa al lector, pues ya no abundo: es que hay una revelación al final.

-ƑAlguna vivencia suya?

-Obviamente hay alguna parte de vivencia personal, en el sentido de la evocación en general, porque la historia sí es completamente ficticia, los personajes también. Entonces digamos que yo fundamenté el sentir y el pensar del niño en mi propia experiencia, porque viví mi infancia en esa época; el protagonista es arrancado de su mundo infantil para ser inmerso en un mundo de adultos: es en donde está la médula de la novela.

''Los elementos del jazz sirven como pretexto para capitular la historia y para darle coherencia a la acción y a los personajes. Cada capítulo es un elemento del jazz, por ejemplo la improvisación, el ritmo, el fraseo, la armonía (...) El niño es el que da el hilo de la historia, es la columna vertebral, por eso está contada en primera persona y el que relata todo es el niño.''

El escritor se refiere a la pérdida de la inocencia: ''Hay un cierto manejo de eso tan delicado que es la inocencia infantil, y que en los años 70 era algo más cuidado: ocurre una transición entre la inocencia del muchacho y el descubrimiento de cómo son y cuáles son los hilos que conducen al mundo de los adultos en cuanto al sexo, la violencia, la traición, etcétera''.

Abrir los ojos

-Lo que se llama la pérdida de la inocencia también podría ser el conocimiento del mundo.

-Tal vez sí. De alguna forma es lo que nos pasa a todos cuando perdemos la inocencia: es cuando abrimos los ojos.

-La novela trascurre en la ciudad de México, en los años 70.

-Podría ser actual. Por cierta facilidad, porque tiene que ser ubicada la historia, la ambienté en los años 70, precisamente porque es una remembranza; ocurre en la ciudad de México, pero no quise darle una ubicación, precisamente porque la manera en cómo se construye la historia necesitaba esa ubicuidad, esa ambigüedad, tanto en el lugar como en la época. No hay una precisión del año, pero se puede adivinar por los actos que rodean a la narración.

''Lo que me motiva a mí como escritor es hablar de la condición humana, más que hacer la descripción de un lugar o de un momento. Finalmente en eso se basa la novela, eso es lo que como escritor quiero que quede en la memoria del lector: la complejidad de los personajes, cuán entrañables son, los cambios que los transforman, los sentimientos que los conducen, en fin, es una amalgama de todo eso: es una especie como de retrato de un solo acontecimiento, que es la transformación del niño y las respuestas que da a ese mundo que es completamente nuevo para él, y que está escenificado por los personajes que se mencionan en cada capítulo.

-El narrador, al adoptar el punto de vista del niño, puede lograr la recuperación de la inocencia.

-Sí, porque cuando se da la narración, es como si el narrador volviera a tener ocho años y no se explicara todo lo que acontece a su alrededor.

El Premio Nacional de Novela Breve 2003, 50 mil pesos y el reconocimiento, fue entregado por Oscar Oliva Ruiz, titular del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, en el Teatro de la Ciudad Junchavín, al concluir el tercer Festival Internacional de las Culturas y las Artes Rosario Castellanos en la ciudad de Comitán de Domínguez.

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