Ojarasca 75  julio 2003


Los huicholes frenan

la tala ilegal de su bosque
 

Bancos de Calítique, Durango. Como lo documentaron en su momento La Jornada, Ojarasca y Público, desde el 14 de mayo los comuneros wixaritari (o huicholes) de Bancos de San Hipólito o Calítique, instalaron un campamento plantón en el paraje Las Carreras, con el objetivo de frenar la explotación forestal ilegal en lo que consideran parte de las 10 720 hectáreas de su territorio ancestral (y tienen títulos que los avalan). La defensa de este territorio ha sido difícil, dado que los mestizos de San Lucas de Jalpa, una comunidad agraria vecina, lo han ambicionado desde que se aposentaron en la región en los años treinta.

Los wixaritari de Bancos insisten en que no se puede explotar la madera de un bosque de pino, encino y roble como el de Las Carreras, ya que existe una demanda agraria de "Nulidad de Actos y Documentos" (expediente 327/2002) emprendida por los comuneros de Bancos de San Hipólito contra San Lucas de Jalpa, y en tanto esa demanda no se resuelva nadie puede explotar dichos terrenos.

Hacia el 11 de junio de 2003, a casi un mes de iniciado el plantón, los comuneros de Bancos citaron a las instancias gubernamentales pertinentes a que resolvieran el caso del desmonte ilegal, constataran la tala ya perpetrada y a enfatizar el cumplimiento de leyes y regulaciones, instandólas a cumplir la normatividad sin entrar en una negociación política con el gobierno del estado de Durango. Las instancias gubernamentales no acudieron a la cita, y varios personeros y gente en lo individual insistió a los comuneros huicholes de Bancos que deberían contar con un padrino político, abrir canales de negociación privados, porque si no, un plantón de la naturaleza del emprendido "no tenía ningún futuro". Pese a las recomendaciones de negociar en lo oscurito, los huicholes decidieron que el 11 de junio sesionarían en Las Carreras ante la sociedad civil y los medios de comunicación, en un acto sencillo que mostró los argumentos huicholes y la fuerza de todas las otras comunidades agrario-religiosas wixárika (Santa Catarina, San Sebastián, Tuxpan de Bolaños y San Andrés) que asistieron para mostrar un frente como pueblo wixárika en su conjunto. También estuvieron presentes algunos representantes del pueblo od'ham o tepehuano, vecino de los huicholes de Bancos en el estado de Durango.

Pocos días después, y pese a no haber asistido, las instancias gubernamentales de Durango buscaron expresamente a los huicholes cuando fueron a la ciudad de Durango ante el Tribunal Unitario Agrario, Distrito VII, a la audiencia programada el 20 de julio, por la demanda que tienen interpuesta.

Los comuneros insisten en dialogar todo por los canales institucionales que tienen la responsabilidad de hacerlo, es decir, en apego a las leyes. Justamente, en la audiencia del 20 de julio, lograron un primer triunfo en el juicio, pues se dictaminó que no puede explotarse el paraje Las Carreras, ni ninguna otra tierra dentro las 10 720 hectáreas en litigio. Los huicholes aceptaron entonces que se sacaran del predio explotado los troncones de madera derribada, que no permitían sacar sin que mediara un dictamen legal para el efecto y un acuerdo transparente para las partes. Sin embargo, como un logro adicional, el dinero proveniente de dicha madera, no puede ser utilizado mientras dure el juicio y debe ser depositado en el Tribunal Unitario Agrario, para que al momento de definirse la verdadera titularidad de las tierras en litigio, se proceda a determinar quién debe quedarse con ese dinero.

En la larga batalla por defender su territorio, los wixaritari de Bancos --y de hecho todo el pueblo wixárika o huichol-- han logrado un pequeño pero significativo triunfo, con la ley en la mano, y la unidad creciente a la que convocan. Y el plantón sigue ahí.
 
 

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Las Carreras, Durango. Los comuneros wixaritari de Bancos de San Hipólito
muestran parte de los árboles cortados por los madereros mestizos, julio de 2003.



Foto: Marco Peláez / La Jornada

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