La Jornada Semanal,   domingo 20 de julio del 2003        núm. 437
in memoriam

María Mercedes Carranza

El trágico y demencial secuestro de su hermano por más de un año y medio a manos de las farc, el nulo apoyo de los gobiernos federal y municipal para el sostén de la Casa de Poesía Silva, que dirigió extraordinariamente, y problemas de índole familiar, llevaron al suicidio a la poeta colombiana María Mercedes Carranza. Cuando el estado de cosas de un país lleva al suicidio u orilla a la muerte a sus intelectuales o a lo mejor de su pueblo, algo definitivamente está descompuesto o podrido y es necesaria una revisión moral y pensar de nuevo a profundidad los valores en los que ha de sustentarse la vida y la sociedad de ese país. María Mercedes no era sólo una poeta notable, sino la Casa de Poesía Silva en Bogotá, gracias a su esmero, era tal vez la mejor del mundo en su estilo, o al menos eso nos parece y así lo juzgamos. Todos aquellos que de una u otra manera, directa o indirecta, contribuyeron a su muerte podrán seguir bebiendo a la hora del almuerzo o de la cena su copa de sangre diaria. Nosotros, que la admiramos, dejamos una flor sobre su tumba y tenemos la seguridad de que su recuerdo vendrá cada verano con el regreso de las golondrinas.
 

HUGO GUTIÉRREZVEGA
MARCO ANTONIO CAMPOS