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México D.F. Viernes 18 de julio de 2003

Leonardo García Tsao

Mar de historias

Está comprobado que un buen porcentaje de las escasas mentes creativas en Hollywood puede encontrarse en los estudios de animación. Por lo menos, compañías como Pixar han logrado que uno enfrente sus productos, no con recelo -según ocurre con casi todos los estrenos de verano- sino incluso con entusiasmo.

Ese es el caso de Buscando a Nemo, la más reciente realización de la imaginativa compañía de animación digital patrocinada por la firma Disney. Debida a Andrew Stanton, quien antes había codirigido Bichos (1998), y Lee Unkrich, coautor de Toy Story 2 (1999) y Monsters Inc. (2001), se trata de la odisea marina que emprende un afligido pez payaso llamado Marlín para recuperar a su hijo epónimo, capturado por un buzo y llevado a formar parte de la fauna en la pecera de un consultorio dental en Sydney. Ya que Nemo es el único sobreviviente del ataque de una barracuda, que causó la muerte de su madre y sus cientos de hermanos cuando eran huevecillos, Marlín ha sobreprotegido a su pequeño, tratando de impedirle cualquier asomo de riesgo potencial. El viaje de rescate implicará, claro, un aprendizaje y la consecuente reconciliación entre padre e hijo.

La sofisticación de Buscando a Nemo se aprecia en la ausencia de los elementos disneyanos de costumbre -la sensiblería, el mensaje edificante, las canciones cursis- y el empleo de un sentido del humor apto tanto para mentes infantiles como adultas. (La cantidad de referencias a otros títulos la vuelve, por lo pronto, una prueba de cinefilia.)

Bastante menos simplona que Monsters Inc., la película adopta por un lado la estructura de una road movie: la historia se arma a partir de los encuentros de Marlín con diferentes personajes y peligros submarinos (de hecho, no hay un villano como antagonista). Eso permite un despliegue de ingeniosos personajes secundarios: un trío de tiburones australianos en trance de dejar de comer pescado, una tortuga pacheca, un banco de peces especializado en imitaciones o unas gaviotas siniestras de tan tontas. Por otro, establece los planes de fuga de Nemo y sus compañeros de pecera, otro grupo de graciosa caracterización.

Además se ha utilizado el recurso del acompañante indeseable con quien se desarrollará una relación afectiva: el atolondrado pez Dory se une a la búsqueda del padre, aunque sufre de una amnesia a corto plazo que le impide recordar hasta el nombre de Nemo. Esa relación constituye el eje emocional y humorístico de la película. El acierto de haber escogido a los comediantes Albert Brooks y Ellen DeGeneres para dar voz respectivamente a Marlin y Dory ha resultado en un rapport de regocijante eficacia. Autor y protagonista de buenas comedias (las mejores de las cuales -Modern Romance, 1981; Lost in America, 1985- no se han exhibido aquí), Brooks ha hecho carrera de personificar al neurótico urbano, limitado por su timidez a ser más beligerante. Esa personalidad nerviosa la ha trasladado a Marlin en versión acuática. Mientras que DeGeneres aprovecha su intuición cómica, su sentido del timing, para fungir de perfecto opuesto: Dory no se preocupa de nada, amparada por su inconciencia. (No he visto la versión doblada al castellano, pero me atrevo a afirmar que el desempeño de los actores mexicanos no debe de estar a la misma altura).

Aunque ya es conocida la riqueza visual de la animación por computadora, no deja de asombrar el grado de realismo alcanzado aquí. El movimiento, la textura, la iluminación, los colores del mar han sido recreados con tanta exactitud, que los personajes caricaturescos parecen haber sido insertados sobre un fondo de acción viva. Basta comparar con La sirenita (1989), el anterior ejemplo de fantasía submarina, para medir la prodigiosa evolución del cine animado.

Para los padres de familia obligados a entretener a sus hijos en vacaciones, Buscando a Nemo le quita al acto la connotación de sacrificio.

BUSCANDO A NEMO

(Finding Nemo)

D: Andrew Stanton, Lee Unkrich/ G: Andrew Stanton, Bob Peterson, David Reynolds, basado en un argumento de A. Stanton/ F.en C: Sharon Calahan, Jeremy Lasky/ M: Thomas Newman/ Ed: David Ian Salter/ Con las voces de: Albert Brooks, Ellen DeGeneres, Alexander Gould, Willem Dafoe, Brad Garrett/ P: Pixar Animation Studios para Walt Disney Pictures. EU, 2003.

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