Si trabajan bien les aplaudimos, si no los apedreamos

Muchos lo consideran "una bendición", otros un "semidiós". El asunto es que el sacerdote Rafael Jiménez, mejor conocido como el padre Rafa, es uno de los personajes más influyentes en la marginada y poblada zona de Cuautepec, uno de los puntos de mayor población no sólo de la delegación Gustavo A. Madero, sino del Distrito Federal.

Durante los 21 años que ofició misa en la iglesia de la Preciosa Sangre, a él acudieron y se encomendaron lo mismo enfermos y desamparados que futuros diputados o delegados, del PRI o del PRD.

En sus tiempos, Elba Esther Gordillo, lideresa del PRI nacional; Jaime Aguilar Alvarez, ex delegado; Ernesto Báez, candidato priísta a delegado; Marcos Morales, diputado del PRD, o Gonzalo Rojas, abanderado de una alianza de partidos por la jefatura en GAM, entre otros, han acudido ante el padre Rafa para pedir bendición o consejo.

Encabezó a los pobladores de Cuautepec para recibir a Andrés Manuel López Obrador y a Joel Ortega, y pedirles que atendieran las carencias de los pobladores. Sin embargo, "los decepcionaron, pues no los han ayudado como se esperaba".

Entrevistado en las oficinas de la capilla Santa Beatriz de Silva -colonia Pradera segunda sección-, donde fue reasignado, el padre Rafa es directo y concreto: "La gente de Cuautepec es muy buena, muy noble, es luchona pero ya está cansada, pues la han engañado cruelmente. Candidatos iban, candidatos venían y todo seguía igual".

Por eso, explica, se valió de la misa para "crear conciencia" entre los pobladores. Les ayudó a defender lo que es suyo, a exigir lo que les corresponde, a no vender su voto -"y si lo hacen que sea caro"-, a aplicar el "voto de castigo" para los partidos que fallen, y eso les ha ayudado a mejorar sus condiciones de vida.

Para el sacerdote católico aquellos políticos que cada tres o seis años van y piden el voto de los electores son "jilgueros o zenzontles, porque cantan retebonito, pero cuando están en el poder ni se acuerdan, son desmemoriados. Le decía a la gente que para ser políticos tienen que ser mentirosos, habladores, desmemoriados, rateros... póngale todos los peores epítetos, porque son la piel de Judas, en serio. Lo que dicen ahora se les olvida después; tienen memoria de teflón".

-ƑSon de todos los partidos?

-Los hay en el PRI y en el PRD. Los del PAN casi ni se acercaban (a Cuautepec)... Yo pienso que casi todos son iguales.

Por eso ahora la comunidad de Cuautepec ya no confía en la palabra de los políticos y los obliga a firmar compromisos por escrito y con video, "para que luego no se rajen, y si se rajan se los restreguemos en la cara", añade enfático.

Para el padre Rafa es necesario crear conciencia entre la gente para "que no regale su voto, no se deje engañar, no le laven el cerebro, que piense por quién va a votar y no nada más porque le regalaron una escoba los apoye, porque luego ellos, Ƒcuánto van a ganar en sus tres años de diputados? Su sueldo es altísimo. Entonces son muchos los beneficios que reciben a cambio de lo poco que dan.

Considera que la clave para tener buenos resultados es un candidato de la comunidad, "no uno de Coyoacán o de Inglaterra, porque ni les importa la situación de la gente de Cuautepec. Como decimos nosotros, uno de nuestra carne y sangre para que, si lo hace bien, le aplaudamos, y si lo hace mal, le reclamemos, lo apedreemos, le demos un jalón de orejas y de greñas y lo arrastremos por todo el cerro".

Resalta que el PRI les falló y el PRD -al que le confiaron ciegamente su voto- también.

Sólo así, dice, se ha podido cambiar la realidad de Cuautepec, y de tener antes un panorama de lodo, hoy se tienen muchas calles pavimentadas, más infraestructura y servicios.

Y sobre ese camino, ya sin el padre Rafa, habrá de seguir la gente de Cuautepec. RAUL LLANOS S.