Regina Orozco comienza corta temporada

La megabizcocho convence al público del teatro Blanquita

Se presenta al lado de Lucy Rodríguez

JAIME WHALEY

En estrado difícil para ella, Regina Orozco logró convencer a la galería del Blanquita al empezar una corta temporada de teatro de revista.

Acostumbrada más al escenario íntimo del cabaret y ante distinto público, la autodenominada megabizcocho salió bien librada ante los inefables jueces de la butaquería del recinto.

A la vez, pero fuera del script, Regina se enlaza en un buen mano a mano con Lucy Rodríguez, ella sí más carpera y quien lleva la carga de la primera parte de la función.

Regina, acompañada de sus músicos de cabecera, Los Tigres de Sumatra, hace también alarde de voz en el par de piezas que interpreta enfundada en una vestimenta a la Lisa Minelli y emprende un jocoso diálogo entre dos muñecos: Johnny y Barbie, además de interactuar con una pareja seleccionada al azar de entre el público y realizar una estupenda parodia de una mujer alcohólica. En tanto, no muchos le festejan sus dedicatorias a la asociación de mujeres que se meten el dedo con fines no recreativos.

Por lo que hace a Lucy, el público le tributa una buena dosis de palmas por sus graciosas imitaciones de Paquita la del barrio (que en la noche del debut fue accidentada, pues los tramoyistas le pusieron las nalgas o atrás de las rodillas o de plano de mochila).

Lucy, quien dice ser mundialmente desconocida, entretiene a los asistentes, se alburea con ellos y se da vuelo con recomendables impostaciones de figuras como Yuri, Lola Beltrán o Lupita D'alessio. La artista tiene una educada voz y se muestra, a la vez, como una consumada ejecutora de la batería y revive, quizás, sus días de gimnasta con cabriolas que sorprenden, pues definitivamente no es ninguna Nadia Comaneci en sus días de gloria olímpica.

La tanda la abre Cox, un cantante que se apersona vestido de guinda y blanco, como porro del Poli, y anuncia que interpretará temas de su nuevo disco, Vivir así y Hoy tengo ganas de ti, y como es costumbre, las saludables nenorras del ballet de la llamada catedral del espectáculo siguen igual de disparejas, pero eso sí, le ponen hartas ganas a sus números.

Las funciones son los viernes y sábados a las 18:30 y 21:00 hs. y los domingos a las 17:30 y 20:00 hs.