México D.F. Viernes 23 de mayo de 2003
Podría repetirse la Gran Depresión
de 1914, advierte el asesor Jeffrey Sachs
La paz depende del combate a la pobreza, alerta el
Banco Mundial
Sugiere Wolfensohn a países industrializados
desarrollar su propia seguridad amenazada por el terrorismo y la migración
ilegal La ayuda al desarrollo no permite dilaciones, insiste
NOTIMEX
Berlin, 22 de mayo. La seguridad del mundo desarrollado
sufre amenazas como el terrorismo y la migración ilegal, que se
pueden conjurar en buena parte con la lucha contra la pobreza, afirmó
el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.
En rueda de prensa, tras encabezar el sexto Foro del Banco
Mundial-Alemania, declaró que los países industrializados
deben destinar fondos al desarrollo de su propia seguridad, amenazada por
el terrorismo y la migración ilegal.
En
tanto, en Madrid el economista estadunidense Jeffrey Sachs, asesor del
Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, afirmó que las
consecuencias de la guerra contra Irak suponen un peligro para la economía
mundial.
La ''explosión de violencia terrorista'' y la división
entre Estados Unidos, Europa y el mundo islámico son factores ''muy
peligrosos'', advirtió, y agregó que podría repetirse
la situación vivida en 1914, cuando el estallido de la Primera Guerra
Mundial dio paso a la Gran Depresión de los años 30 y a otro
conflicto internacional.
''La guerra nunca puede ganar la paz y el poderío
militar nunca puede ganar la seguridad económica'', dijo. Además
pidió que las reservas petroleras de Irak ''se coloquen inmediatamente
bajo los auspicios de la Organización de Naciones Unidas (ONU)'',
para que Estados Unidos recupere su crédito internacional.
De igual forma, consideró que se deben fortalecer
las instituciones internacionales, específicamente la ONU, para
evitar el actual ''mar de inestabilidad'' geopolítica que afecta
de forma negativa a la economía.
Por su parte, Wolfensohn destacó que 5 mil de 6
mil millones de habitantes del mundo viven en países del Tercer
Mundo y que el problema de la pobreza no se abatirá hasta que el
mundo industrializado logre tasas de crecimiento de al menos 3 por ciento.
''Si no se resuelve el problema de la pobreza, nadie tendrá
paz'', afirmó Wolfensohn, tras participar en el foro en el que se
analizó la posibilidad de que instituciones y empresas del mundo
industrializado apoyen a los países de menos recursos para que tengan
acceso a Internet.
En tanto, la ministra alemana de Cooperación Internacional,
Heidemarie Wieczorek, quien participó en la rueda de prensa con
Wolfensohn, dijo que el Banco Mundial es el principal socio de Alemania
en la lucha contra la pobreza y en los compromisos para combatir la ignorancia.
Demandó la apertura de los mercados de las naciones
industrializadas para las exportaciones de los países en desarrollo,
así como la cancelación de subvenciones al agro del mundo
industrializado.
Wolfensohn apuntó que los países en desarrollo
y subdesarrollados constituyen mercados para los productos alemanes, pero
que si no se resuelve el problema de la pobreza, éste repercutirá
en su estabilidad y en su seguridad nacional.
Puso de relieve que la contribución a la lucha
contra la pobreza no se relaciona con la generosidad o con la compasión,
sino con los intereses nacionales de los propios países industrializados.
Wolfensohn dijo que espera que la Cumbre de los Ocho en
la ciudad francesa de Evian establezca en su comunicado final que la ayuda
al desarrollo no permite dilaciones.
''Lo importante es que emitan (el Grupo de los Ocho) una
señal de que a pesar del conflicto con Irak o de lo que ocurre en
la economía mundial, la vida de nuestros hijos depende de lo que
ocurra con la pobreza'', aseveró.
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