La Jornada Semanal, 11  de mayo  del 2003        427

 E N S A Y  O


RADIO DAYS

 
ANNA PI I MURUGÓ
Rosalía Winocur,
Ciudadanos mediáticos. 
La construcción de lo público en la radio,
Editorial Gedisa,
España, 2002.
 

Supuestamente la radio, como medio de comunicación masivo, ha sido desbancada en primer lugar por la televisión y más recientemente por internet. No obstante, nuestras experiencias personales y cotidianas, tal como demuestra en este libro Rosalía Winocur, nos exponen un panorama muy distinto.

Así, afirma la autora, "la radio ha contribuido notablemente a consolidar el proceso de construcción cultural de la noción de ciudadanía a nivel social e individual, generando un imaginario sobre los estilos de vida, las formas de convivencia, los modos de inclusión y exclusión social, las instituciones y prácticas políticas y las relaciones de poder".

Esta afirmación, como muchas otras que se desarrollan y expresan en este libro, son el resultado de una investigación realizada en la Ciudad de México durante los años 1996 y 2000, que han dado lugar a la tesis doctoral de Rosalía Winocur.

La mirada socioantropológica –que incluye los cinco sentidos humanos: vista, olfato, tacto, oído y gusto– es con la que se percibe a la radio en este estudio y es un elemento determinante para entender este trabajo.

El carácter propiamente privado en el cual se desarrolla la relación entre el emisor y el oyente es otro de los elementos destacados que extraemos de la lectura de este libro y que nos hará reflexionar sobre nuestra particular relación con el medio, los lugares y horarios en los cuales lo oímos, nuestra participación o no en los programas, la exposición de demandas, propia asimilación de información, la credibilidad del medio, etcétera.

El objetivo de esta obra es desentrañar el papel que desempeñan los medios, en particular la radio, en la conceptualización y formación de la ciudadanía en el país. Como argumenta Winocur, la radio "ha contribuido notablemente a consolidar el proceso de construcción cultural de la noción de ciudadanía a nivel social e individual, generando un imaginario sobre los estilos de vida, las formas de convivencia, los modos de inclusión y exclusión social, las instituciones y prácticas políticas y las relaciones de poder".

El libro se divide en seis capítulos. El primero, La radio como objeto antropológico, se caracteriza por mostrar el modelo metodológico y teórico utilizado en este estudio. El segundo se titula La radio como cronista de la ciudad, y constituye un repaso a la historia de la radio en México, a los noticieros y a los principales programas y locutores que han influido en el medio y de los cuales, según la edad del lector, reconocemos más o menos. El siguiente capítulo, Radio, espacio público y participación, describe y muestra las distintas formas de participación de los oyentes y cómo éstas evolucionan y adoptan distintas formas y expresiones según estratos socioeconómicos, edad, tipos de programas, horarios de emisión, etcétera. El cuarto, Radio y vida cotidiana, aborda la problemática de la privatización y asimilación personalizada de la radio que, no obstante este hecho, influye de manera determinante en la construcción de opiniones y valoraciones de carácter público y social y en la conceptualización y percepción de la ciudad y el país. Noticias urbanas: mapas para orientarse en la ciudad es el último capítulo, antes de las Conclusiones, que analiza la función que desarrollan los noticieros en la percepción y entendimiento que el oyente tiene de su ciudad y de los sucesos y problemáticas que ella enfrenta. La relación entre el espacio doméstico en el cual es recibida la información y la expansión o socialización de la misma es un aspecto muy importante que la autora recoge y argumenta con multitud de ejemplos y análisis.

Nosotros, como Ciudadanos mediáticos... que somos, reconocemos en este texto mil y una experiencias personales pero también una visión más analítica y profunda de lo que es la comunicación, la radio y nosotros mismos como ciudadanos receptores, a la vez que emisores de datos y de conceptualizaciones sobre los otros –es decir sobre los que se califican como incluidos y/o excluidos en nuestra propia sociedad, ciudad y barrio– y sobre la gran urbe que llamamos Ciudad de México.

Fuera quedan los puntos de rating, las estadísticas o las notas rojas que ocupan la mayor parte del tiempo en este medio. Aquí únicamente los receptores tienen la palabra para exponer sus ideas y conocer cómo éstas se socializan y crean, aunque no lo crean muchos, el sentido de ciudadanía•