NAIEFYEHYA
LA
II
TV GUERRA DEL GOLFO (I DE
II)
UNA
GUERRA MEJOR
Como toda secuela hollywoodense
que se respete, la II Guerra del Golfo, denominada
Operación Libertad de Irak, debía volver a explotar los elementos
más populares de la original pero ofrecer efectos más vistosos,
villanos más temibles (como los caricaturescos Doctora Gérmenes,
Profesor Ántrax y Chemical Ali) y por supuesto a un héroe
que a pesar de sus tribulaciones siempre tiene tiempo para el humor. La
más reciente producción del aparato militar industrial del
entretenimiento corría el riesgo de aburrir con los mismos viejos
efectos de cámaras bombas, misiles inteligentes que siempre dan
en el blanco y el show de luces sobre Bagdad, visto a través
de la cámara fija de visión nocturna. Estos efectos que debutaron
hace doce años parecen ahora caducos y sobreexplotados. Además,
los representantes de los medios comenzaban a quejarse de los límites
y censura que imponía el famoso sistema de pooling de reporteros
mediante el cual solamente un grupo de periodistas era llevado a lugares
elegidos por el ejército. ("Libres para reportar lo que te dicen",
Fisk dixit). Entonces el Pentágono ideó un nuevo sistema:
ejército, marina y fuerza aérea aceptarían reporteros
insertados
(embedded) en sus filas durante la invasión. Los medios inmediatamente
celebraron la "apertura" a la información y pronto 660 periodistas,
principalmente estadunidenses e ingleses, convivían con las tropas
que los escoltarían y protegerían en el frente de batalla.
Por supuesto que el resultado fue un mecanismo propagandístico casi
perfecto. ¿Cómo criticar o dudar de quienes lo llevan a uno
de la mano entre horrores dantescos de destrucción y pavor? ¿Cómo
evaluar la desolación que va sembrando una armada cuando no hay
tiempo de detenerse a ver las consecuencias tras la batalla? Así,
desde los primeros despachos de Kuwait los periodistas comenzaron a mostrar
sentimientos de solidaridad, comprensión y pertenencia hacia las
tropas.
ONDEAR
LA BANDERA
cnn, que había sido la revelación
durante la i Guerra del Golfo, en esta ocasión se encontraba en
tercer lugar de los ratings, debajo de Fox News Channel, del magnate
australiano Ruppert Murdoch (uno de los más feroces propagandistas
de la guerra) y Msnbc (el canal creado de la fusión de nbc y de
Microsoft). Hace doce años cnn fue objeto de acusaciones de traición
por haber mantenido a un corresponsal, Peter Arnett, en Irak durante la
guerra. En esta guerra los tres canales de cable competían sin el
menor pudor para ver quien era más patriótico, haciendo del
conflicto una especie de olimpiada grotesca. Todos los canales contrataron
generales, coroneles y mayores para comentar avances y estrategias. Los
periodistas se insertaban entre los soldados y los militares penetraban
a los medios en un delirante incesto de la desinformación. Entre
las contrataciones más notables estaba una de cnn: el general Wesley
Clark, famoso por haber cometido crímenes de guerra que aún
siguen impunes en la i Guerra del Golfo, como ordenar sepultar con bulldozers
a cientos o miles de soldados que se habían rendido en sus trincheras,
según denunció en su momento Seymour Hersh. Ningún
canal contrató a un experto en diplomacia, en resolución
de conflictos o a un historiador. Lo que reinaba era una atmósfera
de circo romano. En cnn, Aarón Brown comentaba la segunda noche
del conflicto: "El síndrome de la desconfianza entre los medios
y el ejército que surgió durante la guerra de Vietnam ha
pasado y sin poner en riesgo a las tropas se puede ahora mostrar por primera
vez cosas increíbles en la guerra." Brown también dijo: "Por
cada My Lai hay mil o diez mil historias extraordinarias de valor, coraje,
destreza y heroísmo
" En ese mismo programa el corresponsal Walter
Rogers, insertado con la séptima caballería, comentó
extático: "Es divertidísimo estar aquí." Brown, sorprendido
por el exabrupto, le preguntó si había dicho divertido, y
Rogers respondió que nunca se había divertido tanto en toda
su vida. Las opiniones antimilitares fueron ignoradas o ridiculizadas.
Pero sin duda la cobertura más escalofriante fue la de Fox, quienes
entre otros enviaron al frente a Oliver North, el famoso criminal que mintió
al Congreso estadunidense acerca del escándalo Irán-Contras.
INCRUSTADOS
VS. UNILATERALES
Así, mientras la mayoría
de los corresponsales incrustados en el ejército perdieron toda
noción de la neutralidad periodística, los reporteros "unilaterales",
como se denomina a todo medio que trata de mostrar la guerra desde su propia
perspectiva, fueron amenazados con que no serían protegidos y podían
ser víctimas del fuego de la "coalición de los voluntariosos".
La amenaza se materializó en varios incidentes de "fuego amistoso"
y también cuando, en un solo día, misiles y bombas estadunidenses
dieron en las oficinas de Bagdad de la televisora qatarí, Al Jazeera,
matando a un reportero, en la televisión de Abu Dhabi y en el hotel
Palestina, donde se hospedaba casi toda la prensa internacional y donde
murieron dos periodistas. La respuesta del Pentágono, fue muy simple:
"No debían estar ahí."
(Continuará.)
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