Ojarasca 72  abril 2003


Informes de tierra caliente

 
Se tambalean las pocas certezas que quedaban. Los gobiernos subsidiarios del imperio han perdido todo margen de maniobra. Las agencias económicas del poder global, es decir Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, son ejecutoras de una misma “política”. No en balde sus oficinas centrales —en Washington, DC, ¿dónde más?— están separadas por una calle. Sus directores podrían saludarse desde los respectivos ventanales. Un designio corporativo y totalitario va dando “golpes de Estado financieros”.
El de Argentina fue especialmente dramático, pero en la mira estamos todos. En México, la tierra está caliente. Lo revela el accionar de las comunidades y organizaciones indígenas, las centrales campesinas, los migrantes, los jóvenes urbanos. Estos informes —incompletos sin duda— elaborados por el equipo de Ojarasca, dan cuenta del momento presente en el proceso de los pueblos.

 

tomas alvarxweston
 

Los senderos

¿se bifurcan o se encuentran?


El 29 y 30 de marzo, se celebró en el municipio de Xochistlahuaca (o Suljaa', en lengua amuzga) la reunión ampliada de la Región Centro Pacífico del Congreso Nacional Indígena (CNI). Asistieron 309 delegados, autoridades tradicionales tzotziles, ch'oles, tzeltales, tepehuas, zapotecos del istmo y de la sierra, mixtecos de Oaxaca y Guerrero, purhépechas, totonacas, triquis, hñahñúes, tlahuicas, matlatzincas, wixárika, rarámuri, tlapanecos, nahuas y amuzgos de Chihuahua, Durango, Nayarit, Colima, Jalisco, Hidalgo, Veracruz, Guerrero, Distrito Federal, Estado de México, Michoacán, Puebla, Oaxaca y Chiapas. Participaron también algunas organizaciones indígenas y civiles de todo el país.

La reunión sesionó en un municipio en resistencia, Suljaa', que después de batallar durante años por su autonomía la declaró formalmente a fines del año pasado. Reunirse ahí, en las estribaciones de la Montaña de Guerrero, aledaña a la Costa Chica, fue enfatizar la decisión asumida, meses antes, de fortalecer la autonomía de comunidades, municipios y la reconstitución como pueblos.

Se discutió fuerte, toda vez que la pluralidad de la reunión cobijó la presencia de organizaciones como ANIPA, la Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía, que siempre ha mantenido una postura diferente y en ocasiones descalificadora del CNI. En los hechos pudieron expresarse, con toda libertad, señalamientos de ambas partes que afloran la contradicción de ambos proyectos.

El CNI es un espacio de encuentro, una asamblea que reúne a comunidades y organizaciones diversas a pensar, sin una estructura de dirección: es un espacio horizontal, e incluye a representantes de organizaciones y a autoridades tradicionales y agrarias como iguales, sin más compromiso que reflexionar juntos y consensar acuerdos. La ANIPA, en cambio, es una organización política, con presupuesto del Instituto Federal Electoral, con un programa muy definido de buscar cargos públicos y representaciones populares dentro del sistema partidario. Esta búsqueda del poder por la vía partidaria los diferencia de las comunidades y organizaciones independientes para las que lo vital es construir decisiones y democracia cotidiana, y que ven a los partidos como los grandes traidores del movimiento indígena.

Aunque el CNI incluya a anipa, ésta insiste en que el cni no representa a todo el movimiento indígena nacional. Desde finales de 2002 ANIPA emprende encuentros con todos aquellos que supuestamente "no están invitados" al CNI.

ANIPA critica que el CNI reivindique una postura zapatista mientras el CNI critica en anipa, sobre todo, la participación de algunos funcionarios de los gobiernos estatales y federal en las estructuras de esta organización política, lo que a ojos de las comunidades la torna una organización gobiernista.

En Suljaa', fue el Consejo Guerrerense 500 Años quien más señalamientos hizo del papel que juega ANIPA en la región. Señalamientos similares los expresa Francisco López Bárcenas (La Jornada, 6 de marzo) al afirmar que anipa alguna vez cercana al perredismo, impulsa junto con "las organizaciones más reaccionarias" la candidatura panista de Huberto Aldaz, quien recientemente renunció al Instituto Nacional Indigenista.

En este clima, la reunión discutió el modo en que el sistema acosa y destruye el tejido comunitario y regional, mediante programas como el Procede y el Procecom (la privatización de las tierras ejidales y comunales); mediante la asignación de recursos, la imposición de autoridades y de megaproyectos; mediante la Secretaría de Educación Pública y los sistemas de seguridad e impartición de justicia. Se analizó el papel de las denominaciones religiosas, los conflictos agrarios propiciados por la burocracia estatal y federal, el embate contra la unidad de las comunidades, el papel terrible de las instancias gubernamentales de salud y de los medios de comunicación.

Se denunció el proyecto de vaciar el campo de campesinos, contaminar con transgénicos el maíz --rompiendo la ancestral relación entre humanos y este cultivo considerado sagrado--, el robo de recursos naturales y el hostigamiento policiaco, paramilitar y del ejército.

Se discutió la relación del movimiento indígena con los partidos políticos. Si bien se lograron algunos acuerdos, el grueso de las autoridades tradicionales y agrarias enfatizó el papel nefasto que han jugado los partidos políticos, mientras los representantes de ANIPA insistieron que debía tejerse una alianza con las plataformas políticas de los mismos y que ésta era una prerrogativa de los pueblos. Por lo delicado del asunto, y por el hecho de existir un resolutivo previo (de asamblea nacional), por el cual el CNI se ha declarado independiente de los partidos, este punto no se consensó.

Sí se consensó la realización de talleres de diagnóstico regionales para analizar la situación de los pueblos y comunidades; que mientras en la Constitución federal no se reconozcan los Acuerdos de San Andrés ni la reforma impulsada por la Cocopa, se rechace la aprobación de cualquier ley o reforma legal que implique a los pueblos indígenas y en cambio se construyan en los hechos autonomías locales, municipales, regionales o formas propias de organización y gobierno. La sesión se solidarizó con la la autonomía de Suljaa' (Xochistlahuaca) en Guerrero y de Unión Hidalgo en Oaxaca. Se acordó crear sistemas de seguridad e impartición de justicia comunitarios, retomando la experiencia de los pueblos tlapanecos y mixtecos de la Montaña de Guerrero, y coordinar resistencias y apoyo nacionales, y fortalecer la estrecha relación entre autoridades tradicionales y agrarias, y con la asamblea comunitaria. Se ratificó la validez y la operatividad de las formas de participación, decisión y elección de autoridades, exigiendo el respeto de los partidos políticos a dicha autonomía y se hizo un pronunciamiento contra la guerra de Irak.

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Tomás Álvarez, Pasqua, Arizona, 1941. Foto: Edward Weston
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