Los zapatistas que
sobrevivieron hasta nuestros días
Héroes
olvidados
JESUS
RAMIREZ CUEVAS
FOTOS:
MANUEL
PEÑAFIEL
EN
LOS SURCOS DE SUS ROSTROS LLEVAN GRABADA LA HISTORIA de la revolución
agrarista. Ellos son algunos de los últimos zapatistas que sobrevivieron
hasta nuestros días.
Los veteranos revolucionarios dicen que
el general Emiliano Zapata aún cabalga en la memoria de los mexicanos
y que por eso sus ideales de "tierra y libertad" son enarbolados por miles
de campesinos e indígenas que reclaman la misma justicia por la
que se levantaron en armas. En sus palabras revive el México bronco,
ese huracán de indignación popular que, cuando la situación
se vuelve insoportable, se hace justicia por sí mismo.
La revolución zapatista nació
en un rincón del estado de Morelos en 1910, proclamando que "la
tierra es de quien la trabaja". Lo que al principio fue la decisión
de un puñado de hombres, se transformó después en
el Ejército Libertador del Sur, que llegó a reunir más
de 60 mil campesinos armados en 11 entidades de la República.
Han pasado casi 100 años de aquella
gesta revolucionaria que transformó al país. Durante la Revolución
Mexicana, Emiliano Zapata fue considerado como claro ejemplo de honestidad
y entrega a su pueblo.
El legendario jefe de las fuerzas insurgentes
del sur describió entonces su misión revolucionaria: "Yo
pertenezco a una raza tradicional que jamás ha degenerado ni ha
podido traicionar las convicciones de una colectividad, y las de la propia
conciencia, prefiero la muerte de Espartaco, acribillado a heridas en medio
de la libertad, antes que la vida de Pausanias, encerrado vivo en una tumba
por su madre en representación de la patria. Quiero morir siendo
esclavo de los principios, no de los hombres" (Carta al general Pascual
Orozco, 7 de abril de 1913)

Coronel Emeterio Pantaleón. Así
disparó su máuser en 52 batallas. Y escarba en la memoria:
"A mí me robó Zapata... Estábamos bañándonos
en el río, retozando, peleando y echándonos agua (...) Entonces
Zapata se detuvo y dijo: Eso quiero, gente que sea de pleito. Vamos a
buscar la forma de pelear por lo nuestro. Y luego, junto con Otilio Montaño,
acabó de instruirnos: Lo que ganemos no va ser para nosotros, será
para los que vengan después, porque nosotros vamos a morir"
EL PROXIMO 10 DE ABRIL
se cumplen 84 años de asesinato de Zapata en Chinameca,
Morelos. Masiosare presenta estas fotografías que rememoran
a algunos de los supervivientes de la revolución zapatista. Estos
veteranos de los campos de batalla de la guerra justiciera, que incendió
a México entero, no vieron cumplirse sus aspiraciones y han vivido
en la pobreza como la mayor parte de los campesinos mexicanos. Todos ellos
han sido olvidados por los gobiernos posteriores que traicionaron los ideales
de Zapata y no cumplieron con la justicia social que prometió la
Revolución.
Los testimonios de los últimos
soldados vivos del Ejército Libertador del Sur fueron recogidos
por el director de cine Francesco Taboada en la cinta Los últimos
zapatistas. Héroes olvidados. Manuel Peñafiel, de quien
mostramos estas imágenes de su libro Emiliano Zapata, fue
el productor y fotógrafo del filme, nominado este año a un
Ariel como mejor largometraje documental.
"Estos aguerridos supervivientes son historias
del pueblo vivo, voces de la injusticia, pasada y presente. Ejemplos de
una historia que no está en los libros", escribió el fotógrafo.
El presidente de la asociación
de veteranos zapatistas, Mauricio Ramírez Cerón, de 99 años,
afirmó: "Estoy orgulloso de haber pertenecido al Ejército
Libertador del Sur. No recibo pensión del gobierno porque no fui
por ella, yo fui a pelear por una causa justa, para el pueblo y por el
pueblo. Hasta donde llegue este corazón y este hombre, seguiré
siendo zapatista".
A sus 104 años, el teniente zapatista,
Galo Pacheco, fallecido hace dos meses, dejó un mensaje para las
nuevas generaciones: "Nosotros hicimos lo que hicimos en bien del país,
pero ya no podemos; ahora los jóvenes heredan la Patria, se las
entregamos para que ahora la defiendan"

La sombra de Emiliano Zapata. La vieja hacienda
de Chinameca aún conserva las huellas de las balas que cegaron la
vida del caudillo del sur aquel fatídico 10 de abril de 1919. En
el fragor de la lucha, escribió su epitafio: "Yo me he levantado,
no para enriquecerme, sino para defender y cumplir ese sacrosanto deber
que tiene el pueblo mexicano honrado y estoy dispuesto a morir a la hora
que sea, porque llevo la pureza del sentimiento en el corazón y
la tranquilidad de la conciencia" (agosto de 1911)

Veteranos zapatistas. Galo Pacheco, teniente
de Caballería del Ejército Libertador del Sur, con un grupo
de viudas de combatientes zapatistas, junto a la vieja locomotora de Cuautla.
El tren fue símbolo de las tropas del gobierno, ahí se llevaban
a los campesinos a la leva hacia el norte

Felipe Ramos Vargas. Aún era un niño
cuando se unió al Ejército Libertador del Sur. En 1999 se
reunió en Morelos con delegados del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional. Ahí habló de la herencia: "Mantengan
los principios de Emiliano Zapata, ustedes ahora llevan su bandera (...)
No abandonen la lucha por recuperar sus derechos, se los digo yo, que combatí
en la Revolución Mexicana. Ahora ya estoy viejo, pero mi valor me
lo llevaré hasta la tumba y seguiré obedeciendo las órdenes
de mi general Zapata"
Capitán Baldomero Blanquet. Testigo
de la traición en Chinameca: "Zapata entró solo a la hacienda,
donde lo recibieron con el toque de honor como general que era. El tenientón
dio un paso atrás y le metió un balazo en la espalda. Luego
los soldados dispararon una descarga y luego otra (...) Junto con la tropa
vi cómo salió corriendo su caballo ensangrentado. Todos los
generales lloraban ofuscados; a nadie se nos ocurrió bajar a la
hacienda a matar a los del gobierno"

Teniente de Caballería, Galo Pacheco.
Antes de fallecer hace algunos meses, dejó su testimonio: "Emiliano
era un campesino y le dolió lo que le hicieron a sus padres y a
su pueblo. Por eso peleó, por una causa justa; lo que exigía
era tierras, agua, justicia, libertad y ley".
"La Revolución quedó abolida
por los nuevos tiranos, los traidores que ocuparon el poder. Hoy reina
la injusticia, la ambición y la tiranía; una nueva era renacerá
solamente con violencia. A mí como veterano de la Revolución
me despojaron de mis tierras"(Imagen
tomada por el fotógrafo, no incluida en el libro)
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