Jornada Semanal, domingo 30 de marzo del 2003          núm. 421
ANGÉLICA
ABELLEYRA
MUJERES INSUMISAS

MARTA DE LA LAMA: SER ÚTIL A LA GENTE

Como venía en la panza de su madre cuando ésta, su esposo e hijo huían de la dictadura de Franco durante la Guerra Civil española, Marta de la Lama se considera "más refugiada que nadie". Sin embargo dio el primer llanto en la ciudad de México en 1942, creció en Culiacán, fue maestra de primaria, se ligó por casualidad al periodismo y en ese universo ha centrado su interés en la gente; para reflexionar con los demás en torno de la sexualidad, luchar contra la violencia al interior de las familias y estimular nuestros canales emotivos e intelectuales para tratar de ser mejores en lo individual y en lo colectivo.

Siempre fue educada con un gran amor a España, pero desde su naturaleza mexicana. Y si bien la familia traía a cuestas una gran dosis de amargura por la pérdida de un país, parientes e ideales, halló en Sinaloa el ambiente cálido y fraterno que ayudó a sanar un poco esas heridas y facilitó su pertenencia a una tierra en la que no era considerada una prole perdedora sino protagonista de una lucha moral y justa.

Así como encontraron aliento en los demás, Marta y su parentela aprendieron a ejercitar el compromiso. Recuerda a sus padres como "avanzados" de la época en que no sólo defendían la República sino la igualdad en la vida cotidiana que la niña compartía con su medio hermano Felipe, sin resentir ni un ápice la diferencia de género. En el campo laboral sin embargo la historia fue otra.

A los 18 años se recibió como maestra de primaria y un año más tarde se casó y alternó las clases particulares con la atención de una tienda de antigüedades en la Zona Rosa cuyo dueño era su esposo de entonces. Su liga con el periodismo surgió cuando un asiduo visitante le pidió permiso para retratar algunas piezas exhibidas y publicarlas en su revista de diseño. Marta empezó redactando los "pies de foto", luego escribió artículos de literatura y vida cotidiana por lo que su veta con la palabra no paró más en revistas y periódicos como Cine Mundial, Claudia, Caballero, Siempre!, El Día y Novedades.

Para ella fue todo un descubrimiento en lo creativo y lo económico. Una manera gozosa y cautivante de hacer lo que le gustaba y también canalizar su interés por "ser útil a la gente"; al mismo tiempo se convirtió en una forma divertida de sacar adelante a sus hijas como mujer divorciada y sin apoyos de su ex marido.

De la prensa escrita brincó a la televisión. Había conocido a Jorge Saldaña en la casa de antigüedades, había colaborado un poco en los programas Anatomías y Sopa de Letras hasta que el conductor de Sábados con Saldaña la invitó a formar parte de su equipo cuando Canal 13 pasó a ser emisora del gobierno. "Con lo irreflexiva y loca de atar" que dice ser, ingresó a la tv en 1972 y en ella permaneció por un lustro. "Era una aventura maravillosa, con Saldaña que es un talento contestatario, irreverente y hasta majadero pero siempre brillante y distinto" a quienes ocupaban la pantalla. Así, como co-conductora y también en la producción, se enganchó en el tema de la sexualidad del que es una de sus pioneras en el tratamiento por tv. Además de hacerlo con Saldaña, junto con Luis Carbajo presentó Sex 7 y Sex o no sex entre una larga lista de incursiones a lo largo de 21 años.

Su corta participación en Con sello de mujer en fechas recientes la puso sin embargo en alerta sobre una nueva realidad en los medios: "Fue poquito pero tortuoso pues ahora se pretende que todo el mundo sea joven y se dirija a ese público, con un estilo eufórico y gritón. Mi edad es superior a la media y no es que esté contra la frivolidad sino contra la exclusividad de tratar sólo temas de moda, belleza y las maneras de pescar marido; como ser maduro también me importan otros temas que, sin embargo, creo que no alientan el rating."

Lejos de los reflectores mediáticos, Marta incursionó en la política por la vía del pri. Como representante de la i Legislatura de la Asamblea de Representantes del df promovió la Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia Intra familiar (aprobada en 1996) y lanzó el proyecto para normar la prostitución en vía pública (1997). La militancia le ha dado la oportunidad de "luchar por cosas que me importan y son útiles para la sociedad". Y ante el denostado pri, admite: "Hay una congruencia ideológica esencial con él pero podría ser también con un partido de izquierda. Lo que sí no podría es ingresar a uno confesional como el pan. Soy una persona que dice las cosas de frente y si no me agradan, más, para que se enmienden. Que esté en el pri no quiere decir que acepte todo", cierra la productora de la premiada serie Nosotros los refugiados (1989) con la cual rememoró a su familia y a los españoles con los que compartió la vida desde la panza de su madre.