VIENTOS DE GUERRA
Se incrementan maniobras en la ONU; posibilidades
de aprobación, cada vez más distantes
Decepcionante para Bush, un voto mexicano contra EU:
Casa Blanca
Admite el Pentágono que por las diferencias Londres
no participaría en la agresión a Bagdad
Estados Unidos tendrá que ofrecer mayores concesiones
a la oposición, reconoce Ari Fleischer
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 11 de marzo. La Casa Blanca
indicó hoy que un voto de México o Chile en contra de la
resolución estadunidense en el Consejo de Seguridad autorizando
la guerra contra Irak, sería "decepcionante" para el presidente
George W. Bush, mientras que Washington y Londres continuaban acelerando
las negociaciones para lograr el apoyo de por lo menos nueve países
para su propuesta que será sometida a votación, se insiste,
esta semana.
Pero en lugar de acercarse a su meta de obtener votos
de apoyo, los indicios hoy fueron en el sentido opuesto. Peor aún,
el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, provocó un pequeño
sismo al re-conocer que la oposición interna contra la postura del
primer ministro británico, Tony Blair, es tan intensa que podría
resultar en que Gran Bretaña no participe en la guerra contra Irak.
Al mismo tiempo, según ABC, Pakistán informó
este martes que ya decidió su voto, la abstención, lo cual
se traduce en un sufragio en contra, ya que Estados Unidos necesita cinco
de los seis votos de los países indecisos -entre ellos Pakistán-
para lograr por lo me-nos nueve de los 15 miembros del Consejo de Seguridad.
Los seis países indecisos (Chile, México,
Camerún, Angola, Guinea y Pakistán) han propuesto ampliar
la fecha límite en la resolución por 45 días, de acuerdo
con algunos medios informativos.
"Hemos propuesto 45 días, pero está abierta
la negociación", co-mentó el embajador de Camerún
en la Organización de Naciones Unidas (ONU), Martin Belinga-Eboutou,
a la agencia Reuters.
Discusiones, no propuesta formal
Pero otros embajadores del Consejo de Seguridad indicaron
que no existe una propuesta formal, sino más bien "discusiones".
Ari Fleischer, vocero de la Casa Blanca, reconoció
indirectamente hoy que Estados Unidos tendrá que ofrecer mayores
concesiones sobre su resolución para lograr obtener los votos deseados.
Dijo que el presidente Bush ha indicado "que existe un
poquito de espacio para un poco más de diplomacia, pero no mucho
tiempo" en las negociaciones de la resolución que promueven Washington,
Londres y Madrid.
Con ello señaló que sigue existiendo la
posibilidad de enmendar el texto, incluyendo tal vez ciertos criterios
para definir el cumplimiento de Irak de desarmarse, y dejó abierta
la puerta para ampliar un poco el plazo para esto más allá
del 17 de marzo, que ahora estipula la resolución.
Sin embargo, reiteró que propuestas de ampliar
ese plazo a entre 30 a 45 días no son aceptables para la Casa Blanca.
Fleischer insistió una vez más en que "el voto será
esta semana".
El vocero enfatizó que está llegando el
momento para que los países del Consejo de Seguridad se "pongan
de pie" y "demuestren que las resoluciones de la ONU significan algo".
Sostuvo que se realizará la vo-tación a
pesar de las amenazas de veto, ya que así se demostrará "que
con un voto, a pesar de un veto, el Consejo de Seguridad se ha declarado"
sobre el asunto.
Ya que Estados Unidos aún no cuenta con los votos
que requiere para demostrar que una mayoría apoya su posición,
no se atreve a convocar a una votación en el Consejo de Seguridad.
Hay versiones de que los británicos realizan intensas
negociaciones para ofrecer algunas enmiendas en la resolución a
cambio de votos, pero todo indica que no han logrado mucho, y también
tienen que mantenerse dentro de los límites sobre los cambios aceptables
para Estados Unidos, entre los cuales que sólo está dispuesto
a aplazar la fecha unos cuantos días más allá del
17 de marzo.
En este esquema, México y Chile siguen figurando
como vo-tos clave. Bush tenía programada hoy una llamada al presidente
Vicente Fox, un día después de que su embajador en México
advirtió que un voto en contra podría provocar una reacción
ne-gativa en el Congreso de Estados Unidos en torno a la relación
bilateral entre ambos países.
Esta tarde, Ari Fleischer declaró que Bush estaría
"decepcionado" si México vota en contra, ya que "éste es
un asunto de principios".
Pero ayer el caucus hispano de legisladores federales
envió una carta a la Casa Blanca denunciando la presión ejercida
por la presidencia contra México por su voto.
"Este es un momento en que el presidente debería
enfocarse en ganar socios e influir en nuestros aliados en lugar de amenazar
a sus amigos", declaró el representante federal Ciro Rodríguez,
en nombre de la organización hispana.
Agregó que "el presidente necesita entender que
su práctica de amenazas, sobornos e intimidación son exactamente
lo opuesto de lo que se necesita hacer para alentar el apoyo en favor del
desarme de Saddam Hussein.
"En dos brevísimos años -añadió-
el presidente ha retrasado el reloj de la relación entre nosotros
y México y ahora está visitando de nuevo esos viejos tiempos
de desconfianza y resentimiento".
Eso es "una tontería", respondió el vocero
de la Casa Blanca al ser preguntado sobre la carta.
Mayoría contra la agresión
Esta tarde, el Consejo de Seguridad realizó una
sesión pública en la que países no miembros de él,
y por tanto sin poder real en esta coyuntura -sólo voz no voto-
se expresaron en torno a la crisis iraquí.
La sesión solicitada por el Mo-vimiento de Países
No Alineados fue un foro para voces de países africanos, árabes
asiáticos y europeos en la tarde, y la mayoría se pronunció
contra la guerra.
Dumisani Kumalo, embajador de Sudáfrica ante la
ONU y jefe de los países no alineados en este foro, declaró
en su intervención que "ya no estamos debatiendo la situación
en Irak (...) estamos definiendo un nuevo orden mundial" dentro del cual
se decidirá cómo se resolverán los conflictos internacionales
en el futuro.
Por tanto, dijo, el Consejo de Seguridad debe recordar
los fundamentos de la ONU que declaran que el propósito de ésta
es "salvar a generaciones sucesivas del flagelo de la guerra", y debería
ejercer su tarea de acuerdo con estos principios.
"La guerra no debería ser un medio para obtener
objetivos al margen de los principios de la ONU", subrayó, y en
declaraciones que resumían la postura de decenas de otros países
no alineados, Kumalo reiteró que no se deberían establecer
fechas límite no fijadas por los inspectores de armas, ya que éstas
serían sólo "un ultimátum para la guerra".
Señaló que la Unión Africana y el
Movimiento de Países No Alineados, "junto con millones de personas
en el mundo, se oponen a una guerra (...) y desean ver el desarme pacífico
de Irak".
Mientras se alargaban esta tarde durante horas las intervenciones
ante el Consejo de Seguridad, de-trás del escenario y entre las
capitales de los países miembros continuaba el cabildeo, la presión
y la toma de decisiones.
El llamado "consenso" parece estar más lejos que
nunca, mientras cada país mide las consecuencias de sus acciones.