25 personas detenidas, entre ellas 11 revendedores
Deja ánimos caldeados el 1-1 del América-Pumas
Protagonizan porristas breve trifulca, sin consecuencias
AGUSTIN SALGADO RICAÑO
Al término del partido de futbol entre los Pumas
de la Universidad Nacional Autónoma de México y el América,
seguidores de los primeros ocasionaron daños a por lo menos dos
vehículos que se encontraban estacionados en las inmediaciones del
estadio Azteca. Fanáticos de ambas escuadras protagonizaron un pequeño
zafarrancho y porristas del América agredieron arteramente a un
motociclista que, de acuerdo con informes extraoficiales, es trabajador
de un medio de comunicación.
A pesar de que los seguidores de ambas escuadras salieron
por puertas diferentes, alrededor de las 18:26 horas iniciaron los desmanes,
cuando los porristas de los Pumas intentaron detener un Tsuru
que salía del estacionamiento del estadio con la bandera del América
desplegada en una de sus ventanillas. De inmediato las unidades 50015 y
50010 de la Policía Auxiliar, que se encontraban a pocos metros,
prendieron sus sirenas y amagaron con dirigirse hacia el lugar, lo que
hizo que los jóvenes se replegaran.
Ya
afuera del inmueble, unos 700 miembros de la porra Rebel de la UNAM
comenzaron a buscar a su contraparte americanista, la cual salió
minutos antes por la explanada de Tlalpan y al grito de "ahí hay
gallinas", se dirigieron hacia la esquina formada por la avenida Estadio
Azteca y la calle Flores armados con piedras y palos y agredieron a unos
30 jóvenes que más que miembros de la porra del América
parecían vecinos del lugar. El zafarrancho duró apenas algunos
minutos. La lluvia de pedradas ocasionó daños a un vehículo
color blanco con matrícula 947 JNM y a un Shadow con placas
del estado de México. Fueron miembros del cuerpo de granaderos,
de la policía montada y de otras agrupaciones de la SSP los que
lograron controlar la situación, aunque algunos de sus elementos
hicieron uso excesivo de fuerza.
La intervención de los policías obligó
a los miembros de la Rebel a dividirse en dos grupos, los más
rezagados se dirigieron hacía la avenida Insurgentes, mientras que
la otra parte se fue hacia Tlalpan. La intención de encontrar a
los miembros de la Monumental para enfrentarlos se desvaneció,
aunque continuaron las agresiones y el vandalismo.
El subsecretario de Seguridad Pública, Raymundo
Collins, se encontraba en la gasolinera ubicada a un costado del Estadio
Azteca, y con un radio en la mano monitoreaba las acciones de los cuerpos
de seguridad.
Visiblemente molesto por el ulular sin motivo de una sirena
de ambulancia, exigió al conductor que la apagara. Este únicamente
atino a decir: "es que nos dijeron que había una emergencia". A
lo que el funcionario contestó: "no hay emergencia alguna, apágalo".
Instantes después arribó al lugar un motociclista
de la SSP para trasladar a Collins a un punto sobre la calzada de Tlalpan
hacia el norte, donde los seguidores del América y seudoestudiantes
del Instituto Politécnico Nacional agredían a todo aquel
que portara la playera de la UNAM, sin importar edad o sexo. Al parecer
fue aquí donde los miembros de la Monumental golpearon al
motociclista.
A diferencia de la Rebel, los integrantes de la
Monumental nunca hicieron por enfrentarse a la porra de los Pumas,
por lo que al salir del estadio optaron por caminar sobre los carriles
centrales de calzada de Tlalpan en dirección contraria. En todo
momento un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública
sobrevoló la zona.
Más tarde, mediante un boletín de prensa,
se informó que fueron 25 las personas detenidas, entre ellos 11
revendedores, y que únicamente se atendió a dos aficionados
con lesiones leves. El titular de la SSP coordinó la actividad de
los más de 3 mil 604 policías que fueron desplegados en el
operativo desde las 11 de la mañana.