"Ha ganado la violencia", declara el gobernador;
hubo disparos y quema de urnas
Choques en la provincia argentina de Catamarca; suspenden
las elecciones
Personas ligadas al menemismo y la dictadura "alertan"
sobre unas presidenciales caóticas
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 2 de marzo. Heridos, detenidos, golpes
a fiscales, bombas de estruendo, disparos, robo y quema de urnas y la aparición
de patotas (grupos violentos similares a las llamadas barras
bravas de futbol), obligaron a suspender hoy en la provincia de Catamarca,
noroeste de Argentina, el primer proceso electoral después de la
caída de Fernando de la Rúa por la pueblada del 20
de diciembre de 2001.
El escándalo sienta un peligroso antecedente cuando
faltan menos de dos meses para las elecciones presidenciales del 27 de
abril, con una campaña que se desarrolla en medio de guerras
sucias partidarias.
"Ha ganado la violencia" declaró el gobernador
de Catamarca, Oscar Castillo, al anunciar la suspensión luego que
manifestantes vinculados al candidato del justicialismo (peronismo, en
el gobierno nacional pero oposición en la provincia), Luis Barrionuevo,
provocaran los desmanes, que incluyeron robo de urnas, y ataques a fiscales.
Barrionuevo
había sido inhabilitado por la justicia electoral para estos comicios,
y sus intentos para revertir esta situación no funcionaron, ya que
no ha residido en los últimos cuatro años en la provincia
a cuya gobernación aspira. De este modo el peronismo quedó
sin candidatos, y las patotas aparecieron en diversos lugares para
impedir el voto.
Esto llevó al gobernador Castillo, del Frente Cívico
y Social que integra entre otros la Unión Cívica Radical
(UCR), a suspender los comicios ante lo que consideró una provocación
lamentable, y acusó a Barrionuevo de haber traído las
patotas desde Buenos Aires.
El candidato justicialista, un dirigente del gremio de
los gastronómicos que utilizó la presión para imponerse
en unas elecciones internas poco claras, es presidente -con licencia- del
club de futbol Chacarita Junior, cuya barra es famosa por su violencia.
El final de los comicios de hoy había sido anunciado
por el propio Barrionuevo, quien al quedar fuera del juego electoral, dijo
la víspera: "O votamos los peronistas o no vota nadie. Sólo
Dios sabe lo que puede pasar".
El ministro argentino del Interior, Jorge Matzkin, sostuvo
que la decisión del gobernador Castillo era "prudente", para poder
recomponer la situación electoral en la castigada provincia, donde
casi 70 por ciento de la población es pobre.
Estaba previsto que 214 mil catamarqueños votaran
para elegir gobernador, ocho senadores departamentales, 20 diputados provinciales
e intendentes. Unos 15 jefes comunales justicialistas suspendieron las
elecciones por su cuenta en sus distritos y varios de ellos fueron retenidos
por violar las normas electorales.
El clima pareció de guerra y esto se vio en la
localidad de Fray Mamerto Esquiú, donde los grupos seguidores del
polémico Barrionuevo -cuya esposa es ministra del Trabajo- hicieron
estallar bombas de estruendo delante de una escuela pública, obligando
a suspender los comicios. En Aconquija, departamento de Andalgalá,
se denunció que desaparecieron todas las urnas. Asimismo un candidato
a senador justicialista, Humberto Pintos, fue detenido cuando se llevaba
una urna a su casa, "como protesta".
"No necesito ni de (el presidente Eduardo) Duhalde ni
de (el ex presidente Carlos) Menem, me basta con la gente", dijo Barrionuevo
cuando un grupo de manifestantes festejó la supensión de
los comicios.
Castillo se comunicó con el presidente Duhalde,
quien en el contexto de la tensa comunicación, le habría
dicho que Barrionuevo "es una personalidad a la que no se puede controlar".
Los hechos de hoy en Catamarca muestran de alguna manera
el contexto de las próximas elecciones, cuando personajes ligados
a la última dictadura militar (1976-83) o al menemismo salen a alertar
sobre "caos y violencia" que podrían poner en jaque los comicios
presidenciales.
El dividido peronismo presenta por primera vez tres candidatos
presidenciales: Néstor Kirchner, Adolfo Rodrígez Saa y Menem.
Anoche, Izquierda Unida (IU) proclamó su fórmula presidencial:
Patricia Walsh, hija del desaparecido escritor Rodolfo Walsh, y Marcelo
Parrilli, un abogado del campo de los derechos humanos. La IU está
en un cuarto o quinto lugar en las preferencias para unas elecciones para
las cuales nadie aparece como ganador definido, ya que si bien los peronistas
aparecen como delanteros con Kirchner a la cabeza, ningún candidato
supera 20 por ciento de la intención de voto y las diferencias entre
los principales postulantes carecen de relevancia estadísticamente.
Pero hay que seguir día a día los acontecimientos,
pues Catamarca fue la señal de los difíciles momentos que
aún le esperan al país.