La Jornada Semanal,   domingo 2 de marzo del 2003        núm. 417
En este número publicamos
cuarenta y ocho poemas escritos
por poetas que están en contra de
la guerra. De esta manera enviamos
nuestro respaldo a los poetas
estadunidenses que entregaron su protesta

a la mansión imperial. Pedimos a los compañeros poetas que nos enviaran un texto y todos

aceptaron; sólo dos rehusaron hacerlo, uno
porque está en contra de la “demagogia
antiyanqui” y otro porque sólo suscribiría un
manifiesto en contra de Saddam Hussein
(no comments). Esta muestra de solidaridad
se inscribirá en la memoria de la unión fraternal entre
los escritores. Canetti decía que “debemos
defendernos los unos a los otros y defender juntos

los valores fundamentales del humanismo, pues de lo contrario ya sabemos que nadie nos defenderá”. Todo el mundo civilizado se ha manifestado en contra de la guerra. Este número de protesta y de afirmación pacifista desfila en todas las marchas que se están dando en todo el mundo racional. Frente a esta nueva crueldad ilimitada,

pensamos en la frase del leproso de La cruzada de los niños
de Schwob: Domine infantium, libera-me.