La Jornada Semanal,  domingo 9 de febrero  de 2003         414
(h)ojeadas
¿LA NOVENA ECONOMÍA?

ANNA PI I MURUGO

S/a
Informe sobre desarrollo humano 2002. Profundizar la democracia en un mundo fragmentado,
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)/ Ediciones Mundi-Prensa,
España, 2002.

En 1990 se publicó el primer Informe sobre Desarrollo Humano (Isdh) como propuesta de medición y análisis del desarrollo a nivel mundial por parte del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud). Con anterioridad a esta fecha la fuente más conocida sobre la situación del mundo –especialmente de los países en desarrollo– había sido la publicación del Banco Mundial (bm), Informe sobre el Desarrollo Mundial. Este libro, de gran calidad editorial y abundancia de datos económicos y sociales, tenía como índice básico de desarrollo la renta por habitante –medida en dólares de Estados Unidos de Norteamérica–, y estaba basado en un concepto de desarrollo que hoy podemos clasificar de tradicional, económico y conservador.

El Isdh nació como competidor al Informe... del Banco Mundial y ha sido dirigido por economistas, sociólogos e investigadores pertenecientes a la corriente crítica de las teorías clásicas de desarrollo y las del Banco Mundial –Amartya Sen, Mahbub Ul Haq o Richard Jolly, entre otros.

El Índice de Desarrollo Humano (idh) desarrollado por el pnud recoge las aportaciones que abogan por la concepción del desarrollo centrado en la satisfacción de las necesidades humanas básicas y juzga el desarrollo en relación a su contribución a la libertad humana. Es un índice compuesto por tres indicadores básicos: vida larga y saludable, nivel de conocimientos y nivel de vida decoroso. El idh representa un promedio que considera varios índices: la renta por habitante, la esperanza de vida, promedio de años de escolarización, y el nivel de analfabetismo de adultos, entre otros. Con ello se quiere incluir en la medición del desarrollo elementos del ingreso, la educación y la salud. El Índice de Desarrollo Humano valora por igual las actividades que satisfacen necesidades humanas, como las que acarrean la destrucción del entorno y de las personas. Así, se incluyen datos, por ejemplo, sobre las armas, la represión policial, la publicidad engañosa, la especulación financiera, el grado de participación de las mujeres respecto al de los hombres en los organismos de gobierno de los distintos países, etcétera.

A pesar de los esfuerzos por intentar ser un reflejo real de la situación de los distintos países, el índice del pnud ha resultado problemático, ya que existe el peligro de que sus conclusiones sobre la distribución del desarrollo humano y su evolución positiva den lugar a una sensación de excesiva satisfacción, cuando la situación mundial no lo justifica en absoluto. En un inicio el pnud confeccionó una imagen relativamente optimista de la desigualdad mundial que contrastaba con la del bm y que, de hecho, no concuerda en gran parte con su visión del mundo. Ante esta constatación y en un análisis exhaustivo y actualizado de la problemática del desarrollo y la desigualdad, el pnud ha ido revisando tanto los indicadores como su metodología, agregando nuevos indicadores y aportando mayores datos y cálculos de índices. Cabe señalar así el énfasis en la desigualdad, los cambios tecnológicos, comerciales, de salud y de las comunicaciones.

A lo largo de los doce informes anuales del pnud, el concepto de desarrollo humano se ha ampliado y nuevos elementos han sido propuestos como necesarios para integrar un desarrollo humano digno.

Este 2002 el idh ha centrado sus datos y su información en la "idea de que la política es tan importante para el éxito del desarrollo como la economía". En este sentido, el objetivo principal de este Informe es que "para que las políticas y las instituciones políticas promuevan el desarrollo humano y protejan la libertad y la dignidad de todas las personas se ha de ampliar y consolidar la democracia".

A pesar de las consideraciones aquí señaladas sobre los intentos y mediciones más actuales y lo más apegadas a la realidad llevadas a cabo por el Isdh, éste tiene también sus críticos. Están, por ejemplo, las consideraciones de Michel Chossudosky, quien escribe: "Ocultamiento de la realidad local. Éstas son las realidades deliberadamente escondidas por los estudios sobre pobreza del Banco Mundial y del pnud. Sus indicadores descaradamente tergiversan la realidad social de los diferentes países, así como la gravedad de la pobreza en el mundo."

Hay otras, como las de Carlos Montemayor, quien afirma que si bien el presidente Vicente Fox declara que México es la novena economía del mundo, el Isdh 2002 describe tres categorías de países: 1. De desarrollo humano alto, 2. Desarrollo humano medio y 3. Desarrollo humano bajo, y dentro de la segunda categoría se sitúa a México –en el lugar primero–, es decir, en el lugar 54 del total de los 173 países incluidos en el Isdh.

El idh enlista a las naciones con mayor desarrollo; la primera es Noruega, seguida de Suecia, Canadá, Bélgica, Australia, Estados Unidos, Islandia, y Holanda. La novena es Japón –no México, como apuntó Vicente Fox recientemente. Dentro del Isdh 2002 México ocupa el lugar 54, seguido de Cuba –país que en el anterior Informe... no se consideró por falta de información válida. Estas son, entre otras, las clasificaciones que encontramos en este libro, mismas que nos permiten conocer más de la realidad de los países del mundo.

A pesar de las críticas y las adulaciones que se han hecho al Isdh y al idh, siguen siendo una herramienta básica para conocer la realidad mundial y tener información precisa y confiable sobre el desarrollo social y económico de los distintos países del mundo, así como sobre los organismos e instituciones que pueden proporcionar más información sobre la problemática económica, social y educativa de la mayoría de los países del orbe.

Como siempre, los datos y las conceptualizaciones pueden ser tergiversadas, usadas en situaciones inapropiadas y manipuladas, según los intereses de cada quien. Pero los intentos por mejorar, ajustar y tener seguimiento de las principales tendencias sociales y económicas del Isdh 2002 deben ser reconocidas y son básicas para posibles estudios y análisis.

La visión general del mundo, sus principales problemáticas, intereses y evoluciones son apreciables gracias a este texto y sus gráficos, que nos abren los ojos frente al exterior y nos hacen aportar una mirada comparativa que vincula uno u otro índice con los distintos países según si los conocemos, habitamos en ellos, o por la lejanía y desconocimiento los nos resultan extraños •