Isla Isabel, Nayarit: un campamento de pescadores con mucha historia

Juan Carlos Pérez Jiménez

Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada

Carretera Tijuana-Ensenada, km 107, Ensenada, Baja California

Correo electrónico: [email protected]

Fue durante la Segunda Guerra Mundial cuando la pesquería de tiburones en las costas de Nayarit tuvo un gran auge por la demanda de vitamina A procedente del hígado de tiburón. Posteriormente, debido a la elaboración sintética de esta vitamina, hubo un descenso en la actividad, pero en la década de los setenta resurgió debido a la demanda de aletas y carne para consumo humano, vísceras para elaborar harina de pescado y fertilizantes, y piel para la industria peletera. Entre los más importantes campamentos pesqueros nayaritas destaca el de Isla Isabel, a 28 km de la costa, en donde pescadores de San Blas y Boca de Camichín, y en ocasiones de Teacapan (Sinaloa), se establecen año tras año durante el otoño y el invierno.

Tiburón amarillo

En los años cuarenta, los principales pescadores que operaban desde Isla Isabel procedían de Teacapan. Capturaban tiburones grandes en la costa sur de Sinaloa, a lo largo de toda la costa de Nayarit y hacia mar abierto alrededor de las islas Isabel y María Cleofas (ésta perteneciente a las Islas Marías). Sin embargo, con el transcurso de los años, por el incremento de pescadores y la baja productividad biológica de algunas de las especies de tiburones presentes en la zona (por su crecimiento lento, alcanzar la madurez sexual entre los 10 y 20 años y tener una baja producción de crías, entre cinco y 15 por hembra), las capturas fueron disminuyendo.

Hoy, los tiburones grandes son capturados por un pequeño grupo de pescadores procedente de Boca de Camichín, algunos de los cuales operan desde Isla Isabel. La captura la realizan alrededor de las islas María Magdalena y María Cleofas. Para ello, los establecidos en Isla Isabel colocan dos o tres palangres o cimbras. Consisten en una larga línea en la cual sujetan alrededor de 60 anzuelos de unos 20 cm y tendidos en el fondo. El palangre permanece en el fondo del mar durante toda la noche. Los dos o tres pescadores que realizaron el viaje permanecen en su panga durmiendo y esperando a que algún grupo de tiburones transite cerca y se interese por los trozos de bonito y barrilete insertados en los anzuelos.

A las 5 de la mañana del día siguiente los pescadores comienzan a levantar los palangres. Si tienen mucha suerte capturarán hasta 20 tiburones de entre 150 y 300 kg y con una longitud promedio de tres metros. Algunos ejemplares aún estarán vivos y tratarán de librarse del anzuelo. Muy pocos lo logran, pues los pescadores acercan con cautela el tiburón a la panga y le insertan otro anzuelo en el hocico. Entre dos pescadores logran someterlo para golpearlo en la cabeza y subirlo a la panga.

Este tipo de captura requiere de mucha valentía, y es toda una aventura que los pescadores platican con un brillo en los ojos después de un buen viaje de pesca. Algunos pescadores con muchos años en el oficio, recuerdan con añoranza la época en la que capturaban enormes cantidades de tiburones de gran tamaño cerca de Isla Isabel e incluso muy cerca de la costa. Cuentan de una mayor cantidad de especies (en la actualidad se capturan hasta 18, de las cuales 16 son poco abundantes o muy raras), de la captura de tiburones tan raros de los cuales nunca supieron ni sabrán de qué "variedad" eran, de ejemplares tan inmensos que tenían que cortarlos en partes para poder subirlos a la embarcación.

Ahora, la realidad es muy diferente y la mayoría de los pescadores que se establecen en el campamento temporal de Isla Isabel se dedican a la captura de especies de escama (huachinango, pargo, sierra) las cuales tienen un mayor valor en el mercado comparado con las de tiburones. De éstos, el mejor precio se obtiene de las aletas, en especial las de los animales grandes. La captura de cazones, a diferencia de la de tiburones grandes, se realiza alrededor de Isla Isabel, a distancias desde 10 y hasta 40 km, para la cual se utilizan palangres de fondo con tamaño de anzuelo más pequeño (en promedio de ocho cm). En ocasiones, las redes permanecen en la superficie debido a que les colocan boyas. La utilización de palangres implica realizar el viaje al atardecer, colocarlo en la zona de pesca elegida y regresar a Isla Isabel para recogerlo muy temprano al día siguiente.

Algunas especies de tiburones, como el "cazón bironche" o "coyote", realizan movimientos migratorios en masa, a los cuales los pescadores llaman "corridas". Pueden estar compuestas sólo de hembras grávidas, de machos adultos o de tiburones de ambos sexos y de todas las edades y tallas. Algunas ocasiones los pescadores de Isla Isabel reciben informes, por medio de radio, de pescadores de Teacapan, sobre la presencia de una corrida de cazón bironche que viene del norte. Los pescadores se dirigen entonces hacia esa región para colocar sus palangres o redes. De dos a cuatro días algunos pescadores obtienen grandes capturas (de 400 y hasta 600 tiburones), pero otros no tienen la misma suerte o experiencia para colocar sus equipos de pesca en la zona adecuada. Cada día que pasa después de haber encontrado la corrida de tiburones, los pescadores recorren su zona de pesca cada vez más hacia el sur para seguir capturándolos.

Se desconoce el número de tiburones que componen estas corridas, pero considerando el número que es capturado a lo largo de la costa de Sonora, Sinaloa y Nayarit, seguramente suman miles. Resultados preliminares obtenidos de los desembarques de tiburones en Isla Isabel indican que a partir de que se observa la primera corrida en la temporada de pesca, las demás se presentan cada quince días, una en luna nueva y otra en luna llena de cada mes. Según los pescadores, no en todos los años hay corridas, y si las hay se componen de grupos pequeños.

Otra especie importante en las capturas alrededor de Isla Isabel es un tiburón cabeza de martillo, del cual capturan sólo organismos juveniles de 70 a 100 cm de longitud y con alrededor de un año de edad. La gran abundancia de animales juveniles de tiburón cabeza de martillo en las costas de Nayarit se debe a la presencia de muchas lagunas costeras en esta entidad y en Sinaloa.

En estas lagunas durante los meses de verano las hembras grávidas dan a luz de 30 a 40 crías, las cuales permanecen ahí de dos a tres meses y posteriormente en las zona costera aledaña durante varios años. El cazón bironche ha sido abundante en las capturas de estas costas por lo menos desde principios de la década de los setenta, lo que sugiere que tiene una alta productividad biológica (debido a su crecimiento rápido, a que alcanza la madurez sexual a los dos o cuatro años, y que produce entre ocho y 12 crías por hembra) lo que le ha permitido soportar la fuerte explotación pesquera a la que ha sido sometido a lo largo de los años; de la misma manera, el tiburón cabeza de martillo ha sido importante en las capturas desde hace varias décadas, quizás debido a su relativamente alta producción de crías por hembra que va de 30 a 45.

La misma historia se repite en las pesquerías de tiburones de las diferentes regiones de nuestro país, en las cuales sólo permanecen en las capturas aquellas especies que tienen las características biológicas adecuadas para soportar las tasas de explotación a las que son sometidas año tras año.