Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 12 de enero de 2003
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Cultura
La tierra mía,''un gusto personal'', indica la intérprete

Carmen Leñero lanza cd con 16 piezas folclóricas

ANGEL VARGAS

Cada persona alberga en su interior música y canciones que resultan indisociables de su vida. Entre las más importantes en la existencia de Carmen Leñero se encuentran las de origen tradicional y popular. No sólo porque son expresiones que en mucho le evocan su infancia, como cuando su padre le enseñó a cantar La cama de piedra, sino porque a ellas les debe en gran medida ser cantante.

''He llorado con La llorona y reído con La petenera, sobre todo cuando he andado fuera de México, dando vueltas por el mundo como un trompo. Si la lengua que hablamos es nuestra patria íntima, vayamos donde vayamos, también la música que de niños nos enseñó a respirar es la secreta parcela donde enraiza nuestra alma y en la que cultivamos nuestra relación con otros países'', sostiene la también escritora, ensayista e investigadora.

''Esas melodías que escuchamos desde temprano se cuelan luego en nuestra versión de un blues, un reggae, un lied de Schubert o un tema de trova nueva. Son, como la mitología de los aborígenes australianos, las 'líneas de canto' que nos orientan en toda geografía de vuelta a casa. La manera en que nuestra voz se rencuentra y habita en ellas será siempre nuestro hogar verdadero, y hará de cualquier sitio en el planeta nuestra tierra.''

Fue a partir de esa conciencia que Leñero decidió apartarse un poco de la vertiente donde generalmente abreva su canto y grabó un disco compacto con 16 temas del repertorio tradicional mexicano, al cual intituló La tierra mía, el cuarto en su discografía.

En él se incluyen canciones como El preso número nueve, Nunca, A la orilla de un palmar, La feria de las flores, La borrachita, El bejuquito y La cama de piedra, y fue realizado por Producciones CLEO, propiedad de la cantante.

El afán de este álbum no fue hacer folclor ni adentrarse a un género para el cual el estilo de Leñero no se adecua, según dice, sino darse "un lujo y un gusto" personal, y por esa razón la interpretación es un tanto distinta a las versiones tradicionales.

Ese aspecto es sobre todo notorio en los arreglos para guitarra que hizo Luis Leñero, hermano de la artista, quien se apegó más al fado portugués y dotó a cada una de las piezas de un halo de saudade (especie de melancolía).

''Traté de respetar mucho el sentimiento de las canciones, pero las versiones son una apuesta de música contemporánea. En lo personal, cada una me permite tender un puente con mi historia, son una especie de memoria emocional'', señala Carmen.

''Es un disco muy íntimo y melancólico. Y lo hago en el momento justo de mi carrera, porque quizá antes hubiera hecho algo más apegado al folclor, entendido como algo que tiene que ver con estereotipos, y eso es algo que no tiene nada que ver conmigo.''

Para seleccionar las canciones, la creadora se apegó más al parámetro de la melodía que al de la letra, porque a su parecer el primer contacto que las personas tenemos con la música es a nivel emocional y después, si hay disposición, intelectual.

"No intento decir nada, sólo busco ser portavoz de las canciones y dejarlas transcurrir de la manera más libre posible. Evidentemente, bajo mi interpretación, adquieren un estilo y una tonalidad. A veces escribo también canciones, pero por lo general canto lo de otros poetas. Mi propósito es hacer llegar la lírica de los poetas a través de mi voz", explica.

"En el caso de estas canciones mexicanas, con mayor razón, no me pongo a actuar lo que dicen las letras, las dejo transcurrir por mí y las digo. Pero las digo desde mi estomago, desde mis vísceras, desde lo que me hacen sentir sus resonancias. Es muy curioso, pero como cantante me he dado cuenta de que el lenguaje dentro de la canción recupera su efecto principal, que no es el de dar significados, sino el de transmitir contenidos emocionales.''

Para promover el disco, Estela Leñero se encuentra diseñando un espectáculo que comenzará a presentar a partir de marzo en diversos foros de la ciudad y la República, e incluso no descarta el extranjero. 

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