Recientes triunfos internacionales prueban que mejora la cultura en esa materia

Lamenta científico que niños destacados en matemáticas reciban poco apoyo oficial

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Impulsor desde hace 12 años de la participación de estudiantes mexicanos en competencias internacionales de matemáticas, el científico Carlos Bosch considera que la enseñanza de esta disciplina en nuestro país ha mejorado mucho. Ello, dice, ha permitido que México obtenga los puntajes más altos en Iberoamérica y compita de tú a tú con las naciones desarrolladas.

El jueves pasado 120 niños fueron premiados en la Secretaría de Educación Pública por su destacada participación en dos competencias nacionales y tres internacionales de matemáticas. Bosch afirma que son niños muy talentosos, pero lamenta que el país no les dé apoyos como becas o acceso a escuelas especiales.

Bosch es matemático, encabeza el departamento de esta disciplina en el ITAM, organiza olimpiadas del conocimiento y más recientemente el Concurso de Primavera (en el que participan niños menores de 15 años de edad) y la Competencia Cotorra de Matemáticas (con niños menores de 12 años).

Después de más de una década involucrado en esta tarea, es un experto en reconocer cuando a un niño le gustan los números. Dice que "le brillan los ojos" en el momento en que entiende un desafío matemático.

En entrevista, analiza los buenos resultados que obtuvieron los mexicanos en sus recientes participaciones: seis medallas de oro, cuatro de plata y ocho de bronce en las Olimpiadas de Mayo. Dos preseas de plata y tres de bronce en la Olimpiada Río Platense, y la copa de plata para los países no asiáticos en el Concurso Po Leung Ku, en Hong Kong.

Asegura que México es de los mejores en Iberoamérica y en el ámbito mundial. "No somos los mejores, pero los niños compiten de tú a tú. La prueba es que en Hong Kong obtuvieron el segundo lugar compitiendo con países europeos."

Doctor en matemáticas por la Universidad Claude Bernard de Lyon, Francia, Bosch señala que el alto número de estudiantes que participaron en las Olimpiadas de Mayo es la prueba de que está mejorando la cultura matemática en el país, a pesar de las opiniones que ubican a México en los peores lugares.

Aumenta la participación en competencias

"Nunca hubiera pensado que voluntariamente iba a tener 158 mil jóvenes pensando simultáneamente los mismos problemas matemáticos. Hace 10 años si teníamos 10 o 12 mil participantes estábamos encantados", explica.

En parte lo atribuye a la reforma educativa de los años noventa, que transformó los planes de estudio y dio mayor peso a la resolución de problemas que a las operaciones mecánicas y a la enseñanza de teorías.

"Cuando los niños aprenden a temprana edad a resolver problemas les es muy útil, porque en los hechos están aprendiendo a pensar mejor", explica.

Sin embargo, considera que no se pueden esperar resultados inmediatos de esta reforma, pues advierte que en educación los "cambios son lentos" y se necesita tiempo, por ejemplo, para que los maestros los asimilen y los apliquen en el salón de clases.

Aun así, está convencido de que "México está mejor que hace 10 años en matemáticas, porque si hay una área en la que se han hecho esfuerzos para enseñar mejor es ésta". Y se congratula de que así ocurra, porque sólo hay dos maneras de razonar: con el lenguaje usual y las matemáticas. Explica que las matemáticas nos permiten ver objetivamente la vida y nos dan las mejores respuestas, las "más frías" a preguntas que podamos formular.

No obstante las buenas noticias, reconoce que los mexicanos todavía están lejos de países como los asiáticos. En China o Japón los niños desde temprana edad empiezan a aprender bien y a fondo las matemáticas, "se les enseña a pensar y a ser creativos, no importa que se equivoquen".

No sólo como matemático, sino como autor de libros de texto, asegura que la clave para enseñar bien matemáticas está en fomentar el lado lúdico de esta disciplina. "Hay mil maneras de hacerlo, con juegos grupales e individuales, a través de competencias y de la lectura de cuentos. La gracia de las matemáticas 'eso no se le puede quitar a ningún niño' es que cuando entiende algo la iluminación que tiene en sus ojos es fantástica."

Lo preocupante, dice, es que estos niños no reciben respaldo en México. El Conacyt hace dos años comenzó a darles becas a los ganadores de concursos internacionales, pero señala que requieren otra clase de ayuda, como hacer un seguimiento de ellos, implementar un sistema de becas más completo y crear escuelas especiales. "No hay que abandonarlos. Su educación es dinero bien invertido."