Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 12 de enero de 2003
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Política
REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

Canal 40: la agresión y el escándalo

El aseguramiento, segunda violación a la legalidad

Gobierno de Fox: reacción sólo ante los alborotos

EL ASEGURAMIENTO DE LAS instalaciones de CNI-Canal 40 y de todos sus bienes constituye la segunda y trágica parte del madruguete orquestado por Tv Azteca el 27 de diciembre de 2002 en el cerro del Chiquihuite. Y si revisamos las opiniones de juristas y legisladores, que han calificado de"ilegal" este aseguramiento, el hecho constituye quizá una agresión mayor y un escándalo mayúsculo frente a lo que se perpetró hace 15 días, porque ahora el gobierno federal, en lugar de restablecer la señal a su concesionario original, parece avalar a Tv Azteca ¡como nuevo propietario de CNI-Canal 40! ¿Cuándo se licitó la concesión? ¿Quién lo determinó?

EN OTRAS PALABRAS, ahora resulta que basta con que un magnate reclame el pago de un préstamo o el cumplimiento de un convenio comercial para que se apropie de una señal que debe ser con-ce-sio-na-da y no trasladada de dueño simplemente.

BAJO ESTA LOGICA, imaginemos que un capo del narcotráfico reclame la propiedad de alguna señal radiofónica o que el propio Raúl Salinas de Gortari, desde Almoloya, le reclame a Tv Azteca el pago de un préstamo (supongamos que por 27 millones de dólares) porque, de lo contrario, confiscará las señales concesionadas. ¿Avalaría el gobierno federal esta medida? ¿De nueva cuenta pronunciaría frases rimbombantes a favor del "estado de derecho" para que, en los hechos, opere un estado de facto que favorece al más fuerte?

EL DESENLACE DE esta historia ominosa no se ha escrito aún. Falta la posición de los tribunales. También es previsible una escalada de protestas y denuncias que involucrarán a la propia sociedad civil, la misma que alguna vez fue seducida por el voto útil y que ahora rabiosamente le reclama al gobierno del cambio su falta de compromiso a favor de la democratización de los medios.

LO QUE HEMOS observado en dos semanas constituye quizá el peor escándalo político y mediático del gobierno, a tal grado que la renuncia del polémico canciller Jorge G. Castañeda fue "amortiguada" por los sucesos entre CNI y Tv Azteca. La reconstrucción de los últimos días y de los hechos nos da una idea de las dimensiones del escándalo y de la doble agresión:

1. LA ADMINISTRACION que prometió que los conflictos más complejos los resolvería "ya" o en sólo 15 minutos tardó más de una semana en actuar frente a la invasión del cerro del Chiquihuite. Lo hizo sólo el lunes 6 de enero, cuando la marcha de los trabajadores de CNI-Canal 40 se transformó en un escándalo mediático generalizado. Ya no únicamente los columnistas de diarios o de programas radiofónicos daban cuenta de los sucesos, sino también cadenas internacionales como CNN y la propia prensa estadunidense, que tanto le interesa al gobierno foxista.

2. PARALELAMENTE, TV AZTECA atizó el fuego de este escándalo con su actitud. Durante más de una semana, el linchamiento emprendido por esta televisora, su parcialidad y su manipulación se volvieron tan ostentosos y chocantes que si un ciudadano común no se había enterado, ahora ya era un conflicto con rating. En la calle, las posiciones a favor de Canal 40 se incrementaron, por una razón fundamental: la apuesta de Tv Azteca por la manipulación flagrante de las imágenes y los hechos. Ese mismo lunes, esta empresa cometió otra de sus graves pifias: anunció en desplegados periodísticos el nuevo noticiario en "Azteca 40", conducido por Sergio Sarmiento. Fue el noticiario más efímero de la televisión mexicana: un solo día. El mismo Sarmiento apareció esa noche, en el Canal 2, para expresar su "desacuerdo personal" con la toma violenta del cerro del Chiquihuite. Joaquín López Dóriga lo confrontó con a la posición de Ciro Gómez Leyva y Sarmiento sólo alcanzó a plantear que "por ética" él no podía hablar en nombre de una empresa. Sin embargo, la pifia se había cometido y revelaba que Tv Azteca ya disponía de programación y de comercialización propias para una señal que no le pertenece bajo ningún mecanismo legal vigente.

3. EL MISMO LUNES los rumores se incrementaron. Se habló de la posibilidad de una requisa. Se mencionó fugazmente el restablecimiento de la señal a CNI. Se anunció una conferencia nocturna del titular de SCT, Pedro Cerisola, quien nunca apareció. A cambio, el vocero presidencial, Rodolfo Elizondo, mencionó en una fugaz rueda de prensa que "las partes en conflicto" habían aceptado negociar en la Secretaría de Gobernación. A cambio, acordaban una tregua de 72 horas para que la señal de CNI-Canal 40 en el valle de México no la tuviera ninguna de las dos empresas. En el interior del país sí se pudo seguir la programación de CNI. Sin embargo, las entidades apenas constituyen 30 por ciento de su audiencia, ya de por sí mermada frente al poderío de los dos grandes consorcios.

"¿Y yo por qué?"


4. EL MARTES 7 de enero, Vicente Fox volvió a quejarse de la cobertura de los medios, y cuando le preguntaron insistentemente cuál era su posición ante el asalto al cerro del Chiquihuite emitió una pregunta defensiva que, de suyo, se volvió escandalosa: "¿Y yo por qué?" La actitud recordaba los actos escapistas del Chapulín Colorado y no los de un Presidente de la República. La mayoría de los medios electrónicos e impresos consignaron la frase. En el programa Los puntos sobre las íes, del Canal del Congreso, el senador Manuel Bartlett (que algo debe de saber sobre el papel del Estado frente a los medios electrónicos, por su amplia experiencia en Bucareli) expresó su azoro ante esta respuesta.

FRENTE A UNA OPINION pública molesta, el Presidente se vio obligado a modificar su actitud. Aceptó hablar, dos días después, en el avión presidencial, sobre el conflicto de las televisoras y sobre la carta de renuncia del canciller Jorge G. Castañeda, que estuvo a punto de transformarse en un nuevo escándalo mediático al inicio de este fallido 2003.

El aseguramiento


5. ANTES DE QUE se cumpliera estrictamente con el plazo de las 72 horas, la Secretaría de Gobernación determinó el aseguramiento de las instalaciones de CNI-Canal 40, basándose en el artículo 104 bis de la Ley Federal de Radio y Televisión. Esta disposición se refiere a quien "sin concesión o permiso del Ejecutivo federal opere o explote estaciones de radiodifusión" y que por esta razón se hará merecedor del aseguramiento por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de las construcciones, instalaciones y de todos los demás bienes destinados a la operación o explotación de la estación de que se trate, "poniéndolos bajo la custodia del depositario interventor que ésta designe".

LA INTERPRETACION CORRECTA de un ordenamiento de este tipo obligaría, en todo caso, a que se aseguraran los bienes de Tv Azteca (la instancia agresora de otra concesión) y no los del Canal 40 (la concesión agredida). El aseguramiento estuvo acompañado por otro rumor: una supuesta orden de aprehensión en contra de Javier Moreno Valle, propietario de CNI. En la última emisión de su señal, acompañado por sus abogados y por Ciro Gómez Leyva, Moreno Valle sintetizó así la situación: "fuimos agredidos... y en respuesta, el Ejecutivo federal ordenó el aseguramiento... El Ejecutivo federal se puso al servicio de nuestros agresores". El abogado Javier Quijano señaló que esperarán 10 días para que se les reinstale la concesión.

UN NUEVO Y RISPIDO debate se registró en el Canal 2, en el noticiario de Joaquín López Dóriga, entre Javier Moreno Valle y Tristán Canales. El primero acusó al representante de Tv Azteca de ser "un hampón", mientras que Canales se dijo satisfecho con la resolución porque "vuelve a imperar el estado de derecho".

LA RECUPERACION DE las instalaciones del cerro del Chiquihuite se ejecutó esa misma noche, con el uso de las fuerzas de la Policía Federal Preventiva y ocho ingenieros y técnicos del Canal 11, la señal del Politécnico Nacional que, de esta forma, se involucra en forma peligrosa en un conflicto en el cual parecía estar al margen. Por lo menos sus noticiarios trataron de ofrecer una visión ponderada y mesurada de la situación.

EL PRESIDENTE, UN día después del aseguramiento subrayó que su gobierno no aceptará el "retorno al presidencialismo omnímodo" ni permitirá que las diferencias de intereses individuales se conviertan en "disputas interminables". La referencia era clara para el conflicto entre CNI y Tv Azteca. En la misma dinámica de los últimos días, el Ejecutivo federal entrará en una pendiente a la defensiva frente a una concatenación de hechos que hablan justamente de lo contrario: la ausencia de presidencialismo y una disputa facciosa en la cual intervienen según el columnista Jaime Avilés algo más allá que dos grupos empresariales.

"DETRAS DEL GOLPE a Canal 40 no están sólo los propósitos inconfesables de la ultraderecha foxista sino algo más temible: el fanatismo religioso de los sectores del régimen que hoy glorifican a Salinas Pliego como ángel vengador del supuesto agravio que la televisora silenciada cometió, según ellos, al difundir en mayo de 1997 los abusos sexuales del padre Marcial Maciel", subrayó Jaime Avilés (La Jornada, Desfiladero, 11 de enero, p. 4), dándole cuerpo y forma a algo que ya constituye más que un rumor. Es, al parecer, un guión en contra de los medios non gratos, que generará nuevos escándalos.

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