Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 8 de enero de 2003
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Espectáculos

Carmen Aristegui y Javier Solórzano iniciaron nueva aventura informativa en la XEW

Atrás de los conflictos, intento por homogeneizar las voces en los medios

"Nos inquieta que el rostro que estuvo detrás de nuestro caso en Imagen sea el mismo que está en el de CNI-Canal 40 y Tv Azteca", expresan los comunicadores en entrevista

JENARO VILLAMIL

Liberados finalmente del compromiso con la empresa Imagen Telecomunicaciones y después de un litigio interno, los periodistas Carmen Aristegui y Javier Solórzano iniciaron el 6 de enero una nueva aventura informativa en la XEW, la empresa radiofónica de Televisa, en los noticiarios Hoy por Hoy.

Preocupados por la situación que prevalece en los medios electrónicos, ambos explican y analizan el conflicto que surgió en el seno de Imagen, la "traición" al proyecto original de esta empresa y, en opinión de Carmen Aristegui, "nos inquieta que el rostro que estuvo detrás de nuestro conflicto sea el mismo que esté detrás del reciente caso de CNI-Canal 40 y Televisión Azteca".

Javier Solórzano refuerza la impresión de su compañera de mil batallas periodísticas. Indica que la falta de acción de las autoridades en el caso de CNI-Canal 40 despierta cada vez más suspicacias. "Como en el debate de nosotros en Imagen, lo que está detrás es el intento de homogeneizar y uniformar las voces en los medios", destacó.

-ƑQué sucedió finalmente para que se arreglara el asunto con Imagen?

Javier Solórzano: Los Fernández finalmente se comportaron acorde con las circunstancias y liberaron la parte del 8 por ciento que nosotros teníamos en la sociedad.

Carmen Aristegui: No creo en la buena voluntad de los Fernández ni de ninguno de ellos. Creo que dijeron más nos vale que éstos se vayan ya, porque profesionalmente no se van a poder quedar, a que nos quedemos en un pleito.

Javier Solórzano: Yo no litigo este asunto en los medios. Antes que nada, presumo e intento ser un periodista. Yo no soy noticia. Si hubo gente que tuviera una actitud u otra, es cosa de ella. Lo que no podía tolerar era la falta de respeto a Carmen y a mi trabajo. A lo largo de estos días se han dicho muchas cosas y me interesa aclarar estos puntos: primero, Pedro Ferriz de Con no tuvo nada qué ver en la creación de Círculo Rojo; segundo, ante Televisa, nosotros éramos Imagen. Nunca tuvimos que ir con Emilio Azcárraga o Bernardo Gómez para decirle qué hacíamos en Círculo Rojo o en Imagen; tercero, con el dinero que de ahí salió la empresa se vio beneficiada más que Carmen y yo.

-ƑPor qué entonces la saña contra ustedes?

Solórzano: Yo no sé de dónde venía esta guerra, pero lo quearistegui_solorzano1 tiene que ver con nuestros programas, defendimos siempre la autonomía. Esa fue la decisión más importante que tomamos Carmen y yo para salir de Multivisión: la autonomía en nuestro trabajo. Durante un año y tres meses lo que sucedió fueron conversaciones con Bernardo Gómez y un consejo. Así hacíamos Círculo Rojo. Siempre tuvimos todo el apoyo de Televisa.

Proyecto frustrado

Ahora, más allá de las especulaciones, lo que queda claro es que en Imagen se frustró un proyecto periodístico. En el fondo del acuerdo para crear Imagen había un proyecto de tres personas de medios que ensayan un modelo de sociedad.

-ƑQué fue lo que pasó ahí?

Carmen Aristegui: El concepto y el diseño de Imagen eran un gran proyecto que se fue al caño por razones que habrá que conocer con precisión. Tenemos derecho a la suspicacia. Evidentemente, la apuesta era una nueva relación de los comunicadores con los concesionarios, de tipo societario, y un diseño con características interesantes que tenía que ver con ingredientes como el código de ética. La razón por la cual Imagen decidió traicionar ese proyecto nos es totalmente desconocida, pero no fue normal, no fue casual, no fue gratuito que de la noche a la mañana los concesionarios hayan variado tan radicalmente su posición.

Javier Solórzano: Además, el problema era que estábamos virtualmente arreglados. Creo que también hay que poner algo muy importante sobre la mesa: había un litigio entre la familia Fernández y la familia Vargas, derivado de nuestra salida de MVS. Es un litigio muy largo y se habla de cantidades muy altas, de 10 millones de dólares. Una de las causas por las cuales nosotros intempestivamente dejamos de hablar del proyecto fue a petición expresa que se nos hizo para que no habláramos del tema, porque el litigio podía tener un laudo en cualquier momento y la empresa tenía que estar limpia.

-ƑEsa fue la traición al proyecto original?

Javier Solórzano: Sí. La vehemencia de nosotros al referirnos al código de ética es que tiene un doble referente: primero y antes que nada, ante la audiencia, y segundo, ante los dueños del medio. Están hechos para tres: para quien está en el micrófono, para la audiencia y para el dueño de los medios. Cuando sucede esa reunión en el consejo de administración, hay una flagrante violación al código de ética. ƑQuién lo hizo que no contempló que, incluso, si querían algo así tenían que hacerlo con características diferentes?

-Lo sucedido en Imagen no es un caso aislado, más bien es un caso-muestra de la indefensión terrible de los periodistas y del enorme vacío jurídico que existe en materia de regulación y de ética.

Carmen Aristegui: No creo que fuéramos ingenuos, por lo menos en esta historia, porque todo lo que firmamos, el acuerdo legal, estaba muy bien diseñado. Lo que nosotros empujamos al máximo y logramos que se tradujera en documentos legales era el marco de desempeño periodístico y profesional en un contexto de libertad de expresión con referentes éticos que estaban escritos, con un adicional que era estar en la mano del contrato. Había una gran apuesta. El problema es que no fue suficiente, porque hay una gran indefensión ante la ley para el trabajo profesional de los periodistas.

Experiencia "oprobiosa", los hechos en Canal 40

-ƑHay fuerzas invisibles que determinan el desempeño periodístico?

Javier Solórzano: Lo único que no se ha dado en forma vertiginosa en este país es la revolución de las instituciones. Todos sabemos que no puede haber reforma del Estado si no hay reforma de los medios. Hoy los medios son fundamentales, y en su nombre se hacen barbaridades. Es evidente que no podemos cerrar las puertas al trabajo periodístico. Lo que tenemos que hacer es profesionalizar al máximo el trabajo de los periodistas, pero al mismo tiempo hay un gran vacío legal.

"Por ejemplo, lo que sucede en los medios impresos. No es casual el asunto. Los medios no son sólo un negocio. En el caso de CNI-Canal 40 y TV Azteca hay dos cosas oprobiosas: que alguien determine cómo se aplica la ley que no sea la autoridad y, segundo, el vacío de la autoridad. No pueden andar de vacaciones los secretarios durante tanto tiempo, la sociedad sigue caminando.

Carmen Aristegui: En apariencia son conflictos de carácter empresarial, pero como sean las cosas, hay dos espacios de comunicación específicos que quedaron fuera del aire. A mí me preocuparía enormemente que el rostro que estuvo detrás de Imagen sea el mismo que está detrás de Canal 40, más allá de las particularidades legales y empresariales. No lo puedo dejar de ver. Está ahí.

-Hay la sospecha de que es un asunto que tiene que ver con la derecha.

Javier Solórzano: Es delicado. No tengo elementos para responderte. Hay un marco internacional muy complejo. Por ejemplo, pienso que la llegada de Lula en Brasil influirá positivamente. Pienso que los medios de comunicación están en el centro motor pensante del actual gobierno. Se acomodaron demasiado rápido. Por ningún motivo estoy insinuando que el gobierno tuviera que ver en estas acciones, porque no tengo elementos para afirmarlo, pero sí creo que hay una sociedad que no actúa tan autónomamente en sus aparatos ideológicos de Estado. Creo que la Iglesia y el Estado ya no actúan tan separadamente.

-ƑNo se afecta la diversidad?

Javier Solórzano: Exacto. Esa es la gran palabra, que nos quieran imponer el pensamiento único como opción. Me inquieta que el gobierno no oiga. Me preocupa que piensen que se puede resolver el problema sin acción de la autoridad. Creo que hace bien el gobierno en algunos casos en no meterse, pero en el Caso de Canal 40 es grave que no exista autoridad. Ahora resulta que los guardias de Tv Azteca son los neopolicías de México.

Carmen Aristegui: A mí me parece estruendoso el silencio del gobierno.

Javier Solórzano: Me preocupa enormemente que ser democrático y ser plural en este país sea visto como signo de debilitamiento.

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