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Mañana se inicia en Oaxaca encuentro de mujeres
Oaxaqueñas cuestionarán al BID en cumbre indígena

* ROSA ROJAS Noviembre 29, 2002 * La participación de oaxaqueñas en la Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, que se celebrará del 30 de noviembre al 4 de diciembre en Oaxaca, tendrá como finalidad cuestionar las políticas económicas y sociales que impone en los gobiernos el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), uno de los organizadores, ''y que repercuten en los pueblos indios, sobre todo en las mujeres indígenas", informó Melina Hernández, de la Unión de Organizaciones Sociales de la Sierra Juárez.
La cumbre contará con la participación de más de 400 delegadas de todo el continente, así como de observadoras de Europa, Asia y Africa, indicó a su vez la Fundación Rigoberta Menchú Tum, que junto con la Unidad de Pueblos Indígenas y la Unidad de la Mujer en el Desarrollo, del BID, comparte la responsabilidad ejecutiva y organizativa del encuentro.
Entre los objetivos de la cumbre -en cuya organización participan también el Enlace Continental de Mujeres Indígenas y el Foro Internacional de Mujeres Indígenas- están destacar los logros que las indígenas han alcanzado en los diferentes ámbitos de acción, y compartir y sistematizar experiencias de participación y construcción de relaciones interculturales respetuosas, promoviendo el intercambio intergeneracional.
Asimismo, fortalecer y ampliar las redes de información y organización de las mujeres indígenas de América, y dialogar e influir en las visiones y definiciones de diversos sectores y actores institucionales relevantes.
Hernández Sosa explicó que el sábado se realizó una reunión de mujeres indias oaxaqueñas en la que se acordó hacer un planteamiento crítico a las condiciones que se imponen a los Estados, en este caso al mexicano, para que se apliquen políticas como el Tratado de Libre Comercio y el Plan Puebla-Panamá, así como las consecuencias de estas recetas sobre los pueblos indios y las mujeres.
''Se van a conjuntar las experiencias de cómo repercute entre los pueblos la globalización de la economía. De hecho ya hay un avance en los documentos de trabajo, porque ha habido encuentros preparatorios en el Enlace Continental de Mujeres Indígenas. Esta reunión es más de propuestas que de denuncias'', subrayó.
Por otra parte, integrantes de diversas organizaciones estimaron que es ''insuficiente'' la representación de mexicanas, específicamente oaxaqueñas, en la cumbre de mujeres indígenas, sobre todo si se considera que Oaxaca es la sede del encuentro.
Al respecto Sofía Robles, de Servicios del Pueblo Mixe, señaló que apenas ayer recibió la invitación a la cumbre, ''lo que no es tan correcto, porque esto ya tiene bastante tiempo de preparación y no hubo un acercamiento más directo con las organizaciones''.
"Recuerdo mucho una reunión de mujeres indígenas que hicimos a escala continental, antes de Pekín, en Quito, Ecuador; es difícil llevar a mujeres de todos lados, pero tiene que haber participación muy amplia de la gente que está más cerca, para que se vea realmente que no es sólo una cumbre que se queda arriba, sino que trata de llegar más abajo'', comentó.
Reyna Pérez Hernández, del Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón, refirió a su vez: ''tuvimos que enviar (a la Fundación Menchú) un documento un poco fuerte para que nos dieran la oportunidad de participar, porque ya nos habían excluido".
Hernández Sosa y Pérez Hernández coincidieron en entrevistas por separado en que se había solicitado a los organizadores de la cumbre que hubiera 16 delegadas de Oaxaca, una por cada pueblo indio que existe en el estado, "además de la gente acarreada que quería llevar el gobernador (José Murat), como observadoras sin voz ni voto, pero nosotras nos opusimos, porque no es posible que las mujeres indígenas sigan de adorno; que si las mujeres oaxaqueñas íbamos a participar que fuera con voz y voto, que se nos escuchara".
Entonces, explicó Melina, la Fundación Menchú realizó una reunión y le asignó 10 lugares a la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas y dos al Congreso Nacional Indígena, así como 10 lugares para Oaxaca, independientemente de los que ya tiene cubiertos el gobernador.
Las organizaciones de Oaxaca hicieron una propuesta de delegadas de la coordinadora, pero fue desechada en la oficina central, donde se designó a las delegadas.
Reyna a su vez comentó: ''hubo mucha inconformidad en Oaxaca por esa lista; entonces cubrimos los lugares de Oaxaca con compañeras consensadas por las organizaciones y se acordó que cada quien irá en representación de su propia organización y no de la coordinadora".
Finalmente no se sabe si habrá delegadas por el congreso, indicaron.



Comenzó en Oaxaca la primera Cumbre de las Mujeres Indígenas de las Américas
Frustrantes, los resultados de la "década de los pueblos indios", advierte Menchú Tum

ROSA ROJAS ENVIADA Oaxaca, Oax., 30 de noviembre. La década de los pueblos indios proclamada por la Organización de Naciones Unidas, que finalizará en 2004, no fue importante para las instituciones internacionales y sus resultados han sido más bien "frustrantes", por lo que la coyuntura impone que los pueblos indios luchen por desempolvar y tomen en sus manos el plan de acción que se quedó engavetado en los archivos de las instituciones internacionales y los gobiernos, coincidieron ayer Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la Paz 1992, y el presidente del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Pueblos Indios, Miguel Alfonso Martínez.
Ambos personajes intervinieron en la inauguración de la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, a la que asisten casi 400 participantes de 24 países. La declaratoria inaugural la hizo el gobernador del estado, José Murat, y asistió con la representación del presidente Vicente Fox la titular de la oficina Presidencial de Desarrollo de los Pueblos Indios, Xóchitl Gálvez.
En el acto, la directora de Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), Noeleen Heyzer, manifestó que con el apoyo de esa institución, las mujeres están comprometidas en el análisis del impacto de los pactos regionales de comercio, como el Mercosur y el Area de Libre Comercio de las Américas. Subrayó la importancia de estas situaciones para las indígenas y para las mujeres en general al señalar que es cada vez mayor la incorporación del género femenino a las corrientes migratorias, lo que las hace vulnerables al tráfico y al abuso.
En la medida en que los trabajadores que dependen de migraciones temporales o permanentes no teman estar expuestos o ser deportados, pueden comenzar a demandar derechos laborales y beneficios en cada país, indicó.
La feminización de la pobreza
También destacó que para asegurar que las mujeres indígenas y los pueblos indios sean capaces de aprovechar los cambios a los que obliga la globalización, los gobiernos pueden comenzar a combatir la feminización de la pobreza mediante la incorporación del enfoque de género en los presupuestos nacionales, en la fijación de impuestos y en las políticas de inversión, la generación de empleo, y las políticas agrícolas y en el uso de los suelos.
Los gobiernos, señaló la funcionaria de la ONU, también pueden eliminar las políticas que devalúan el trabajo de las mujeres, a la vez que promover el desarrollo en sectores en los que están concentradas las mujeres.
Subrayó que para disminuir la discriminación étnica y de género los gobiernos pueden, de manera más sistemática, involucrar e incluir los intereses de los pueblos indígenas en la toma de decisiones y la asignación de recursos y reconocer y valorar los conocimientos y capacidades de los indígenas.
Para las mujeres indígenas las leyes son necesarias, no sólo para proteger el territorio comunal sino también para asegurar el acceso y el derecho a la propiedad de la tierra, ya sea en acuerdos familiares o individuales, añadió.
Por su parte Myrna Cunningham, en representación de la Iniciativa Indígena por la Paz, explicó que en esta cumbre se va a trabajar alrededor de un tema que es muy complejo manejar entre los pueblos indígenas: los derechos de las mujeres.
De tanto luchar por los derechos colectivos de los pueblos indios, "muchas veces a nosotras mismas se nos olvida combatir por nuestros derechos como mujeres", enfatizó.
Es preciso reconocer las aportaciones de las mujeres indias a la cultura, a la política y a los esfuerzos por tratar de definir, mediante las experiencias de las participantes en el evento, qué medidas tomar para ejercer los derechos que otras mujeres ya han conquistado, "para que también sean nuestros y no sólo de otras", enfatizó.
Menchú Tum en su alocución planteó que la presencia de las luchadoras indígenas en la cumbre busca hacer que las instituciones internacionales y los gobiernos las miren de frente; "somos sujetos, no objetos de la historia, porque nuestro poder es coraje", apuntó, luego de señalar que si bien en los 20 años que tiene de creado el Grupo de Trabajo de la ONU sobre los Pueblos Indios ha habido avances, "falta que nos dejen las decisiones en nuestras manos, que nos dejen hacer las cosas como nosotros queremos". Pueden decir que este discurso es agresivo, indicó, "pero hay más agresión cuando se nos mata de hambre".
Se informó que cuatro indígenas zapatistas asisten a la cumbre, la cual es organizada por la Fundación Rigoberta Menchú Tum y cuyos temas a tratar son las repercusiones del Plan Puebla-Panamá y del Area de Libre Comercio de las Américas en el ámbito de los intereses económicos, comunitarios y culturales. Los trabajos de la cumbre finalizarán el próximo jueves 4. (La Jornada 1 de diciembre del 2002)


--Peligra la seguridad alimentaria con el uso de semillas transgénicas, advierten

La globalización intenta aniquilar la diversidad, acusan mujeres indígenas

--Argentina, ejemplo de lo que depara a países que siguen dictados de BM y FMI, dicen

* ROSA ROJAS ENVIADA - Oaxaca, Oax., 1º de diciembre* La globalización neoliberal es una "nueva forma de colonización que busca aniquilar la diversidad", se planteó hoy en la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, en la cual varias participantes se pronunciaron contra los instrumentos de esa globalización, como el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), el Plan Puebla Panamá (PPP), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el Plan Colombia y Coca Cero (en Bolivia).
En la plenaria matutina, presidida por la Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum, se advirtió del peligro de que los pueblos indios pierdan su seguridad alimentaria con la introducción de semillas transgénicas, con las cuales sólo se busca meter a los pueblos indios al mercado.
Como ejemplo de lo que depara esta globalización se puso el caso de Argentina, que pese a cumplir todas las políticas del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) -y quizá por eso- está en bancarrota, con más de la mitad de su población en la miseria.
En un salón abarrotado por cerca de 400 mujeres indias provenientes de 24 países de América, Europa y Asia, Melina Hernández, de la Unión de Organizaciones Sociales de la Sierra Juárez de Oaxaca, aprovechando la presencia en el presídium de Beatriz Paredes, presidenta de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, criticó el desempeño del Congreso mexicano al no haber aprobado la iniciativa de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) sobre derechos y cultura indígenas. Hizo también un reconocimiento a la lucha de las zapatistas, como la comandante Ramona, que fue apoyado con un fuerte aplauso por las presentes.
En entrevista posterior, Paredes comentó respecto a la iniciativa de la Cocopa y la "reforma de la reforma" constitucional en materia indígena: "de mi parte siempre ha habido la disposición para replantear el tema, lo que sucede es que éste siempre ha sido un asunto en el que hay que lograr la construcción de consensos o de mayorías dentro del proceso legislativo.
"Se ha ido avanzando en especificar cuál es la naturaleza de las contradicciones, e incluso un legislador con el que tengo una relación cercana, Jaime Martínez Veloz, volvió a plantear el tema. Entonces es un asunto que en términos del debate legislativo sigue vigente."
-¿Se puede concretar en esta Legislatura?
-No sé. Es un asunto que se tiene que construir a partir de que quienes puedan formar mayorías o consensos lo haga; es un asunto que ha estado replanteado por varios legisladores de distintos partidos políticos; es uno de los temas que se siguen discutiendo.
En su exposición sobre "desarrollo indígena y globalización", Beatriz Schulthes, de la organización Retorno a la Tierra, de Costa Rica, refirió que la globalización neoliberal pretende imponer valores económicos, culturales e incluso religiosos dirigidos a una sociedad consumista.
Ahora "nos imponen el turismo, todo mundo debe dedicarse al turismo y dejar a un lado las actividades del campo, de saber vivir con lo que la tierra nos da, dejar de buscar su seguridad alimentaria, cuando sabemos que el turismo puede desmoronarse en cualquier momento; esa es la forma en que la globalización pone en peligro la existencia de los pueblos indios", señaló.
En referencia a las múltiples señalamientos que se han dado en este evento sobre la importancia de que las mujeres indígenas participen en los foros internacionales, comentó: "sí es importante participar, pero hay que recordar que las reglas del juego no las hacemos nosotras", y pasó a criticar la forma en que se les imponen formas de organización ajenas para poder acceder a los financiamientos.
Criticó también la forma en que se construyen desde esos ámbitos los liderazgos, y comentó: "los verdaderos líderes y lideresas son humildes servidores (...) nos imponen capacitaciones para que aprendamos a pensar lo que no queremos cuando nosotras podemos capacitar al mundo sobre nuestra cosmovisión".
Por su parte, Viviana Figueroa, de la Asociación de la Juventud Indígena Argentina, mencionó que su país, siguiendo los dictados del BM y el FMI, privatizó todos los servicios públicos, las jubilaciones, los recursos naturales -como el gas- y bajó o eliminó los aranceles; además permite la importación de productos agrícolas subsidiados en Estados Unidos. El resultado es que en un país que produce alimentos para tres veces la población con que cuenta (16 millones de habitantes) la gente se está muriendo de hambre.
Convocó a que las mujeres indígenas se articulen en los movimientos antiglobalización neoliberal, y puso especial énfasis en el llamado a cuidar la seguridad alimentaria de los pueblos indios, deteniendo la contaminación transgénica que están propagando las compañías productoras de semillas modificadas genéticamente, que además se están apropiando de las variedades de papas andinas que existen en el norte de Argentina.
Después, esas trasnacionales devuelven a los pueblos semillas modificadas genéticamente, en las que se usa la tecnología terminator, que las esteriliza, para obligar a los productores a comprarlas cada año.
En tanto, Bernardine Dixon, de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense, en su exposición Género desde la perspectiva de las mujeres indígenas, expresó que el tema de la salud sexual y reproductiva algunos lo ven como un derecho propio vinculado a la cosmovisión de las mujeres indígenas y otros lo consideran "otro invento del mundo occidental".
Hay que aplicar la educación sexual en todos los ámbitos de la socialización, agregó, y presentar el tema de género "como una opción, no como una imposición".
A su vez, Margarita Gutiérrez, responsable de Instrumentos Internacionales de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas, de México, aseveró que en torno a los pueblos indios ha habido avances en la creación de normas en el sistema de la Organización de Naciones Unidas (ONU), como el Convenio 169, el Foro Permanente de los Pueblos Indios, pero en la realidad lo que avanza es la imposición de planes económicos neoliberales que llevan a la aniquilación de los pueblos indios.
Además, las instituciones de la ONU para los pueblos indios no cuentan con recursos ni personal, no se ven como complementarios. "Son espacios conquistados, pero hay que apoyarlos para que no desaparezcan", enfatizó.
En otro orden, ante la crítica de una de las participantes por la forma en que se eligió a las delegadas, Rigoberta Menchú dijo que había que dar respuesta a grupos de mujeres indígenas de 21 países, pero además en algunos de ellos se llevó un proceso de organización hasta de un año, durante el cual se eligió a las delegadas en procesos comunitarios, locales, regionales y nacionales. "Si aquí no se pudo, eso demuestra la división de la organización indígena", abundó.
Por otra parte, Alfonso Alem, director de la Fundación Rigoberta Menchú, desmintió que vayan a asistir a la cumbre mujeres indígenas zapatistas, pues aunque se buscó hacerles llegar la invitación por medio de canales que se consideraron adecuados, e incluso se les reservaron cuatro lugares, dijo, nunca se recibió respuesta.
La plenaria culminó con sendas participaciones de Angélica Aragón y Sasha (ex Timbiriche), que interpretaron un par de canciones para alegría de las indígenas presentes en la cumbre. (La Jornada 2 de diciembre del 2002)


--Dicen analizar "a la luz de la sabiduría sobrenatural" los acontecimientos humanos

Incita a la violencia la cumbre de las mujeres indígenas, se quejan obispos

*VICTOR RUIZ ARRAZOLA CORRESPONSAL - Oaxaca, Oax., 2 de diciembre* Integrantes del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana dieron a conocer que "por medio de una serie de sugerencias que incitan a la violencia", la Primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas plantea "alcanzar sus fines" sobre la libre determinación y la autonomía de los pueblos indígenas.
En un documento fechado en esta capital, los arzobispos de Oaxaca y Jalapa, Héctor González Martínez y Sergio Obeso Rivera, respectivamente, así como por los obispos Rodrigo Aguilar Martínez, de Matehuala, San Luis Potosí, y Lázaro Pérez Jiménez, de Autlán, Jalisco, dijeron "a nombre del Episcopado Mexicano" dirigirse a las participantes de la cumbre "en virtud de nuestra responsabilidad pastoral de estudiar, a la luz de la razón humana y de la sabiduría sobrenatural, los acontecimientos que atañen a la humanidad, a la naturaleza y a la historia".
Lamentan que la cumbre "pretenda imponer el concepto de derechos sexuales y reproductivos que implican programas de control poblacional que atentan contra el valor de la maternidad y de la vida, conceptos fundamentales en las culturas indígenas, hecho muchas veces denunciado por los pueblos indígenas".
Consideran que la cumbre "concibe la estructura de la familia indígena como causa directa de diversas formas de discriminación contra la mujer, cuando se ha de enfatizar el poder de la mujer indígena que en el hogar lleva la conducción de los hijos y la transmisión de los valores".
En el documento de cuatro cuartillas hecho llegar a las participantes de la Primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, que reúne a 400 delegadas de América, Europa, Africa y Oceanía, la Conferencia del Episcopado Mexicano, señala que la Iglesia católica defiende y apoya el derecho de los pueblos indígenas por medio del diálogo positivo, el trabajo conjunto entre gobierno, instituciones religiosas y comunidades con el respeto a las tradiciones y costumbres que salvaguarden la dignidad humana de los pueblos indígenas.
Los obispos firmantes, también titulares de las comisiones de Doctrina, Familia, Pastoral Social e Indígenas, del Episcopado Mexicano, consideran que la cumbre aborda la espriritualidad, la educación y cultura de los pueblos indígenas desde conceptos de conocimiento tradicional, pérdida y reconstrucción de identidad individual y colectiva, así como espiritualidad de la mujer indígena, "desde una perspectiva completamente alejada de la realidad cultural y espiritual de las diferentes etnias que forman nuestros pueblos indígenas".
El secretario de la comisión episcopal, Francisco Ochoa Reyes, manifestó que estos señalamientos se dan luego de un análisis de estos cuatro obispos, sobre los temas que se plantean en esta primera cumbre femenina indígena de las Americas y agregó que "hay cierta ideologización, podríamos hablar de que hasta se contrapone al opresor, al oprimido, el subyugado y este tipo de frases y concepciones, los obispos descubren que hay indirectamente incitaciones a la violencia".
En el documento se agrega que las participantes en la cumbre miran con visión reduccionista y con prejuicios al cristianismo, "como forma de vida contraria a la cosmovisión indígena, desconociendo la vivencia profunda del cristianismo que han alcanzado los pueblos indígenas hasta el presente".
Enfatizan que las mujeres transforman principios y valores milenarios e imponen prácticas a la cultura, propiciando la pérdida de identidad. La Iglesia no pretende ahora imponer el Evangelio, sino ofrecerlo como plenitud para cualquier cultura y religión.
Manifiestan que la cumbre ataca la globalización económica, pero difunde e impone la globalización ideológica por medio de la cual se busca introducir a los pueblos indígenas ideas y conceptos ajenos a sus propios valores, tradiciones y cultura.
Reconocen que la Iglesia católica denuncia "esta manipulación clásica sobre los menos favorecidos y se pronuncia por una espiritualidad y una educación que respeten e incluyan la propia religiosidad, costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas".
Aseguran que la Iglesia católica "promueve el bienestar económico, social y moral de la mujer indígena, protegiendo su derecho a formar una familia, respetando la vida y la maternidad según sus genuinas tradiciones y costumbres". (La Jornada)



Lo que los obispos critican son ideas, no conclusiones del encuentro, aclara

Propone Menchú que la cumbre indígena plantee relanzar el diálogo en Chiapas

"Las iglesias han sido medios de reproducción y difusión del patriarcado", dicen

* ROSA ROJAS ENVIADA - Oaxaca, Oax., 2 de diciembre * Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la Paz 1992, propuso hoy que la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas emita una declaración en favor de la reanudación del diálogo en Chiapas. "Ya nadie habla del proceso de paz", afirmó, indicando que se debe plantear en ella que la población y en especial los indígenas que viven en los 17 municipios autónomos zapatistas, puedan entrar y salir de esos territorios sin problemas y sin temor. La propuesta fue acogida por aclamación de las más de 300 delegadas.
Menchú recibió con reserva -haciendo gala de la diplomacia aprendida en más de una década de cabildear en la Organización de Naciones Unidas y otra década como Nobel- el mensaje de la Comisión Episcopal de Indígenas (CEI) a la cumbre, que hace críticas a los "documentos de trabajo", señalando que "incitan a la violencia" y lamentando "que la cumbre pretenda imponer el concepto de derechos sexuales y reproductivos".

"Documentos absolutamente preliminares"
Sopesando cuidadosamente sus palabras, Menchú agradeció la atención de la Iglesia católica al evento y sus conclusiones. "Nos parece importantísimo" -dijo- aclarando que la cumbre no ha terminado y por consiguiente no hay ninguna conclusión, y procedió a deslindar a la cumbre de los documentos criticados por la CEI: "Son documentos que tienen autores, documentos absolutamente preliminares, elaborados por equipos de consultores a nivel de los países... Por lo que nos parece prematuro realmente pensar que esto eran conclusiones de la cumbre; son redacciones, consultas, ideas que se trabajó, se socializó a partir del momento en que se convoca".

-Los obispos dicen que hay una serie de sugerencias que incitan a la violencia. ¿Hay algo en los documentos que puedan decir ellos que incita a la violencia?
-Los documentos preliminares, que no son documentos de la cumbre, sino una somera idea de consultores y de gente que trabajó los documentos, es precisamente para generar una perspectiva de discusión.
-¿Hablar de derechos sexuales y reproductivos será pecado?
-No quisiera responder eso en tanto que no hemos sacado conclusiones. Yo presido la cumbre y quisiera presidirla hasta el final. La presidencia de la cumbre, en mi caso, sólo voy a ratificar aquellos documentos que van a salir de la cumbre.
-Ese escrito es una crítica; están descalificando a la cumbre desde ahora, ¿no?
-Si para la gente del mundo las conclusiones de la cumbre son impertinentes, estaremos dispuestos a recibir cualquier tipo de adversidades, opiniones profundas, de divergencias de fondo, todo lo que sale de esta cumbre va a ser nuestra guía, nuestra agenda en los proximos años. Esta es la primera cumbre, es normal que habrá otras cumbres en el futuro, pero en esta primera van a adoptarse un conjunto de posiciones que vamos a defender en el futuro, pero esas posiciones no han salido hasta ahora.
-Una cosa a título personal: ¿las indígenas tienen derecho a tener derechos sexuales?
-Yo espero ahorita que no se confundan mis opiniones en relación con las discusiones, porque precisamente los temas tan delicados como espiritualidad, como la globalización, como las mujeres indígenas, como tal se han hecho discusiones muy profundas a nivel de las mesas y yo asumo totalmente y ratifico lo que las compañeras digan.
En la plenaria matutina, en la que se dieron a conocer las conclusiones de los grupos de trabajo sobre los diferentes temas que discutieron las delegadas la tarde anterior, en la mesa sobre Género desde la visión de las mujeres indígenas se concluyó que "las iglesias han sido uno de los medios de reproducción y difusión del patriarcado"; "es necesario hablar de género no como palabra, sino como acción" y que "lo que las mujeres no hacemos por nosotras nadie lo hará por nosotras".
Se sugiere, para el plan de acción, "analizar desde la crítica constructiva los movimientos fundamentalistas que plantean nuevas filosofías en cuanto a la dualidad", así como rescatar el respeto entre hombres y mujeres; mujeres y mujeres.
Además "promover sistemas de salud reproductiva, educación sexual y de la sexualidad de las mujeres indígenas desde su cosmovisión". Dar alternativas económicas que permitan ejercer "nuestros enfoques de género y nuestros derechos".
Igualmente, incidir en la cooperación y asistencia técnica internacional, de forma que toda acción desarrollada en la región incorpore el enfoque de género y asigne una cuota financiera que beneficie a las mujeres hasta en 50 por ciento.
"Las mujeres indígenas debemos mirar hacia arriba, el costado y al frente, ante el peligro de reproducir lo que no queremos".
En las propuestas para la declaración de la cumbre, se afirma: "El sistema del Estado patriarcal y centralista ha marcado, estereotipado y definido a las mujeres indígenas bajo elementos económicos, sociales, políticos, jurídicos, morales, éticos, sexuales, generacionales y de clase de carácter excluyentes, discriminatorios, opresores y desiguales. Todo esto ha ocasionado el poco o casi (nulo) acceso de las mujeres a los diferentes servicios básicos, recursos y al poder".
"Es necesario retomar tres principios de la cosmovisión: la dualidad o la doble mirada no en competencia sino en reconocimiento, como el principio que debemos respetar todos; el equilibrio como la paridad, y la complementariedad como el complemento de la otra, como un hilo común pero no parte de ella."
Se añade: "Las mujeres indígenas enfrentan múltiples discriminaciones, por ser mujer, por ser indígena, por ser pobre económicamente, por edad, educación, por falta de información, etcétera".
Se señala que todavía hay problemas en las comunidades para abordar el tema de género; que la equidad de género "no sólo no es posible por la pobreza, sino también por la resistencia que hay en todos los ámbitos de la vida, lo que impide que las mujeres defiendan sus derechos" y que la discriminación se da "desde nuestras propias familias...".
En la mesa sobre Desarrollo indígena y globalización se propuso mantener una resistencia cultural, social y de identidad indígena; luchar por el reconocimiento y defensa de los territorios ancestrales y los derechos de los pueblos indígenas; generar un concepto de etnodesarrollo y autogestión; capacitación para las mujeres indígenas en los instrumentos jurídicos, políticos, sociales y económicos y garantizar la participación de las mujeres indígenas en los diferentes espacios nacionales e internacionales; fortalecer el ejercicio de autonomía para el control territorial, ambiental, social y cultural.
En la mesa sobre Espiritualidad, educación y cultura se proponen medidas para fortalecer y mantener los conocimientos ancestrales, como la creación de proyectos educativos propios que rescaten los rituales olvidados o impulsar que los centros formadores de recursos humanos incorporen en su currículum aspectos relativos a la conceptualización de la espiritualidad.
Tras la plenaria, Menchú recibió el Premio Iberoamericano José Martí, que otorga la Fundación Iberoamericana Cultural y Científica que lleva el nombre del prócer cubano, de manos del ex ministro de Cultura de Cuba Armando Hart y de Rolando Rodríguez García, ambos vicepresidentes de la citada fundación, por su lucha en favor de los derechos de los pueblos indios de América y por la dignidad, la paz y la justicia. (La Jornada)


Delegadas descartan desatar una "guerra religiosa"
Rechaza cumbre indígena "prejuicios" de la Iglesia
Las críticas de los obispos mexicanos, "apresuradas"

* ROSA ROJAS ENVIADA - Oaxaca, Oax., 3 de diciembre * Las más de 300 delegadas participantes en la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas reivindicaron su derecho a aprender de sus propias experiencias, a sistematizar sus avances y a "labrar un camino propio y libre de cualquier injerencia", en su respuesta a las críticas de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Las indígenas de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela reconocen como un estímulo para sus deliberaciones el interés demostrado por la Iglesia, pero indican que su mensaje vierte críticas "que son lamentablemente apresuradas" y se fundan en documentos preliminares, por lo que "lo menos" que piden es que la cumbre sea juzgada por sus resultados.
Señalan que el mensaje de los obispos desconoce la pluralidad de opiniones que existe en los pueblos indígenas del hemisferio y de las más de 300 delegadas presentes en la cumbre. "Se ignora nuestra capacidad de someter opiniones propias a un debate genuinamente democrático, para construir los consensos que han permitido a nuestros pueblos sobrevivir a la historia de imposiciones, que queremos dejar atrás".
Asimismo, reafirman el derecho de sus pueblos a la libre determinación como un medio y nunca como un fin en sí mismo, y la validez de su lucha pacífica por alcanzarla. "Si de verdad ahora la Iglesia no pretende imponer el Evangelio, podría demostrar un verdadero respeto por nuestra propia espiritualidad y estar dispuesta a un diálogo horizontal", agregan.
El documento, aprobado en la plenaria vespertina, anota: "La Iglesia se preocupa por la ideologización de nuestras críticas a la globalización, como si ésta no conllevara en sí misma una propuesta ideológica que prolonga y exacerba las relaciones de marginación y exclusión que nuestros pueblos han padecido durante siglos".
El documento no da respuesta a la referencia de los obispos sobre los derechos sexuales y reproductivos como algo supuestamente ajeno a las tradiciones indígenas. Sí manifiesta, en cambio, que el mensaje de la Iglesia se preocupa "por los valores subyacentes a algunos de nuestros debates, ignorando que nuestra relación con la vida tiene un valor sagrado, por lo que no requerimos de ninguna doctrina ajena para defender nuestros derechos y los de generaciones futuras".
Por la mañana, la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, presidenta de la cumbre, hizo un llamado a dar una respuesta "sensata, tolerante y equilibrada" a las críticas vertidas por el Episcopado, señalando: "Aquí hay mujeres que practican la religión católica, otros credos y la espiritualidad de nuestros pueblos, por lo que no quisiéramos desatar una guerra religiosa, aunque tal vez muchos estarían interesados en ello".
Sobre las críticas episcopales, Tarcila Rivera Zea, integrante de la comisión de coordinación de la cumbre en nombre del Enlace Continental de Mujeres Indígenas, comentó que primero se tiene que romper con los prejuicios que consideran que es subversiva cualquier cosa que vaya en contra de lo establecido. "En el caso de los pueblos indígenas y sus mujeres, hay que romper con el prejuicio de que todo lo que significa un reclamo de justicia es malo; no es ni malo ni violento", dijo.
"Creemos en la opción de un sistema democrático en el que todavía tenemos libertad de expresar libremente lo que pensamos y actuar por la defensa de nuestros derechos con libertad, sin agredir a nadie", subrayó.
Se le preguntó si las mujeres indígenas pueden hablar de derechos sexuales y reproductivos, y contestó que en la cultura de su pueblo, el quechua de Perú, el sexo no es tabú y la concepción de éste como pecado llegó con la Iglesia católica. "Entonces se puede decir que antes las mujeres ejercían sus derechos normalmente", expuso.
Añadió que actualmente, con las crisis de todo tipo que hay, las mujeres de cualquier parte del mundo ya no dicen "que vengan los hijos que Dios manda", porque saben que tienen que afrontar cada día que el menor necesita comer, estudiar y mejorar capacidades.
"Además muchas mujeres son jefas de familia, por lo que se recurre a la planificación. Ahora las indígenas exigen ser informadas y tomar decisiones por ellas mismas, porque es cierto que ha habido programas de planificación inadecuados, que ha habido muertes y esterilizaciones forzadas, y eso es lo que no se acepta". (La Jornada) Diciembre 4, 2002



Rigoberta Menchú: El Episcopado, sin voluntad de acatar al Papa

VICTOR RUIZ ARRAZOLA CORRESPONSAL - Oaxaca, Oax., 3 de diciembre. La guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, afirmó hoy que tal parece que los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano no tienen voluntad de acatar lo que ha dicho el papa Juan Pablo II en relación con los pueblos indígenas, luego de haber declarado los obispos que en la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, que se realiza en esta ciudad, las delegadas plantean alcanzar sus fines sobre la libre determinación y la autonomía "por medio de una serie de sugerencias que incitan a la violencia".
Refirió que desde 1992 el Papa ha hecho una serie de invocaciones a los derechos de los pueblos indígenas y la necesidad de diálogo y respeto a la identidad. "He sentido mucha emoción al escucharlo recientemente en México y Guatemala, donde fue muy contundente en cuanto a la necesidad de crear nuevas perspectivas de relación de la Iglesia católica con las comunidades indias, y por eso me sorprende este comunicado de la Conferencia Episcopal".
Manifestó: "Me parece que no tienen ninguna voluntad de acatar lo que ha dicho el Papa desde 1992, cuando sacó una serie de líneas para la Iglesia en relación con los pueblos indígenas. Los obispos y arzobispos deben respetar la palabra de la alta jerarquía católica. En la cumbre participan mujeres que han participado en la Pastoral Social, en las organizaciones de catequistas que de hecho practican su militancia en las iglesias".
A un día de los comentarios de la Iglesia sobre esta cumbre, Menchú expuso: "La tecnología nos ampara y cada una de las conversaciones, una por una en esta cumbre, se está grabando y es un respaldo contundente para nosotros".
También lamentó que integrantes del Episcopado Mexicano hayan opinado respecto al cónclave femenil cuando "ni siquiera van a la mitad de su agenda".
Explicó que el lunes intercambiaron opiniones las delegadas y convocaron a una reunión para dar una posición ante el comunicado de la Iglesia. Sin embargo, dijo que aún no se puede hablar de conclusiones y será hasta este miércoles cuando el mundo conozca lo que se dijo de cada tema. "La Iglesia se adelantó". (La Jornada) Diciembre 4, 2002


Vemos con recelo las normas de la Iglesia, expresan
Racista, negarnos derechos, replican indígenas a obispos
''Respetamos la decisión de cada mujer del número de hijos que pueda traer al mundo'', señalan en manifiesto

ROSA ROJAS ENVIADA - Oaxaca, Oax., 4 de diciembre. La delegación mexicana en la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas respondió a las críticas del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana, que acusó a este encuentro de promover ''una serie de sugerencias que incitan a la violencia" y de pretender ''imponer el concepto de derechos sexuales y reproductivos".
Las representantes del país, unas 40, replicaron que ya son ''mayores de edad'', que tienen el ''irrenunciable derecho a la libre determinación'', que "cada mujer y cada pareja'' tienen derecho a decidir el número de hijos que pueda traer al mundo ''y decidir sobre sus cuerpos'', y que les corresponde a ellas reflexionar sobre los usos y las costumbres que atentan contra la dignidad y los derechos humanos.
''Tenemos mayoría de edad''
En su respuesta ''a los monseñores'' del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana, las indígenas reafirmaron ''el irrenunciable derecho a la libre determinación, para la concreción de nuestros plenos derechos; el desconocimiento de nuestros derechos es un acto racista, que genera violencia y que no permite avanzar en una nueva relación entre pueblos indígenas y gobiernos, ya que existe una reiterada y sistemática violación a los derechos humanos y libertades fundamentales" de los pueblos y mujeres indígenas.
Señalan: "nos corresponde a nosotras discutir, reflexionar sobre lo que se llama usos y costumbres que atentan contra la dignidad y los derechos humanos, y sobre todo aquellas cargadas de violencia, como golpes a mujeres. De igual manera estamos contra el alcoholismo, que es la muerte lenta para nosotras y nuestros pueblos. No se preocupen, las estamos analizando, porque también creemos que nos ilumina la luz de la razón y la justicia y que estas cosas no deben permitirse, y consideramos que aún hoy en día, la sociedad nacional, incluida la Iglesia, desconoce el fondo de la justicia de los pueblos indígenas y actúan con prejuicios. Los instamos a un dialogo abierto y franco para clarificar estos conceptos.
''Ciertamente -agregan- hoy podemos manifestar más plenamente nuestra espiritualidad, lo que no pudieron hacer nuestros antepasados, porque lo hicieron a escondidas y como resultado de su desobediencia fueron arrojados a la hoguera. Para nadie es oculto la imposición de la evangelización y que sobre la espiritualidad y los centros ceremoniales se fundaron las iglesias de nuestros pueblos. Las mujeres indígenas mexicanas somos mayores de edad y tomamos nuestras decisiones para ejercer libremente nuestra espiritualidad, que es diferente a una religión, y de igual manera se respeta la creencia de cada quien. La religión católica acoge a quien le convence y cree en ella, la practica, la vive y da frutos de ella.
''Como mujeres indígenas estamos conscientes y muy orgullosas del don que tenemos de ser madres, pero también respetamos la decisión de cada mujer y cada pareja de decidir el número de hijos que pueda traer al mundo y decidir sobre sus cuerpos''.
Subrayan: ''respetamos las decisiones de la maternidad, porque los hijos son el tesoro más delicado y precioso que tenemos, pero también rechazamos la injusticia de los hombres por su irresponsabilidad de dejarnos solas con todas las obligacioones y responsabilidades de los hijos; en repetidas ocasiones los hombres renuncian a sus obligaciones".
En el mensaje, leído por Juana Vázquez, de Yalalag, Oaxaca, afirman también: ''de igual manera vemos con recelo las costumbres, normas y reglas que nos impone la educación, la Iglesia y la sociedad, que nos quieren todo tiempo puras y santas. Mujeres obedientes sin criticar, opinar ni protestar sobre las decisiones que los hombres toman. Ejercemos nuestro derecho a expresar nuestro punto de vista para complemento y equilibrio de las decisiones, pero no somos niñas para estar dependiendo y esperando las decisiones sobre nosotras''.
Anteayer, integrantes del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Mexicana dieron a conocer un documento en el que consideran que la cumbre ''concibe la estructura de la familia indígena como causa directa de diversas formas de discriminación contra la mujer, cuando se ha de enfatizar el poder de la mujer indígena que en el hogar lleva la conducción de los hijos y la transmisión de los valores''.
Y afirman que los temas de la reunión se abordan ''desde una perspectiva completamente alejada de la realidad cultural y espiritual de las diferentes etnias que forman nuestros pueblos indígenas''.
Convocan en el último día de reunión a la paz en Chiapas y Colombia (La Jornada) Diciembre 5, 2002


Condenan en Oaxaca represión a comunidades

* ROSA ROJAS ENVIADA - Oaxaca, Oax., 4 de diciembre * La primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas concluyó con la exigencia a los estados nacionales de cesar ''cualquier tipo de acción militar, sicológica o de genocidio'' contra aquellos pueblos indios que luchan por la autodeterminación y el respeto a sus recursos naturales. Asimismo llamó a la reanudación del proceso de paz en Chiapas mediante el diálogo y pidió se garantice la seguridad de la población de los municipios autónomos zapatistas.

Igualmente llamó al mundo a solidarizarse con los pueblos indios colombianos, que están siendo masacrados por grupos al margen de la ley, para que tanto el gobierno de Colombia como esos grupos no los incluyan en el conflicto armado, pues ellos son pueblos que reivindican su autonomía.

En la declaración y el plan de acción elaborados por las casi 400 delegadas se exige a los estados terminar con todas las formas de discriminación, racismo y violencia, incluyendo la violencia sexual "utilizada como arma de guerra genocida en los conflictos armados", que afecta principalmente a mujeres y niñas indígenas.

Asimismo, garantizar el derecho a una atención de salud de calidad, incluidas la salud sexual y reproductiva desde la cosmovisión indígena, y que la atención por daños sicológicos sea culturalmente apropiada y respete la identidad y los conocimientos médicos tradicionales de los pueblos y las comunidades indígenas, así como a eliminar los programas de esterilización forzada promovidos por algunos gobiernos.

Se acordó también demandar a la ONU una segunda década de los pueblos indios, con énfasis en las mujeres.

En el documento se exige además el respeto y la no imposición de políticas económicas, sociales y culturales que atenten contra la vida y la dignidad de los pueblos y mujeres indígenas. Se rechazan, por lo tanto, programas y proyectos como el Plan Puebla-Panamá, el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, el Plan Colombia, el Plan Mesoamérica, el Tratado de Libre Comercio, el Plan Coca Cero, el Pacto Andino y Amazónico y el Corredor Biológico Mesoamericano.

También se exige a los estados revisar la aplicación de sus políticas neoliberales como privatizaciones, ajuste estructural, liberalización del mercado en el ámbito económico, social, cultural y educativo, y el inicio de ''un diálogo constructivo con las organizaciones indígenas, especialmente de mujeres indígenas, en la búsqueda de propuestas alternativas".

Se demanda a las agencias de cooperación ''respetar y promover una perspectiva de desarrollo o etnodesarrollo y autogestión, basada en nuestra cosmovisión". Les exige además realizar acciones efectivas en la lucha contra la pobreza, la contaminación ambiental, la entrada de productos químicos a sus respectivos países, especialmente los no permitidos por su alto grado de toxicidad, y el uso de transgénicos, todo ello con la plena y efectiva participación de las mujeres indígenas.

Las declarantes exigen a los estados garantizar el derecho de los pueblos indígenas a la propiedad y demarcación de sus tierras y territorios, y la inclusión de las mujeres indigenas al acceso a la tenencia de la tierra y a su inmediata titulación.

Recomiendan a la vez a sus pueblos establecer alianzas y redes entre organizaciones indígenas para denunciar los efectos negativos de la globalización en cuanto a sus derechos, especialmente los económicos, sociales y culturales, así como presentar propuestas alternativas al actual modelo de desarrollo neoliberal, con su propia cosmovisión.

En materia de derechos humanos, exigen a los estados miembros de la ONU la inmediata aprobación del proyecto de Declaración de los derechos de los pueblos indígenas del mundo, de acuerdo con el borrador aprobado por la Subcomisión para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos según resolución 1995/45, y a los estados miembros de la OEA, la aprobación del proyecto de la Declaración americana de los derechos de los pueblos indígenas.

Demandan a los estados ratificar, operativizar mediante propuestas de ley e instrumentar las convenciones y sus protocolos para proteger los derechos de las mujeres y de los niños; el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes; la Convención Internacional para la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y sus familiares; el Estatuto de Roma de Creación de la Corte Penal Internacional; el Convenio de Biodiversidad Biológica.

También que reconozcan, respeten y promuevan la existencia milenaria y aplicación del derecho indígena en todos sus aspectos -civil, penal, comercial e internacional-, y adecuar sus políticas y legislaciones internas a éste. (La Jornada) Diciembre 5, 2002

 


El gobierno afectó sus intereses, sostienen representantes indígenas de ese país
Se oponen a Hugo Chávez quienes antes lucraron con las riquezas de Venezuela
Lo atacan porque mantiene una política contraria al neoliberalismo, racismo y clasismo

* ROSA ROJAS ENVIADA - Oaxaca, Oax., 5 de diciembre* Los partidos políticos que lideran la oposición al régimen del presidente venezolano Hugo Chávez están encabezados por aquellos que en los pasados 40 años se beneficiaron con la riqueza del país y cuyos intereses se vieron afectados por la reforma emprendida por el gobierno chavista, afirmaron miembros de la delegación de Venezuela que asistieron a la primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas.
María Andarcia, diputada indígena por el departamento de Sucre; Rosa Columba Poyo, consejala del municipio de Independencia, y Gladys González y Librada Pocaterra, de la Red de Mujeres Indígenas Wayuu, manifestaron que los partidos que integran la Coordinadora Democrática "han encontrado en el gobierno nacional una oposición política al neoliberalismo, racismo y clasismo que durante muchísimo tiempo imperó en el país".
En entrevista colectiva, explicaron que "las políticas de reforma aplicadas a través de la nueva Constitución y los instrumentos que se han establecido a partir de 1999, como las leyes de tierras, de participación ciudadana, de demarcación de tierras indígenas y de educación, han tocado los profundos intereses políticos y económicos que tenían estos grupos de poder en el país y han ocasionado que los señores de la Coordinadora Democrática emprendan un conjunto de actividades, inclusive hasta golpistas, contra el gobierno".
En Venezuela, agregaron, "hemos tratado, por conducto del gobierno y de varios factores, de eliminar el clasismo en la sociedad, hemos tratado de ser más equitativos en la distribución de la riqueza y a través de los planes de economía que van desde los más pobres hasta las clases más altas".
Señalaron que además estos grupos de poder son los propietarios de los medios de comunicación y, por tanto, "la imagen que se transmite al exterior a través de esos medios, que son manejados por ellos, es la peor, pero es una imagen que no existe en el país. El gobierno ha tratado de hacer política homogénea para todos los sectores y clases sociales y eso no es lo que se muestra en la prensa, sino una imagen que no corresponde con la realidad del pueblo venezolano".
-Pero una movilización de un millón de personas no es cualquier cosa...
-En Venezuela hay más de 23 millones de personas, en la manifestación pasada transmitieron al mundo imágenes de la marcha que había sido convocada por el presidente Chávez, esta es la realidad. Transmitieron imágenes falsas y debemos decirlo con muchísima responsabilidad al pueblo de México y al mundo.
"Somos más de 23 millones de personas y Hugo Chávez regresó al poder después del 11 de abril (cuando se dio un fallido golpe militar), porque ese era el clamor popular y fue el pueblo el que defendió la democracia. Los opositores eliminaron la Constitución de un plumazo y nombraron un presidente que sólo representaba la instauración de una dictadura en Venezuela. Pero el pueblo lo abolió en menos de 48 horas. Un millón de personas no representa la voluntad popular, se necesitan muchos millones para que el pueblo venezolano cambie su gobierno, y eso debe darse como lo establece la Constitución, no cuando ellos quieran imponerlo", subrayó Andarcia.
Pocaterra apuntó que en la Constitución están plasmados los derechos de los pueblos indios: "Por primera vez pasamos a ser protagonistas en nuestro propio país. En la Constitución hay 16 artículos que tienen que ver con los derechos de los pueblos indígenas. Somos 33 pueblos con una población de 600 mil personas, aproximadamente. Tenemos tres representantes en la Asamblea Nacional, la segunda vicepresidenta de ese órgano es Noemí Pocaterra, tenemos legisladoras, consejalas, alcaldes y gobernadores indígenas, y eso nunca había ocurrido en Venezuela."
El capítulo 25 de la Constitución, agregó, otorga a los pueblos indígenas la participación política a través de sus propias organizaciones y comunidades, "no hace falta que los indígenas tengamos que participar en un partido político para tener representación en los consejos municipales, en los consejos legislativos y en la Asamblea Nacional. Por estas razones nuestro pronunciamiento como pueblos indígenas no lo hacemos en favor de Hugo Chávez sino de la institucionalidad política y democrática". (La Jornada) Diciembre 6, 2002