Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 22 de diciembre de 2002
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Mundo
El presidente Hugo Chávez recibe la tercera expresión de apoyo castrense en una semana

Reasume el gobierno venezolano el control de la industria petrolera

Líderes opositores dicen que cubanos ayudan a restablecer PDVSA; La Habana los desmiente

Prevén la colaboración de técnicos de México y otros países en la reactivación de la empresa

GERARDO ARREOLA ENVIADO

Caracas, 21 de diciembre. Respaldado por nuevas y claras manifestaciones de lealtad del alto mando militar, el presidente Hugo Chávez supervisaba personalmente esta noche maniobras con las que su gobierno retomaba el control de la estratégica industria petrolera venezolana, semiparalizada por el paro de labores de tres semanas que demanda la renuncia del mandatario y elecciones generales.

En una jornada cargada de tensión y de repunte de rumores, Chávez recibió la tercera expresión castrense de apoyo en una semana, mientras el paro de 21 días recibía un tiro mortal con la movilización de los primeros buques tanques que empezaban a descargar combustible.

El ministro de la Defensa, general de brigada (retirado) José Luis Prieto, pidió hoy a particulares y funcionarios públicos acatar un fallo judicial que ordena la reanudación de labores en Petróleos de Venezuela (PDVSA), y anunció la participación activa de las fuerzas armadas en esa tarea y en la distribución de alimentos.

Vestido de civil, Prieto apareció en cadena nacional de radio y televisión, en la que también informó de la creación de un comando unificado entre el gobierno y las fuerzas armadas para "garantizar los intereses vitales" de la industria petrolera.

Alegan intromisión extranjera

El movimiento opositor parecía haber quedado en entredicho esta noche. Uno de sus principales dirigentes, el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, dijo a la prensa: "El escenario cambia radicalmente en este momento frente a la posición que asume el actual régimen. Todas las estrategias cambian desde todo punto de vista".

Otro de los líderes, el presidente de la agrupación empresarial Fedecámaras, Carlos Fernández, afirmó, igual que lo había hecho Ortega, que personal cubano participaba en las maniobras de reanimación de PDVSA. "Quienes tienen obligación de mantener la soberanía nacional no pueden dejar pasar estas actuaciones, no pueden permitir que se traicione a la patria y que se permita la intromisión de gobiernos extranjeros.

"Hago un llamado, con todo respeto, pero con mucha fuerza, a quienes tienen la obligación de velar por la soberanía nacional, a que se hagan presentes y no permitan que a nosotros se nos violenten nuestros derechos y la soberanía popular."

Después de sus declaraciones, Ortega y Fernández escaparon a una inminente detención por parte de la Dirección de Servicios de Inteligencia Policial (DISIP, policía política), según un comunicado de la opositora Coordinadora Democrática.

El presidente de PDVSA, Alí Rodríguez, anunció por la noche que el buque Pilín León, que estaba fondeado hace 18 días en el centro del Lago Maracaibo, fue puesto en marcha por una tripulación venezolana y empezaba a descargar hacia el muelle los 44 millones de litros de gasolina que tenía en sus depósitos.

La embajada de Cuba en Caracas desmintió en un comunicado que personal de ese país estuviera participando en el reinicio de labores en PDVSA.

La tripulación del Pilín León se había insubordinado, en respaldo al paro antichavista, y fue detenida. Otro barco petrolero, el Susana Duijm, que se encontraba también inmovilizado desde hace 13 días frente al puerto de La Guaira, había sido tomado bajo control militar y estaba prevista su descarga para esta noche.

Rodríguez dijo que era inminente el control del gobierno en los tanqueros Yavire, Bárbara Palacios, Guanoco y Paria, igualmente detenidos por la adhesión de sus tripulantes al paro. "Es un respiro de alivio", dijo el funcionario.

"Continuaremos sin mucho escándalo resolviendo los problemas que ha generado esta gente, pidiéndoles que reflexionen, se integren a sus labores y cesen ya esta actividad de sabotaje", añadió en alusión a los paristas.

El Pilín León, cuya inmovilidad se había convertido en un icono del paro, prendió máquinas por la tarde, cruzó el puente Rafael Urdaneta y atracó en la terminal y centro de distribución del muelle de Bajo Grande. Chávez abordó la embarcación para supervisar el movimiento, informó su oficina del Palacio de Miraflores.

Antes de la declaración del ministro de la Defensa, el gobierno de Chávez había recibido esta semana el respaldo de los generales Julio García Montoya, comandante general del Ejército, y de Jorge García Carneiro, jefe de la Guarnición de Caracas.

La aparición de García Carneiro en la televisión en la tarde del viernes, anunciando que estaba coordinando el trasiego de gasolina a la capital, y por la noche, con el mismo mensaje, pero al lado de activistas pro gubernamentales, fue uno de los momentos claves de la crisis en curso en Venezuela, según fuentes consultadas por La Jornada que están al corriente del caso.

El nombre de García Carneiro estuvo a punto de ser utilizado en falso el viernes para dar la imagen de una fractura castrense antichavista, dijeron las fuentes. Enterado de la situación, el alto jefe militar rehusaba en principio salir en público a ratificar su lealtad al mandatario, por considerar que la versión era irrelevante.

Estos hechos fueron los que arreciaron los rumores de golpe de Estado en la víspera. El jefe militar de Caracas cambió de parecer al confirmar informes del proceso que estaba en curso y decidió hacer su declaración, siempre de acuerdo con las mismas fuentes.

Después de la aparición del ministro de la Defensa este sábado, salió a escena un hombre clave de la estructura militar venezolana, el general de División Raúl Isaías Baduel, comandante de la cuarta división de infantería, con sede en la ciudad de Maracay.

La resistencia de Baduel fue un resorte decisivo para reponer a Chávez en el poder, tras el efímero golpe de Estado de abril pasado.

Baduel hizo este sábado un llamado a la población a que mantenga la "paciencia y la confianza" y evite las compras de pánico y el almacenamiento desmedido de combustible. Pero en referencia al paro opositor en el sector petrolero, expresó que el gobierno "tiene que actuar enérgicamente y hacer ejercicio de la autoridad para demandar a esas personas que respondan por el daño que han causado al patrimonio de todos los venezolanos".

Demandan acatar fallo judicial

El ministro Prieto abrió su mensaje citando el fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que el jueves pasado ordenó provisionalmente a particulares y autoridades reactivar las labores en PDVSA, sin perjuicio de pronunciarse más adelante sobre un juicio de amparo en el caso.

La decisión judicial "es de obligatorio acatamiento para todas las autoridades y los particulares vinculados con el restablecimiento de la actividad económica e industrial" de la corporación, puntualizó el ministro de la Defensa.

Miles de directivos y empleados de la principal empresa venezolana decidieron desacatar la orden del TSJ y mantenerse en paro, junto con el movimiento opositor.

Prieto dijo que su cartera, junto con las de Energía y Minas y la de Infraestructura, que también encabeza un militar, actuarán para facilitar la aplicación de la orden del máximo tribunal venezolano, y precisó que quienes la desacaten se exponen a sanciones previstas en la Ley de Amparo.

Comando unificado

Agregó que, por orden de Chávez, fue formado un comando unificado para enfrentar la emergencia petrolera en el país, integrado por él mismo como coordinador y otros dos ministros, el general de División (retirado) Ismael Eliécer Hurtado Sucre (Infraestructura) y Rafael Ramírez (Energía y Minas), además del presidente de PDVSA, Alí Rodríguez; el jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional, general de división del ejército Nelson Benito Verde Graterol, y el comandante general de la armada, vicealmirante Fernando Camejo Arenas.

Añadió que PDVSA "tiene un valor estratégico que va más allá de cualquier circunstancia".

Las fuerzas armadas, abundó, incorporarán "masivamente" sus recursos "humanos, materiales, financieros, intelectuales, pero ante todo y sobre todo morales" para garantizar el abasto y la distribución de alimentos.

Una fuente cercana a la dirección de PVDSA dijo a La Jornada que la empresa prevé la colaboración de técnicos de Brasil, Colombia, México y Uruguay para reactivar los sistemas informáticos de la corporación y la puesta en marcha de las refinerías.

En total podrían ser casi 200 especialistas que respaldarán en esa forma la reanudación de labores en la empresa, en la que "todos los sistemas están desprogramados", señaló la fuente.

La movilización del gobierno y las fuerzas armadas, que golpeó el corazón del paro antichavista, fue ásperamente criticada por los líderes opositores.

El empresario Carlos Fernández dijo que Chávez "apuesta al desgaste" del paro, y anunció que la oposición realizará una movilización popular hacia el Palacio de Miraflores. "Ninguna marcha al palacio de gobierno puede ser calificada de suicidio", subrayó.

Ortega evitó manifestarse sobre la prevista movilización hacia el palacio presidencial y dijo que esa acción "será objeto de análisis y evaluación por parte de la Coordinadora Democrática".

Fernández y Ortega hablaron a la prensa por la tarde, poco antes de que, según la información de la coordinadora, hubo un intento de detención contra ambos.

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